MADRID.- El 40,4 por ciento de las personas mayores
ayuda o ha ayudado en los dos últimos años en España a familiares, según el último
Índice de Opinión Pública (IOP) realizado por Simple Lógica
Investigación para la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de
España (UDP).
Así, mientras que en el año 2010 de las personas mayores que
ayudan o habían ayudado en los dos últimos años a familiares
representaban un 15,1 por ciento, actualmente recurrir a la solidaridad
de los progenitores se ha convertido "en una de las principales
estrategias de adaptación a la difícil situación que padecen muchos
ciudadanos españoles".
Entre las personas mayores que ayudan o han ayudado durante los
dos últimos años económicamente a familiares o amigos, el índice de
opinión señala que entre los progenitores con mayor nivel formativo, es
decir, con estudios al menos secundarios, se registra un porcentaje
(48,8 por ciento) significativamente superior de solidaridad que el
registrado entre quienes tienen un nivel de estudios inferior (37,5 por
ciento).
También la clase social de los mayores es determinante para
adoptar este comportamiento solidario. Así, más de la mitad de personas
mayores de clase social alta, media-alta y media (52,5 por ciento)
ayudan económicamente a familiares mientras que este porcentaje entre
quienes pertenecen a la clase media-baja y baja es significativamente
inferior (37,9 por ciento).
Por otro lado, el número de ayudas destinadas a las personas
mayores ha sufrido un descenso de cinco puntos respecto al estudio de
2010. Así, actualmente, los mayores que reciben algún tipo de ayuda
económica de familiares se sitúa en un 7,5 por ciento, una bajada
significativa respecto al 12,5 por ciento que recibían ayuda en 2010.
Entre ellos, las mayores que viven solos (13,6 por ciento)
registran un porcentaje significativamente superior de ayuda que
aquellos que viven acompañados (5,2 por ciento) y, en relación a su
nivel de estudios, son los que tienen hasta estudios primarios, con un
8,7 por ciento, los que tienen más ayuda familiar, frente al 4,6 por
ciento registrado entre quienes tienen estudios más elevados.
Finalmente, atendiendo al estatus social se observan diferencias
en el mismo sentido, ya que el porcentaje de personas mayores de clase
social media-baja o baja que reciben alguna ayuda económica de
familiares (8,6 por ciento) es significativamente superior al registrado
entre quienes pertenecen a una clase social más alta (3,2 por ciento).
De este modo, quienes reciben ayuda de sus hijos se caracterizan
principalmente por vivir solos, haber recibido una formación básica como
mucho y pertenecer a las clases más bajas.
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