BARCELONA.- Uno de cada tres empleados no trabajará durante este
segundo trimestre del año ya sea porque está en el paro o porque se ha
visto afectado por un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo). Son las estimaciones que ha realizado Funcas sobre
el impacto en la economía española de la Covid-19 y recoge La Vanguardia.
La
tasa de paro que
cerró el año pasado en el 13,8% llegará al 19,9% en el segundo trimestre
del año. Si se agregan los afectados por ERTE –que no computan como
parados a efectos estadísticos pero tampoco trabajan–la tasa de
desempleo llegaría al 34,1% del total.
El shock debería corregirse a final de año pero aun así Funcas espera que se destruyan cerca de 900.000 puestos de trabajo.
El impacto, como ya han pronosticado otros organismos como
el Fondo Monetario Internacional o el Banco de España, será muy distinto
por sectores. En el mejor de los casos, el negocio de los alojamientos y
la restauración tendrá una caída de ingresos del 20% a final de año.
Esa previsión se basa en que haya una cierta reapertura de la actividad a
partir de mediados del mes que viene. Si no fuera así, la pérdida para
hoteleros y restaurantes sería aún mayor.
Para el global de la economía la previsión más optimista es
que el PIB se hunda un 7% pero podría llegar al 12,5% si las políticas
públicas no son efectivas. Pero lo peor es que el año que viene pese a
darse una recuperación no será suficiente para compensar las caídas de
este ejercicio. A finales del 2022, el PIB (todo lo que produce la
economía en un año) estará aún un 1,9% por debajo del nivel previo a la
pandemia.
Ese dato muestra que algunos de los trabajadores que han
perdido su empleo con la pandemia no volverán al mercado laboral ni este
año ni el próximo. Y lo mismo sucederá con algunas empresas que no
remontarían el vuelo quizás nunca. Sólo en el mes de marzo se han
perdido 100.000 empresas, un 7,4% del total de empresas existentes.
María Jesús Fernández, economista de Funcas, señala que el
elemento más difícil de identificar es el de la capacidad de las
empresas para la recuperación. “Si no es eficaz la política económica o
se dispara la prima de riesgo la situación podría ser peor”, añadió.
En el informe de Funcas se avisa de los riesgos de la caída
de la demanda: “los hogares ajustarían su gasto en consumo, tanto por
las restricciones asociadas al confinamiento como por la erosión de su renta disponible y el
incremento del ahorro de precaución”. Es una situación similar a la que
se dio en la crisis anterior.
El informe de Funcas
compara también las medidas
tomadas en diferentes países europeos. El informe señala que en España
se ha destinado una menor
cantidad de recursos destinados al impulso fiscal, especialmente en comparación con los países
anglosajones. “Las garantías de crédito y moratorias, por su parte, alcanzan un nivel elevado, si bien también se sitúan en la franja inferior del ran-king”.
añade el servicio de estudios de las cajas de ahorros.
En cuanto a
las ayudas a las pymes se destaca que mientras en España son
avales y créditos blandos en otros países
son inyección directa de tesorería.
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