ALMERÍA.- La
Coordinadora Ecologista Almeriense ha mostrado su oposición a nuevas
urbanizaciones en el Parque Natural Cabo de Gata Níjar y ha presentado
alegaciones ante la delegación de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de
Almería ante la promoción las de primeras 94 viviendas de un total de
323 en el núcleo de Cabo de Gata, según una nota de prensa de la organización ecologista.
"La Coordinadora Ecologista Almeriense ha realizado alegaciones a
Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Almería, como administraciones
responsables del urbanismo en el Parque Natural de Cabo de Gata
mostrando su oposición a más urbanismo en este Parque Natural.
Uno de los principales problemas con los que se enfrenta la
conservación del Parque Natural de Cabo de Gata Níjar es el exceso de
presión humana que pone en peligro el mantenimiento de sus valores
naturales y su biodiversidad.
El ladrillo sigue su avance imparable en
el Parque. En esta ocasión, el núcleo de población afectado es Cabo de
Gata, en el que ya se está promocionando la venta de las primeras 94
viviendas de un total de 323.
Esto supondría un incremento poblacional
en torno a las mil personas, que necesitan dotaciones e infraestructuras
que no están disponibles. Aparte del impacto sobre el Parque Natural,
este tipo de actuaciones, destinadas normalmente a segundas residencias o
usos turísticos, hoteleros o viviendas turísticas, fomentan una forma
de turismo insostenible por el espacio y los recursos que consumen.
“Nos preocupa especialmente el consumo de agua (recurso natural muy
escaso en nuestra provincia), la depuración de aguas residuales
(teniendo en cuenta la escasa capacidad de depuración de la EDAR de Cabo
de Gata) y la afección sobre la flora y la fauna del Parque Natural
Cabo de Gata-Níjar”.
Este Plan Parcial fue aprobado en el año 2006 y el proyecto de
reparcelación fue aprobado en junio de 2007. Durante años, el sector ha
permanecido sin urbanizar y ahora, diecisiete años después, parece ser
que ha llegado el momento.
En este periodo han surgido nuevas normativas
como la Ley estatal 21/2013, de 9 de diciembre, de Evaluación
Ambiental, en la que se traspone la Directiva 2001/42/CE, de 27 de
junio, sobre evaluación de las repercusiones de determinados planes y
programas en el medio ambiente, y por la directiva 2011/92/UE, de 13 de
diciembre, de evaluación de las repercusiones de determinados proyecto
públicos y privados sobre el medio ambiente; como en el anexo 2C del
Decreto Ley 3/2015, de 3 de marzo, por lo que desde esta Coordinadora
Ecologista Almeriense se exige que en caso de que esta actuación carezca
de la necesaria Evaluación Ambiental Estratégica, según establece la
legislación a que hemos hecho referencia, se proceda a la elaboración de
la misma, y que las determinaciones que se establezcan en esta, en caso
de resultar la evaluación favorable, se recojan en el plan parcial.
Asimismo consideran que tal y como se establece en la normativa en la
Evaluación Ambiental Estratégica se deben de tener en cuenta los efectos
del cambio climático, que prevén el aumento de los fenómenos
climatológicos extremos, temperaturas, temporales… que pueden afectar a
la zona, además de las infraestructuras necesarias ya que se pretende un
crecimiento poblacional que duplica al existente.
“Por desgracia, el ladrillo se impone en el Parque Natural Cabo de
Gata-Níjar, con el beneplácito de las Administraciones Públicas. Las
protecciones con las que cuenta este espacio natural no sirven para
protegerlo del ladrillo, sino que más bien han servido como reclamo para
el mismo.
A corto plazo veremos como aparecen grúas de construcción en
Rodalquilar, San José y Cabo de Gata y detrás vendrán el resto de
núcleos de población. No estamos de acuerdo con este tipo de desarrollos
urbanísticos, ya que desde nuestro punto de vista, suponen esquilmar el
territorio y tienen como consecuencia el deterioro de un espacio
natural protegido que fue declarado Reserva de la Biosfera por la
UNESCO”.
Esta urbanización no solo supone arrasar más de 12 hectáreas de
terreno con asfalto y hormigón en un parque natural, sino que además
tiene como consecuencia el incremento de presión antrópica sobre el
territorio en general y sobre la localidad de Cabo de Gata en
particular, mayor tráfico rodado, mayor demanda de servicios e
infraestructuras públicas y mayor masificación de la zona.
A nadie se le
escapa que muchas de estas viviendas que se construyan serán destinadas
a alquiler turístico o serán segundas residencias de sus propietarios,
lo que pone muy en duda la necesidad real de este tipo de urbanizaciones
en un espacio natural protegido, en el que deben primar las medidas
conservacionistas frente a los intereses particulares de promotores
inmobiliarios.
El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque
Natural Cabo de Gata-Níjar del año 2008 fue muy negativo para la
conservación del Parque Natural, ya que “amparó” los desarrollos
urbanísticos desproporcionados propuestos por los Ayuntamientos de
Almería y Níjar, gobernados ambos por el PP.
En este último municipio
podemos poner como ejemplo de disparate urbanístico los sectores
SUO-AA-1 y SUO-AA-2 de Agua Amarga, con una superficie urbanizable de
12,7 ha entre los dos sectores.
Estas demandas de la Coordinadora Ecologista Almeriense vienen a
sumarse a las iniciativas de la Asociación Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata".