BRUSELAS.- España podría perder en los próximos siete
años casi 20.000 millones de euros en ayudas regionales y agrícolas de
la UE respecto a lo que recibe en la actualidad si prospera la propuesta
de presupuesto para el periodo 2014-2020 presentada por el presidente
del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, según han informado fuentes
diplomáticas.
Van Rompuy ha planteado un recorte de hasta 80.000 millones de
euros a la propuesta original de Bruselas en un intento de contentar a
los países contribuyentes netos y facilitar un acuerdo sobre el
presupuesto plurianual en la cumbre que se celebrará el 22 y 23 de
diciembre.
El Gobierno español está "descontento" con el plan de Van Rompuy y no le
parece aceptable porque concentra los recortes en las dos partidas que
más benefician a España: los fondos estructurales y la política agrícola
común. Según las primeras proyecciones, España perdería en concreto más
de un tercio de las subvenciones regionales y un 17% de las ayudas
agrícolas.
Además, la propuesta no tiene suficientemente en cuenta la
situación de los países más afectados por la crisis, según denuncian las
autoridades españolas. En particular, el reparto de fondos se calculará
con los datos de renta 2007-2009, que todavía no reflejan plenamente el
impacto de la doble recesión. Van Rompuy ofrece una cláusula de
revisión del marco financiero pero no concreta qué cosas podrían
renegociarse.
A España tampoco le gusta "nada" que se reduzca del 66% que
proponía Bruselas al 57% el volumen mínimo de fondos que recibirán
Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha entre 2014 y 2020 en comparación
con el periodo actual. También recibirán ayudas específicas aunque
inferiores y todavía difíciles de calcular Murcia, Canarias y Melilla al
quedar catalogadas como "regiones en transición" (con PIB entre el 75% y
el 90%).
Para todas estas comunidades, la propuesta Van Rompuy recorta de
400 a 300 euros la prima por parado prevista para las regiones cuyo
nivel de desempleo supera la media, algo que el Gobierno considera
también injusto.
España reclamará que, por estar en crisis, se le aumente la tasa
de cofinanciación de los fondos europeos (que está de media en el 75%)
ya que la autoridades regionales apenas tienen difícil poner el dinero
restante debido a los recortes.
Otra de las propuestas incluidas en el plan Van Rompuy que el
Gobierno rechaza es que se congelen las ayudas regionales a los países
con déficit excesivo que no sigan las recomendaciones de la UE.
Considera que se trata de un "doble castigo" ya que el incumplimiento
del déficit ya acarrea la imposición de multas.
En todo caso, las autoridades españolas restan trascendencia a la
negociación del presupuesto de la UE ya que sólo representa el 1% del
PIB comunitario. Cualquier bajada de la prima de riesgo generaría
rápidamente ahorros superiores a los 20.000 millones de euros en juego,
sostienen. Además, por primera vez España será contribuyente neta a las
arcas comunitarias y por ello es partidaria de contener el gasto.
POCAS POSIBILIDADES DE ACUERDO
La primera discusión a puerta cerrada este jueves de la propuesta
que Van Rompuy puso de manifiesto que será muy difícil un acuerdo en la
cumbre de la semana que viene. "Con lo que hay sobre la mesa no es
posible el acuerdo", señalan las fuentes consultadas.
Los contribuyentes netos (Dinamarca, Suecia, Alemania, Reino
Unido, Austria, Holanda y Finlandia) celebraron las reducciones
propuestas por el presidente del Consejo Europeo, pero reclamaron
todavía más recortes.
El resto de Estados miembros denunciaron que los recortes son
excesivos en cohesión (España, Polonia, Hungría, Eslovenia, Portugal,
Bulgaria, Estonia, República Checa, Malta, Eslovaquia, Letonia, Italia,
Grecia y Lituania) y en agricultura (España, Bélgica, Eslovenia,
Francia, Portugal, Bulgaria, Austria, Estonia, Malta, Italia e Irlanda).
Alemania, Finlandia y Dinamarca sostuvieron que el plan Van Rompuy
es una "buena base" para empezar las negociaciones, mientras que
España, Francia, Eslovenia, Portugal y Rumanía lo rechazaron como punto
de partida.
La cumbre de la semana que viene comenzará a las 20:00 horas del
jueves pero desde las 10 de la mañana los diferentes líderes europeos
irán pasando por el despacho de Van Rompuy para plantear sus
reivindicaciones. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tiene
asignadas las 18:00 horas para ir al denominado "confesionario".
Tras la reunión plenaria del jueves por la noche, el viernes se
reanudarán las bilaterales. El presidente del Consejo Europeo ha hecho
llegar al resto de líderes que plantea la cumbre como un "cónclave" del
cual no saldrán hasta que haya "fumata blanca" con el presupuesto, por
lo que se podría prolongar durante el fin de semana.
Sin embargo, si se constata enseguida que el acuerdo es imposible
podrían parar las negociaciones pronto y convocarse un nuevo Consejo
Europeo a principios de febrero.
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