Asimismo, señaló que en los ejercicios de 2007 y 2008 más de 12.000 explotaciones agarias andaluzas echaron definitivamente el cierre, "una sangría que supone un auténtico drama para el empleo y para la continuidad de la actividad en el medio rural, que abre la vía de la despoblación y amenaza la propia existencia de los núcleos rurales más aislados".
Asaja-Sevilla destacó que 2009 ha estado caracterizado por la caída de los precios, por la incertidumbre a la hora de sembrar ante los elevados costes de producción y al desacoplamiento de las ayudas para cereales, oleaginosas y proteaginosas, que ha llevado a "numerosos agricultores a optar por el mínimo gasto en el cultivo al no contar con garantías de recuperar su inversión".
Por cultivos, indicó que en este año el arroz pudo sembrar el cien por cien de la superficie tras dos años sembrando la mitad por falta de agua. Los rendimientos en esta campaña se pueden situar en una media de 8.500 kilogramos por hectárea en Andalucía y de unos 7.500 kilogramos por hectáreas en el resto de España. La producción ha sido de 887.347 toneladas en España, 314.279 de ellas correspondientes a Andalucía y 303.450 a Sevilla.
En el algodón, la superficie como los rendimientos son similares al año pasado, aunque este año el cultivo ha sufrido menos incidencia de plagas. La superficie sembrada ha sido de 56.481 hectáreas en España, 56.448 correspondientes a Andalucía, lo que supone un incremento de un diez por ciento respecto a 2008.
La superficie existente de cítricos en Andalucía es de 74.128 hectáreas, 27.318 hectáreas en Sevilla. En la campaña 2008-2009, Asaja-Sevilla indicó que la producción ha sido alta, en torno a 1,6 millones de toneladas, lo que supone el 14 por ciento más que en la campaña anterior, especialmente en naranjas.
En el porcino ibérico, señaló que a nivel nacional desde 1997 al 2008 el censo de ganado porcino ha pasado de 945.887 animales a más de cuatro millones de cabezas según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Asaja-Sevilla indicó que ha habido un crecimiento descontrolado de la cabaña ganadera que ha implicado una caída de los precios.
Por último, en Andalucía, según apuntó, han desaparecido con respecto al año pasado un cinco por ciento de las explotaciones extensivas.
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