En un comunicado, Galasa informó de que, "nada más tener noticia del problema", se procedió a la retirada de la bombas y a la colocación de dos motores que han permitido mantener un nivel de suministro del 20 por ciento, lo que sumado a los recursos alternativos, como camiones cisterna, han hecho posible que la población reciba agua con algún corte a lo largo los dos últimos días.
A este respecto, el consejero delegado de la empresa, Juan Parra, declaró que se dio prioridad "a las zonas afectadas por el incendio, en particular Mojácar y Garrucha". El directivo indicó que éste último municipio ha contado con mayores necesidades "por haber acogido a gran parte de la población evacuada".
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