SEVILLA.- El titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Almería ha prorrogado
hasta este jueves la detención de Ana Julia Quezada, después de prestar
este miércoles declaración tras ser detenida por la muerte de Gabriel
Cruz, de 8 años, hijo de su pareja, han informado fuentes del Tribunal
Superior Justicia de Andalucía.
Tras prestar declaración judicial, Ana Julia Quezada ha sido conducida en un furgón policial a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.
Según las fuentes, la prórroga de la detención se produce para realizar nuevas pruebas judiciales, por lo que la mujer volverá a declarar este jueves al juzgado, al mediodía.
En las inmediaciones de los juzgados se han concentrado medio centenar de personas que han increpado a Ana Julia Quezada y han intentado acercarse al furgón que la trasladaba, lo que ha sido evitado por agentes de la Policía Nacional.
Por otro lado, la Guardia civil ha encontrado el hacha
con la que supuestamente Ana Julia Quezada golpeó al niño antes de
asfixiarle. La Guardia civil ofrecerá este jueves una rueda de prensa
en Almería para dar cuenta de todos los detalles de una investigación
que culminó con el arresto de Quezada.
Las fuerzas de seguridad encontraron el cadáver del niño el domingo pasado en el maletero de un vehículo que conducía Quezada, quien declaró que le dio muerte después de que el niño la agrediera durante una discusión.
Según su versión, lo golpeó con la parte roma de un hacha y luego lo asfixió, sin ayuda de nadie, el mismo día de la desaparición, en la localidad de Las Hortichuelas de Níjar (Almería). Según la autopsia, mostraba signos de muerte por estrangulamiento.
El cadáver había permanecido en un pozo de una finca del padre del niño hasta que la mujer lo sacó y lo trasladó a la localidad de Vícar (Almería), donde fue detenida.
Quezada, pareja sentimental del padre, se había implicado en la búsqueda y en los actos de apoyo a los padres del niño, Ángel y Patricia, que se mostraban cada vez más angustiados.
Pero los investigadores sospecharon de su actitud.
La detenida era investigada desde que el pasado sábado 3 de marzo
avisara a los agentes de haber descubierto, supuestamente, una camiseta blanca con restos del ADN de Gabriel en una zona que ya había sido rastreada.
La muerte de Gabriel Cruz ha avivado la discusión sobre la prisión permanente revisable,
una medida sobre la que tiene que pronunciarse el Constitucional, que
está sometida a revisión en el Congreso y que un buen número de
penalistas considera inadecuada por fomentar el “populismo punitivo”.