MADRID.- El Banco de España ha
advertido que el envejecimiento empieza a ser un problema
“particularmente intenso” en España y de que la mejora del mercado
laboral no será suficiente para corregir el déficit de la Seguridad
Social, por lo que ha pedido mejorar los incentivos para retrasar
voluntariamente la edad de jubilación
y que el sector financiero y de seguros estudie opciones de productos
financieros para que los mayores puedan obtener liquidez a través de su
riqueza inmobiliaria.
Así lo ha señalado el director general de Economía y Estadística del
Banco de España, Óscar Arce, durante su intervención en la jornada sobre
previsión social organizada por EY y Mapfre, en la que ha afirmado que
aunque España elevase del 60% actual al 80% su tasa de empleo, no sería “suficiente” para solucionar el desajuste entre ingresos y gastos del sistema.
Arce ha indicado que hay que mejorar la tasa de paro y la tasa estructural,
que duplica a la de la zona euro, así como la temporalidad y otras
“muchas mejoras potenciales” pendientes, si bien ha avisado de que la
demografía requerirá “ajustes adicionales”.
“El envejecimiento empieza a ser particularmente intenso en nuestro país“,
ha subrayado Arce, quien ha apuntado que la proporción entre la
población de 65 años y en edad de trabajar aumentará desde el 30% actual
hasta entre el 50% y el 70% en el año 2050.
Por ello, cree que se debe consensuar el grado de generosidad del
sistema a través de los representantes políticos, que en caso de
mantenerse “necesariamente requerirá allegar recursos de otras partes de la economía“, y una vez decidido el grado de generosidad, añadir recursos financieros para sostener el sistema de pensiones.
En este sentido, ha remarcado la necesidad de dotar al sistema de
mecanismos automáticos que garanticen la viabilidad financiera “en
cualquier circunstancia” y “sin ningún tipo de dudas durante un periodo
suficientemente amplio”. Asimismo, considera que el sistema tiene que mantener
“cierto carácter contributivo” y salir reforzado de las reformas que se
acometan para que sea “más previsible y transparente”.
También cree que hay que evaluar la posibilidad de ampliar el “abanico de opciones”,
dentro y fuera del sistema, para mejorar la capacidad financiera de los
mayores, como la cuentas nocionales, aunque ha matizado que “no son una
panacea que vaya a resolver todos los problemas”, si bien “ayudan
significativamente” a hacer un modelo más transparente y previsible.
“Tiene todo el sentido del mundo”, ha incidido Arce, quien ha pedido que el sector sea “suficientemente creativo” y responsable para crear opciones con el fin de que los mayores financien sus gastos regulares de manera “más holgada”.
Respecto a la edad de jubilación, ha
indicado que los retiros del
mundo laboral por debajo de los 65 años representan el 40% del total y
no hay un gran aumento en la proporción de jubilados de 66 años,
si bien la edad efectiva de jubilación ha aumentado en algo más de 6
meses desde 2008.
Según Arce, la reforma del año 2011 comportó una
reducción de las jubilaciones de 62 años o menos, pero al mismo tiempo
un avance relativamente importante en las jubilaciones con 63 y 64 años,
si bien no tanto a partir de los 65 años.
Un análisis actuarial realizado por el Banco de España sugiere que el
sistema de pensiones genera un rendimiento real esperado por encima del
2% para un cotizante con una carrera de 39 años.
Tal
y como está
diseñado, con bonificaciones trimestrales por debajo de los 65 años y
actualización de incentivos por años completos a partir de esa edad,
posponer la edad de jubilación “no genera un mayor incentivo en términos
de retorno“, ha subrayado Arce.
“Con un sistema sometido a presión y si es socialmente deseable
ampliar la presión sobre el sistema, puede merecer la pena estudiar
opciones para mejorar los incentivos de aquellos que los que les pueda
convenir poder alargar sus carreras”, ha añadido.
De esta forma, ha insistido en la opción de estudiar mejores
incentivos para la prolongación voluntaria de la vida laboral, puesto
que “la opción existe pero no se ve suficientemente incentivada”.
Por último, el director general de Economía y Estadística del Banco
de España ha subrayado la necesidad del diseño de un plan de
consolidación fiscal a largo plazo ante el reto del envejecimiento, así
como avanzar en las reformas estructurales para mejorar el empleo y
aumentar la participación laboral, la productividad y el crecimiento
económico, y el diseño de políticas de inmigración “flexibles y acordes
con las necesidades del mercado laboral”.
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