SEVILLA.- Aunque la generación Z se muestra optimista con su futuro laboral y
el 65 por ciento de los preuniversitarios españoles cree que conseguirá
empleo en menos de un año tras finalizar sus estudios, los jóvenes
andaluces son los españoles que se muestran más pesimistas al respecto,
pues solo el 58,3 por ciento cree que encontrará trabajo rápidamente,
según se desprende del IX Informe Young Business Talents, sobre las
actitudes y tendencias de los jóvenes preuniversitarios españoles,
realizado por Abanca, ESIC, Herbalife y Praxis MMT.
Preguntados
por cómo creen que será la situación del empleo juvenil en los próximos
cinco años, el 40,2 por ciento de los preuniversitarios andaluces cree
que será mejor o mucho mejor, un dato inferior al de la media nacional,
del 42,7 por ciento, pero que les hace ser algo más optimistas en el
medio-largo plazo.
En este sentido, se aprecia que este año ha aumentado
el número de estudiantes que tienden a ser más optimistas, si se
compara con los resultados a nivel nacional aportados en el informe del
año anterior, del 39 por ciento.
"Es positivo que los jóvenes
tengan una percepción optimista. Si bien no tenemos certeza de cuál será
la situación en cinco años, la realidad en estos momentos, según las
cifras oficiales, es que se está creando empleo, a lo que yo
introduciría dos matizaciones", ha indicado el director de Young
Business Talents, Nuño Nogués.
Según Nogués, "la primera es que España está a la cola de Europa en
materia de empleo juvenil, algo que incide negativamente en las
posibilidades de los jóvenes de encontrar empleo. Y la segunda es si el
empleo es de calidad".
"Si los jóvenes no están suficientemente
preparados, el empleo que podrán conseguir será peor, y más con los
importantes cambios que se están produciendo por la evolución
tecnológica y la digitalización".
Para los andaluces de la
generación Z, los factores que consideran más importantes a la hora de
poder encontrar empleo son: el interés y las ganas de trabajar, con el
60,3 por ciento, tener un buen nivel de idiomas, el 50,9 por ciento,
tener experiencia, un 48,2 por ciento, y los conocimientos, el 47,3 por
ciento.
Según los resultados de este informe, realizado a
preuniversitarios que cursan 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato y los
ciclos básico, medio y superior de Formación Profesional, el 73,3 por
ciento de los andaluces cambiaría de país para trabajar, un resultado
levemente inferior a los datos arrojados a nivel nacional, 74,5 por
ciento.
Esta tendencia ha ido disminuyendo a lo largo de los años y cada
vez es menor el número de jóvenes que emigraría por trabajo. Los datos
del conjunto nacional en el informe de 2022 eran del 76,7 por ciento y
en 2021 alcanzó el mayor porcentaje con un 82,6 por ciento.
El 65,7 por ciento de los jóvenes andaluces piensa que su generación
está mejor preparada que la de sus padres. De esta forma, los de
Andalucía se muestran más preparados que sus progenitores si se compara
con el dato a nivel nacional, el 60,1 por ciento de ellos.
En
este sentido, aunque en la actualidad los jóvenes tienen esta
percepción, en los últimos años la brecha generacional cada vez es
menor, al experimentar una caída de más de 20 puntos a nivel nacional,
respecto a informes anteriores; en el año 2018, el 83,3 por ciento de
los jóvenes consideraba que estaban mejor preparados que sus
progenitores.
Sobre este descenso continuado a lo largo de los
últimos años, el director de Young Business Talents ha apuntado que
"existe una opinión generalizada de que la calidad de la educación está
cayendo en España".
"Los jóvenes pueden observarlo en el nivel de
conocimientos de sus padres en el día a día: sus progenitores pueden
responder a preguntas que ellos no".
Además, el 83 por ciento
de los jóvenes andaluces también cree que conseguirá un trabajo mejor
que el de sus padres, un punto de vista, el de los de Andalucía, también
superior al del conjunto nacional del 79,6 por ciento.
