ALMERÍA.- El rescate y atención a ocupantes de
pateras como la última con 79 personas llegada a Almería procedente del
norte de África han conllevado la adecuación, en ciertos casos, de los
protocolos de seguridad e higiene ante la pandemia del Covid-19 tanto
entre los trabajadores de Salvamento Marítimo como entre los agentes de
Policía Nacional, quienes los custodian tras su llegada a puerto, así
como por parte de los voluntarios de Cruz Roja, que dispensan ayuda
humanitaria y la primera atención sanitaria.
Muchas de las actuaciones preventivas ante el coronavirus ya
formaban parte del protocolo habitual en el rescate de pateras por parte
de Salvamento Marítimo, desde donde han especificado que
desde "hace años" se optó por el uso de equipos de protección basados
en guantes y mascarillas para evitar posibles transmisiones de
enfermedades infecciosas.
En este sentido, las tripulaciones disponen de un lector de
temperatura por infrarrojos que les permite medir la fiebre de las
personas auxiliadas para, en caso de ser necesario, solicitar apoyo
sanitario una vez que la nave de rescate llegue a tierra.
No obstante, Salvamento ha implantado medidas adicionales entre
los miembros de la flota marítima para su trabajo diario, que implica la
reducción de ejercicios, entrenamientos, vigilancias y mantenimientos, o
la ampliación de los periodos de trabajo de las tripulaciones
disminuyendo así los viajes e interacción con las tripulaciones de otro
turno.
"En el caso de las salvamares, salvo que sea imprescindible para
asegurar la operatividad de la embarcación, no será necesaria la
presencia de la tripulación en la unidad durante su jornada laboral",
recoge el protocolo de Salvamento, por el que también se cancelan los
cambios de tripulantes durante los embarques y se establecen relevos de
toda la tripulación en un día y hora, de forma que los que desembarcan
deben dejar la unidad desinfectada.
Las medidas de protección individual también se encontraban ya
implantadas entre los miembros de la Policía Nacional que custodian a
los extranjeros hasta su puesta a disposición judicial por entrada
irregular en el territorio nacional, aunque la desinfección del centro
de atención temporal a extranjeros (CATE) en el Puerto de Almería se ha
acentuado.
La Policía se ha mostrado "a disposición de las autoridades
sanitarias" a la hora de determinar si es preciso o no realizar test de
Covid-19 a las personas auxiliadas, aunque por el momento las
instrucciones del Ministerio limitan la ejecución de pruebas únicamente a
aquellas personas que muestran síntomas de haber contraído el virus.
No obstante, desde algunas asociaciones policiales como UFP han
advertido que las dificultades para la repatriación de inmigrantes ya
que la vía de expulsión está inoperativa "por el cierre de fronteras",
por lo que han reclamado a Interior soluciones al respecto.
Por su parte, el coordinador provincial de Cruz Roja Almería,
Francisco Vicente, ha detallado que se han establecido medidas de
protección "como a cualquier sanitario" tanto para el personal médico
como mediador, de modo que al uso de guantes y mascarillas se han
incorporado acciones de mayor distanciamiento social y lavado de manos.
"En vez de aglomerar a las personas, dejamos un espacio entre
silla y silla para tener una distancia adecuada", ha indicado Vicente,
quien en este sentido ha detallado que las nuevas instalaciones de la
entidad, más espaciosas, permiten atender a los grupos divididos en
espacios más pequeños. "En las duchas que son para cinco personas, ahora
se duchan de dos en dos. Es más lento, pero igual", ha abundado.
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