Esto, a su vez, ha supuesto un decrecimiento del 40% en el paso diario de turismos por las vías alternativas, de la A-7 y N-340, con 11.738 desplazamientos. En el caso de los transportes pesados, la bajada ha sido del 47%.
El efecto de la liberación ha superado incluso las expectativas iniciales de los técnicos del Mitma. De hecho, se esperaba que la elevación fuera del 30% como sucedió en la AP-1 en Burgos. Sin embargo, el incremento ha sido superior en muchos tramos.
Destacan los aumentos en el antiguo peaje de Silla (+153% y 29.174 de intensidad media diaria) y en el de San Juan (+91% y 26.936 usuarios con el gratis total). Mientras, el de Almenara registra un 55% de elevación, con un paso de 27.438 vehículos por jornada en el tramo de Almenara a Sagunt.
Mientras, el recorrido de València a Alicante ha experimentado un alza del 119%, con 28.055.
Según los datos del Ministerio, tras 48 años, los 374 kilómetros de AP-7 liberados entre Alicante y Tarragona han supuesto que desde enero, circular por la red de carreteras del Estado sea un 93% más barato en la Comunitat Valenciana.
Además, «ha incentivado el uso de la autopista frente al itinerario alternativo, lo que ha implicado un ahorro de 300 millones a los usuarios. En el caso de Cataluña, el coste se ha reducido en un 14%, lo que alcanza una mengua de 100 millones para el bolsillo de los usuarios.
Un ahorro que, además, según desde el departamento que dirige José Luis Ábalos, «repercute positivamente en la seguridad y en las condiciones de circulación de las vías alternativas de la AP-7, donde el tráfico ha disminuido de media en un 30%, especialmente en vehículos pesados».
No obstante, la auténtica intensidad media diaria de vehículos se obtendrá cuando se cumpla el primer año de circulación gratuita sin previo pago.