SEVILLA.- La crisis causada por el Covid-19 y las
posteriores medidas adoptadas para la protección de la salud a partir de
la declaración del estado de alarma han provocado un importante impacto
en la economía andaluza, de forma que en el primer trimestre de 2020
las ramas primarias acumularon un descenso del 2,8% y la actividad
industrial registró una caída del 9,4, según el Instituto de Estadística
y Cartografía de Andalucía (IECA), dependiente de la Consejería de
Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad.
El descenso del 4,3% del PIB en el primer trimestre es la mayor
caída trimestral registrada en la serie histórica aportada por el IECA,
ya que hasta ahora, el descenso trimestral más acusado del PIB fue el
producido en el segundo trimestre de 2009, cuando el retroceso fue del
4,2%. Ese ejercicio cerró con un decrecimiento del 3,6%.
En términos intertrimestrales, el crecimiento del PIB regional en
el primer trimestre ha sido del -5,4%, dos décimas inferiores a la
registrada para el total de España en el mismo periodo (-5,2%).
Atendiendo a los dos grandes componentes del PIB andaluz, en el primer
trimestre del año la demanda regional ha restado 4,7 puntos al
crecimiento del PIB, por lo que el saldo exterior presenta una
aportación positiva de cuatro décimas al crecimiento trimestral, según
ha informado la Junta en una nota de prensa.
Por componentes de la demanda, el gasto en consumo final de los
hogares regional registró un descenso del 7,1%, descontando 4,5 puntos
al crecimiento trimestral de la economía andaluza.
El gasto en las
Administraciones Públicas e instituciones sin fines de lucro al servicio
de los hogares se apuntó, en cambio, un crecimiento del 3,8% en el
primer periodo del año, aportando nueve décimas al PIB de la comunidad.
De esta forma, el gasto en consumo final en Andalucía decreció un 4,1%,
restando 3,6 puntos.
La formación bruta de capital, por su parte, registró una tasa del
-6,6% en el primer trimestre de 2020, lo que supone una repercusión
negativa sobre el PIB de 1,1 puntos. En cuanto a los agregados del
sector exterior, tanto las exportaciones de bienes y servicios como las
importaciones, arrojaron ajustes negativos del 8,5% y del 8,4%, respecto
al mismo trimestre del año anterior.
En cuanto a la oferta, las ramas primarias acumularon un descenso
en su actividad del 2,8%, descontando dos décimas al crecimiento del PIB
de Andalucía. Las ramas industriales sufrieron una caída de su tasa
interanual del 9,4%, siendo su aportación al PIB de -0,9 puntos. La
industria manufacturera cerró con una tasa negativa del 6,3%.
Por su
parte, el sector de la construcción tuvo una caída del 8,3%, con una
aportación negativa de cinco décimas al crecimiento del PIB del primer
trimestre de la comunidad. El sector servicios en su conjunto presentó
en ese trimestre una tasa de decrecimiento del 3,3%, generándose una
aportación negativa al PIB de -2,2 puntos.
Por subsectores, todas las ramas registraron descensos, excepto
las actividades financieras y de seguros y la Administración Pública,
sanidad y educación, con incrementos del 6,0% y 2,2%, respectivamente.
En el extremo contrario, los sectores que se apuntaron mayores
retrocesos en su actividad en el primer trimestre de 2020 fueron las
actividades artísticas, recreativas y otros servicios, junto con el
comercio, transporte y hostelería, con tasas del -10,0% y del -8,8%,
respectivamente.
La Contabilidad Regional Trimestral analiza también la incidencia
de la creación de puestos de trabajo en el comportamiento general de la
economía andaluza. Así, la comunidad registró una caída del 2% en
puestos de trabajo totales --no equivalente a número de empleados, ya
que una misma persona puede ocupar uno o varios puestos de trabajo--.
Igualmente, se observa una disminución en el número de puestos de
trabajo asalariados del 2,2%, debido principalmente a la bajada sufrida
en el número de asalariados en las actividades recreativas (-8,6%) y en
la construcción (-7,6%).
Atendiendo a la perspectiva de las rentas, la remuneración de los
asalariados experimentó en este periodo una mejora del 0,3%, mientras
que el excedente de explotación bruto/renta mixta decreció un 6,7%.
Hasta mediados de marzo de este año, la economía andaluza
presentaba signos de moderación, estimándose un crecimiento del PIB algo
inferior al del año 2019, en torno al 1,5%, pero en cualquier caso
superior al del conjunto de la Zona Euro.
Ese ritmo de avance hubiera
permitido rebajar la tasa de paro regional del 20% y proseguir con la
creación de empleo, hasta situarse la población ocupada próxima a los
3,2 millones de personas, según el citado instituto.
Tomando como referencia todo el año 2019, la economía andaluza
cerró el ejercicio con un crecimiento del 2,1%, una décima por encima de
la tasa registrada a nivel nacional (2%) y nueve décimas superiores al
valor de la Eurozona (1,2%). Ese balance ponía de manifiesto que el PIB
regional mantenía un dinamismo superior respecto de las economías
española y europea.
Desglosado por trimestres, el cuarto trimestre del
pasado año la economía andaluza arrojó un saldo positivo del 1,9%, en el
tercer trimestre ese porcentaje se situó en el 2%, en el segundo
trimestre la tasa fue del 2,2% y en el primer trimestre, del 2,3%.
Este escenario ha sido corregido por las circunstancias
extraordinarias asociadas a la pandemia, que han provocado una
paralización de gran parte de las economías mundiales.
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