"Aunque ahora
los jóvenes, por lo general, tienen mayores oportunidades formativas,
eso no significa que estén mejor preparados. La pérdida de la cultura
del esfuerzo, los móviles o el poco interés por los estudios, hacen que
la generación Z no le dé tanta importancia a su preparación, en
comparación a como lo hacían sus padres".
Pero, la menor
preparación no es en todos los ámbitos: "mientras que, en conocimientos
básicos como la comprensión lectora, matemáticas o cultura, posiblemente
estén menos capacitados, existen una serie de competencias en las que,
por el desarrollo de las metodologías de enseñanza y de la sociedad,
están mejor preparados, competencias digitales, audiovisuales o de
comunicación. Aun así, sin esos conocimientos básicos, no podrán sacar
partido a las competencias que poseen", ha apuntado Nogués.
Los andaluces de la generación Z tienen claro que quieren estudiar
una carrera universitaria, así lo manifiesta el 63 por ciento de los
encuestados; y las carreras que mayor interés les despiertan son:
Empresas y Economía, con el 29,3 por ciento, Marketing y Publicidad con
el 22,9 por ciento, Magisterio, el 21,3 por ciento, y Deportes con el
19,7 por ciento.
Además, el 77,4 por ciento de los jóvenes de las edades
analizadas opina que lo que están estudiando actualmente les servirá
para su carrera profesional, una tendencia al alza que comenzó el año
pasado.
Respecto a la actividad profesional que les gustaría
ejercer en el futuro, el 32,8 por ciento de los andaluces se muestra
indeciso y aún no lo sabe, el 27,5 por ciento quiere ser funcionario, el
28,6 por ciento apuesta por ser emprendedor, creando su propia empresa o
siendo profesionales autónomos, y, por último, el 11,1 por ciento
quiere ser empleado en una empresa y trabajar por cuenta ajena.
Dentro del porcentaje de jóvenes que tienen vocación emprendedora, la
mayoría se muestra pesimista ya que el 91,4 por ciento considera que es
difícil o muy difícil que una empresa recién creada alcance el éxito.
"Las trabas a las que se enfrenta un emprendedor en España son
innumerables y en diferentes ámbitos".
"Deben superar barreras como la
burocracia, las regulaciones cambiantes y cada vez más exigentes,
aspectos fiscales y laborales, la inestabilidad política, problemas de
financiación y cada vez mayor competencia".
"En otros países, estas
dificultades son menores o no existen. Además, en nuestro país falta
cultura empresarial", ha analizado el director de Young Business
Talents. Asimismo, Nogués ha subrayado que, "no es un problema de los
jóvenes, es un problema de lo que ven y les enseña la sociedad".
Al ser preguntados por las fuentes que utilizan para estar
informados, el 65,1 por ciento se inclina por las redes sociales, frente
al 32,6 por ciento que elige los medios tradicionales como el
periódico, medios digitales, radio o televisión; y un 2,2 por ciento
declara que no le interesa la actualidad.
A pesar de que la generación Z
está continuamente conectada, "posiblemente estén más desinformados.
Internet y las redes sociales ofrecen mucha más información que los
medios tradicionales y eso es positivo.
Sin embargo, esta información en
ocasiones es menos relevante y está más sesgada, lo que hace que sea
menos útil y pueda provocar desinformación", concluye Nuño Nogués.
Por último, para el 96,6 por ciento de los jóvenes andaluces es
importante estar informado de la actualidad de cara a su formación, y a
la hora de documentarse para hacer un trabajo, casi la totalidad de los
preuniversitarios andaluces, 88,9 por ciento, busca en Internet y
compara diferentes fuentes; el 2,9 por ciento busca en fuentes ajenas a
Internet; y un 2,4 por ciento copia lo primero que encuentra sin
contrastar la información.