"Si una parte de nuestro país sufre las consecuencias de la sequía, al final lo estamos sufriendo todos. Si una parte ve con angustia cómo se vacían los embalses, todas las administraciones tenemos la obligación de responder como el gran país que es España, y debemos hacerlo con solidaridad", ha manifestado.
Sánchez ha realizado este discurso, en una comparecencia ante los periodistas sin preguntas, tras visitar las instalaciones de la desaladora de Torrevieja, "la mayor planta desalinizadora de toda Europa".
Una planta que ha puesto como ejemplo del compromiso contra "las consecuencias más devastadoras del cambio climático".
"El Gobierno está haciendo todo lo
que está en su mano para hacer frente a la sequía en base a tres
principios: solidaridad, planificación y ciencia".
La visita
del presidente llega en un contexto de fuerte sequía en Cataluña y
varios puntos de Andalucía y tras el anuncio del Gobierno de enviar
barcos de agua de abastecimiento desde Sagunto a Barcelona.
Sánchez ha enfatizado la inversión de "más de 2.200 millones de euros
desde 2018 en diversas actuaciones en materia de agua" en España y ha
asegurado que el Gobierno seguirá "trabajando desde un punto de vista
social y territorial para garantizar el consumo de agua humano y de
regadío".
Igualmente, ha afirmado que no se escudarán en
"excusas competenciales" y se ha comprometido a colaborar con "los
territorios que lo piden para garantizar el agua", en un contexto de
cambio climático que conllevará "consecuencias devastadoras".
"No se trata de una amenaza incierta, sino de mitigar los efectos,
adaptarnos a los efectos de algo que está entre nosotros, el cambio
climático", ha sostenido, al tiempo que ha apuntado que, de acuerdo con
informes de la ONU, la región mediterránea será "epicentro mundial de la
sequía", por lo que a su juicio "el único dogmatismo es el que procede
de discursos negacionistas".
El jefe del Ejecutivo ha hecho hincapié en la planificación, que a su
juicio exige actualizar la normativa de los planes de sequía y "volcar
recursos económicos". Al respecto, ha resaltado la inversión de 23.000
millones de euros para "hacer frente a escenarios de sequía" en 6.000
actuaciones y ha citado la "inversión histórica en regadíos", con 5.000
millones desde 2022 a 2027 para modernizar 27.000 hectáreas, lo que
beneficiará a cerca de 20.000 agricultores.
En esta línea, ha
precisado que los planes hidrológicos se aprobaron con el "objetivo
ambicioso" de duplicar la capacidad de desalinización, para lo que la
provincia de Alicante cuenta con tres proyectos en marcha que afectan a
23.000 hectáreas de la Comunidad General de Riegos de Levante de la
margen izquierda del Segura, y ha mencionado los cuatro proyectos para
digitalización de ciclo urbano del agua de la Comunitat Valenciana que
cuentan con 29 millones de euros.
"Estos datos demuestran que
estamos apostando por la innovación y la eficiencia a la hora de
administrar con inteligencia un recurso tan valioso como el agua", ha
subrayado el presidente.
En cuanto a la ciencia, ha destacado
que "ha convertido a España en líder europeo en producción de agua
desalada y en cuarto a nivel mundial en capacidad instalada, con cerca
de 5 millones de metros cúbicos al día de agua tratada", y ha resaltado
las inversiones de 813 millones de euros en inversiones en estas plantas
en Alicante, Murcia y Almería.
"Planificación, solidaridad y
ciencia frente al negacionismo, para hacer frente a uno de los mayores
retos que tenemos como país, también el sector primario, para mitigar y
adaptarnos a los efectos del cambio climático", ha manifestado.
Respecto a la planta de Torrevieja, Sánchez ha puesto en valor las
obras de ampliación de la desalinizadora, que permitirá "incrementar la
capacidad de producir agua desalada en un 50 por ciento", al pasar de
los 80 hectómetros cúbicos actuales a 120 hm3 al año.
Esta
decisión, ha resaltado, "reafirma que el Gobierno concede máxima
prioridad a las políticas de agua para combatir la sequía, mitigar y
adaptarse a los efectos reales del cambio climático".
La ampliación de
la planta permitirá la "mejora de acuíferos de agua de riego, donde
utilizar agua desalinizada y la sustitución de recursos hídricos", para
lo que se empleará la energía solar, lo que hará "aún más sostenible" la
desaladora.
Sánchez ha añadido que el uso de la energía solar
también servirá para reducir el precio del agua desalada "en alrededor
de cuatro céntimos por metro cúbico, con mayor eficiencia y para
garantizar las necesidades hídricas de abastecimiento, desde el punto de
vista humano y de regadío".
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