MADRID.-
"Estamos haciendo frente a una crisis nueva y distinta, sin
precedentes, muy seria y grave, que pone en riesgo nuestra salud en cada
rincón de España. Pero también, y de forma muy traumática, altera y
condiciona nuestras costumbres y el desarrollo normal de nuestras vidas,
el empleo y nuestras empresas; en definitiva, nuestro bienestar", ha
dicho hoy el rey de España, Felipe VI, en un discurso radiotelevisado al
país, ante la virulencia de la pandemia del Covid-19, plagado de
lugares comunes y tópicos en un momento especialmente delicado para la
Monarquia al comenzar a ser seriamente cuestionada desde los sectores ilustrados
más jóvenes.
"Pero también es una crisis que estamos combatiendo y que vamos a vencer y a superar.
Ante esta situación, lo primero que quiero hacer es enviar todo mi
cariño y afecto, junto a la Reina y nuestras hijas, a tantas familias en
toda España que desgraciadamente han sufrido la pérdida de alguno de
sus seres queridos. También lo hacemos a todos los que estáis
especialmente afectados, tanto en lo personal como en vuestro entorno,
por este virus y sus consecuencias. A todos vosotros, mucha fuerza y
mucho ánimo.
En segundo lugar, hoy es más de justicia que nunca dar las gracias a
todas las personas, entidades y servicios públicos, sin excepción, que
están ayudando y se están sacrificando por los demás. Y quiero
personificar esa gratitud en uno de ellos:
Sabíamos que tenemos un gran sistema sanitario y unos profesionales
extraordinarios; a ellos quiero dirigirme ahora: tenéis nuestra mayor
admiración y respeto, nuestro total apoyo. Sois la vanguardia de España
en la lucha contra esta enfermedad, sois nuestra primera línea de
defensa.
Los que todos los días y a todas las horas del día, estáis
cuidando a los afectados, curando a los enfermos, dando consuelo y
esperanza a los que lo necesitan.
Vuestra profesionalidad, entrega a los demás, vuestro coraje y
sacrificio personal son un ejemplo inolvidable. Nunca os podremos
agradecer bastante lo que estáis haciendo por vuestro país. No os puede
sorprender que desde las casas de toda España se oiga un aplauso
emocionante y sentido. Un aplauso sincero y justo, que estoy seguro que
os reconforta y os anima.
Hay momentos en la Historia de los pueblos en los que la realidad nos
pone a prueba de una manera difícil, dolorosa y a veces extrema;
momentos en los que se ponen a prueba los valores de una sociedad y la
capacidad misma de un Estado. Estoy seguro de que todos vamos a dar
ejemplo, una vez más, de responsabilidad, de sentido del deber, de
civismo y humanidad, de entrega y esfuerzo y, sobre todo, de solidaridad
–especialmente con los más vulnerables–, para que nadie pueda sentirse
solo o desamparado.
Ahora debemos dejar de lado nuestras diferencias. Debemos unirnos en
torno a un mismo objetivo: superar esta grave situación. Y tenemos que
hacerlo juntos; entre todos; con serenidad y confianza, pero también con
decisión y energía.
Ahora tenemos que resistir, que aguantar y tenemos que adaptar
nuestros modos de vida y nuestros comportamientos a las indicaciones de
nuestras autoridades y a las recomendaciones de nuestros expertos para
ganarle al virus. Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo con
nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean.
Sé que es fácil decirlo, y también sé que no es nada fácil hacerlo en
estas circunstancias: organizarse cada uno en su trabajo, en su casa,
con su familia, o con sus hijos. Pero es lo que debemos hacer por el
bien de todos. Porque todos y cada uno somos parte de la solución de
esta crisis.
Esta es una crisis temporal. Un paréntesis en nuestras vidas.
Volveremos a la normalidad. Sin duda. Y lo haremos más temprano que
tarde: si no bajamos la guardia, si todos unimos nuestras fuerzas y
colaboramos desde nuestras respectivas responsabilidades.
Recuperaremos la normalidad de nuestra convivencia, la vida en
nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades; la economía, los
puestos de trabajo, nuestras empresas, nuestros comercios, nuestros
talleres... España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza.
A lo largo de los años hemos pasado por situaciones muy difíciles,
muy graves; pero, como las anteriores, esta también la superaremos.
Porque España es un gran país; un gran pueblo que no se rinde ante las
dificultades.
Este virus no nos vencerá. Al contrario. Nos va a hacer más fuertes
como sociedad; una sociedad más comprometida, más solidaria, más unida.
Una sociedad en pie frente a cualquier adversidad.
Gracias a todos, ánimo y adelante".
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