MADRID.- España es la frontera sur de la OTAN y de la Unión Europea, el último
territorio aliado antes de darse de bruces con el Magreb. Este hecho
objetivo es el argumento que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares,
esgrime con frecuencia para resaltar la importancia de las relaciones
con el norte de África, especialmente con Marruecos y con Argelia. El primero, por ser nuestro principal socio comercial y vecino en dos
puntos fronterizos terrestres; y el segundo, por ser proveedor del 23%
de nuestro gas. Sin embargo, pese a los esfuerzos del jefe de la
diplomacia española, esos dos países demuestran con frecuencia que la
relación no es entre iguales, y que ellos mandan en sus negociaciones
con España, según recuerda El Mundo.
El último ejemplo de ello fue la cancelación el
pasado domingo por la noche de la visita que Albares iba a realizar a
Argel. El viaje suponía una escenificación de la normalización de unas
relaciones que se rompieron el 18 de marzo de 2022 tras
el giro de la postura de España sobre el Sáhara.
Según ha sabido El Mundo,
fue Argelia quien se empeñó en anunciar el viaje, un acuerdo que
forma parte de las negociaciones diplomáticas de las visitas. Así, tras
concretar ese punto, el jueves los dos Ministerios de Asuntos Exteriores
hicieron público en un escueto comunicado la gira del ministro. Una vez
cerrada la cita, la diplomacia se puso en marcha para ultimar detalles
de la agenda. Albares se iba a reunir con su homólogo, Ahmed Attaf, y se
negoció un encuentro con el presidente del país Abdelmadjid Tebboune,
aunque no llegó a concretarse. También se tramitaron visados para más
de una decena de periodistas que acompañarían al ministro.
En paralelo a estos trabajos de organización diplomática, a las
playas de Ceuta comenzaron a llegar a nado inmigrantes procedentes de
Marruecos. Así desde la madrugada del viernes hasta ayer por la mañana
se registraron más de 150 intentos de entrada a nado afectando ambas bahías de la ciudad. El Mundo ha confirmado los indicios del Gobierno de que esas entradas
pueden ser una respuesta de Marruecos en protesta al acercamiento a
Argelia, su histórico enemigo.
Sin embargo en la mañana del lunes,
cuando ya se había cancelado el viaje de Albares, los gendarmes
marroquíes salieron con una embarcación para recoger dos jóvenes
migrantes que se encontraban nadando cerca del espigón en Benzu,
regresando hasta la playa de Belliones.
De manera inesperada, a las ocho de la tarde del domingo, el
Ministerio de Asuntos Exteriores comunicó en una escueta nota que el
viaje se aplazaba "por motivos de agenda argelina". Que fuera Argelia
quien insistió en que se hiciera público el viaje y ellos quienes lo
aplazan muestra que España tiene más voluntad política por
resolver la situación que el país del Magreb.
De hecho, ahora mismo las
cifras respaldan la superioridad de Argel en las relaciones. Tal y como
ha sabido El Mundo, la relación entre los Ministerios es complicada
desde hace tiempo.
Así, Exteriores se empleó el primer trimestre
de 2022
en cerrar una visita del argelino Ramtane Lamamra, homólogo entonces de
Albares, a España. Lamamra aplazó en varias ocasiones ese viaje, que
se desechó del todo tras el cambio de la postura de España sobre el Sáhara y la retirada de su embajador en Madrid el 19 de marzo de 2022.
Argelia suspendió entonces el tratado de amistad
con España, congeló las importaciones nacionales y, aunque garantizó el
suministro de gas, Italia pasó a ser el socio preferente en la
negociación de esta materia.
Además, descendió la frecuencia de vuelos
entre Madrid y Argel. Estos dos años de silente negociación han
conseguido pasos para volver al punto en el que estaban las relaciones:
el 14 de enero se autorizó las exportaciones españolas
de productos avícolas, y el 5 de febrero, las de carnes rojas. Pero
cuando la visita de Albares para un nuevo punto de partida era
inminente, Argelia antepuso otras prioridades de su agenda.
En Marruecos el funcionamiento es a la inversa, aunque también sirve
para constatar que ellos tienen la superioridad en las negociaciones. El
reino alauita ha accedido a varios encuentros con España. Sánchez
incluso fue invitado a la mesa de Mohamed VI para celebrar un iftar,
el momento de la ruptura del ayuno durante ramadán.
Y firmaron un
documento lleno de triunfos sobre el papel. Que incluía la creación de
una aduana en Ceuta por primera vez y la reapertura de la de Melilla.
Sin embargo, y pese a que Albares habla con su homólogo, Naser Burita,
con frecuencia, España no ha conseguido aún la normalización en los
cruces por la aduana.
En su última visita a Rabat, Albares no pudo fijar
una fecha sobre la normalización de los intercambios comerciales y
aludió a "cuestiones técnicas"
de Marruecos para que no se produjeran. Como en el caso de Argelia, es
el país de Mohamed VI quien decide cuándo y cómo hace tratos con España.
Fuentes de Exteriores no dan por perdido el encuentro con
Argelia, sino por aplazado. Y otras fuentes diplomáticas consultadas por
este diario aseguran que "si hay voluntad política, se puede organizar
una visita de un día para otro". Aunque, de momento, Argelia no
encuentra fecha para el encuentro y España espera que el goteo de
inmigrantes a las playas de Ceuta descienda.
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