MELILLA.- El periodista de El Confidencial Ignacio Cembrero ha participado este
martes en el foro de debate ‘Melilla, Ceuta, Marruecos y la región del
Estrecho ante los cambios políticos globales’, organizadas entre la
Universidad Nacional de Educación Nacional a Distancia (UNED) y la
Universidad de Cádiz y que se celebrarán hasta este miércoles en el
centro asociado de Melilla.
Aunque su conferencia trataba sobre las consecuencias
de la nueva era de Donald Trump para las ciudades autónomas, la zona del
Magreb, España y Europa, el periodista no ha podido evitar tocar otros
asuntos.
En primer lugar, Cembrero ha apuntado lo que muchos dicen: que
“Marruecos controla el flujo migratorio en función de sus intereses” y
que, si no es un chantaje, sí es, “por lo menos, una forma de presionar a
España”.
“Ahora estamos, excepto en Ceuta, en horas bajas porque la
relación es bastante buena, pero, si la relación se deteriora o
Marruecos tiene nuevas exigencias, yo creo que volverá a utilizar el
flujo migratorio para presionar a España”, ha dicho, tal como ha hecho
en diversas ocasiones con las dos ciudades autónomas, especialmente con
la caballa, cuando, en mayo de 2021, entraron más de 10.000 personas en
apenas dos días.
Pese a todo, y aunque ahora se está hablando de mirar al norte,
Cembrero considera que no es posible vivir de espaldas a Marruecos. Y no
sólo eso, sino que el simple hecho de planteárselo le parece un error.
No es que no esté de acuerdo con una mayor integración de las dos
ciudades en la Unión Europea (UE). Al contrario, en estos tiempos en que
no se sabe cómo está funcionando la aduana, para él, sin olvidar que
pertenecen geográficamente al continente africano y que su vecino es
Marruecos, el periodista -uno de los mayores expertos de España en la
zona del Magreb- piensa que Melilla y Ceuta “deberían europeizarse más”.
Para ello, aboga por su entrada en el Comité Europeo de las Regiones y,
sobre todo, en la Unión Aduanera, “aunque pierdan algo económicamente y
sea una negociación complicada”. De esa forma, Cembrero ha dejado
entrever que se serían fronteras más europeas de lo que lo son ahora, lo
que, de alguna manera, involucraría más a las instituciones en
Bruselas. Pero ningún Gobierno en Madrid ni el Gobierno local en Melilla
han apostado “decididamente” por ello, ha añadido.
En cualquier caso, Cembrero opina que “hay que luchar
por tener una frontera y una aduana dignas” y no como la que
supuestamente se está abriendo ahora, que no le parece “razonable ni
digna” en ninguna de las dos ciudades, pero menos en Melilla, donde hubo
una aduana que funcionó correctamente durante más de un siglo y que
Marruecos cerró el 1 de agosto de 2018 sin que el Gobierno español
protestara.
Metido
ya de lleno en las consecuencias de la vuelta de Donald Trump a la
presidencia de los Estados Unidos para las dos ciudades autónomas,
Cembrero no piensa que haya que preocuparse, ya que hasta 2030 hay “una
especie de póliza de seguros” que es el Mundial de fútbol de ese año,
que coorganizan España, Portugal y Marruecos, con este país empeñado en
que salga bien el evento e incluso en acoger la final en el nuevo
estadio de Casablanca.
Ahora bien, eso no quita para
que Marruecos esté satisfecho del regreso de Trump a la Casa Blanca, ya
que le fue mejor con él que con Joe Biden. El periodista vaticina que
“probablemente” las autoridades alauitas confíen en que les vaya incluso
mejor en esta segunda era.
El principal objetivo de
Mohamed VI, evidentemente, es que Trump les apoye con su reivindicación
sobre el Sáhara Occidental, un colaboración que Cembrero prevé que
obtendrá, pero no sin que la Administración Trump se cobre el favor,
como hizo en 2020, cuando reconoció la soberanía de Marruecos sobre el
Sáhara Occidental a cambio de que el país alauita estableciera plenas
relaciones diplomáticas con Israel.
Pero, sí, definitivamente, el
periodista piensa que “Marruecos se siente fuerte y envalentonado” por
la vuelta de Trump, así como por el apoyo prestado por el presidente
francés, Emmanuel Macron, durante su última visita en octubre y por “el
declive de la influencia de Argelia -su gran enemigo- en buena parte de
África”.
De todas formas, ha insistido, hasta 2030,
con el Mundial de fútbol de por medio, Marruecos no va a dar “sustos
desagradables” a España.
De hecho, Cembrero ha
descartado por completo que se pueda vivir un episodio similar al del
Sáhara Occidental en las ciudades autónomas, porque, aunque estas sean
“una reivindicación eterna”, Marruecos tiene “otras prioridades con
relación a España”, entre las que están la transferencia del control del
espacio aéreo del Sáhara Occidental y que Pedro Sánchez se sume a Trump
y a Macron y reconozca la plena soberanía de Marruecos sobre ese
territorio.