MÁLAGA.- Un aeropuerto de Málaga ayer ya vacío, con apenas dos colas frente a los dos
únicos mostradores de facturación operativos al medio día, hora punta en
una jornada normal, y una fila de aviones parados en la pista
constataban que la Costa se ha quedado ya sin turistas y que este sector
ha echado el freno. Una estampa que por desgracia no será flor de un
día y que evidencia el revés que va a sufrir la industria que es el
pilar de la economía local, provincial y regional, según se relata hoy en Sur.
El vicepresidente de
la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración
Local, Juan Marín, dio ayer los primeros datos del impacto de la crisis
del coronavirus y las cifras son demoledoras. Andalucía recibirá ocho
millones de turistas menos rebajando sus previsiones de recibir 32,5
millones de viajeros a 24 millones, una cifra que se alcanzaba en 2006.
Pero además los ingresos que genera esta industria se verán mermados en
6.000 millones de euros, de un total de 21.500 registrados en 2019. Todo
ello si esto no se prolonga más allá de abril.
Una situación que dejará en unos días en el paro a 55.000 empleados
del turismo en la región. «En Andalucía esta crisis supondrá este año un
freno de un 25 o 30% del número de viajeros, lo que supone quedarse con
la llegada de unos 24 millones. Esto tiene un impacto en el empleo con
la pérdida de 55.000 puestos de trabajo. Son datos muy serios y muy
objetivos», relató el vicepresidente de la Junta, a la par que repasó
los nombres de cadenas hoteleras que echan el cierre, de aerolíneas que
presentan expedientes y dejan de volar, de operadores que no volverán a
traer turistas en un tiempo y de agencias de viajes que se suman en
oleada al cese de la actividad. «Es un desastre, pero la realidad
manda», señaló.
Marín explicó la avalancha diaria de expedientes de regulación
temporal de empleo que ayer ya alcanzaba la cifra de 1.600, cuando la
tarde anterior se quedó en 700. «Es un aluvión», matizó, para explicar
que el cálculo de este primer impacto se ha realizado en base a las
previsiones del Consejo Mundial del Turismo, de la Organización Mundial
del Turismo (OMT), y de un sistema de big data sobre la evolución de
mercados.
Ante este panorama con hoteles con doscientas habitaciones que están
abiertos para atender incluso a menos de una decena de clientes, lo que
obliga a poner en riesgo de contagio al personal y a disparar los costes
que supone tener en marcha unas instalaciones así, y a propuesta de los
empresarios, la Junta de Andalucía pidió ayer al Gobierno que decrete a
la mayor brevedad el cierre de los hoteles de la Comunidad.
Marín confía en tener hoy mismo una respuesta. De hecho, afirmó
que la Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, le ha informado
de que hay otras comunidades que han realizado la misma propuesta.
Además, aseguró que los hoteleros ponen a disposición de la
Junta estas instalaciones para cubrir las necesidades que la crisis del
coronavirus vaya demandando. «Podrían utilizarse para tener en
aislamiento a personas mayores o grupos de riesgo, para atender los
refuerzos de unidades militares que vengan a ayudar en diferentes
servicios y para todo lo que se va a movilizar», dijo Marín.
Para frenar todo ello, el objetivo de la Junta es reactivar las
campañas de promoción una vez que se levante la alerta sanitaria,
comenzando por el mercado nacional y la propia Andalucía, para
seguidamente lanzarse a la conquista del cliente internacional. Confió
en que en verano ya haya turistas en las costas andaluzas. «Hemos hecho
una revisión general del Plan de Acción y tenemos ya ultimada una
reprogramación para activarla de forma inmediata en cuanto se pueda, que
contempla un refuerzo de la campaña de verano», avanza.
En el parte diario de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos
Turísticos (FAHAT) la cifra de hoteles cerrados ayer en la Costa se
elevó a 104, de los 586 que ya estaban sin actividad en Andalucía.
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