SEVILLA.- La ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero,
anunció en el Congreso de los Diputados que presentará
«una propuesta de armonización de impuestos cedidos para que se atenúen
situaciones de competencia desleal o de dumping entre comunidades»,
principalmente el impuesto de sucesiones y donaciones y el de
patrimonio, recoge Abc.
Esta medida, que vincula a la reforma de la financiación autonómica,
representa un ataque encubierto a la rebaja fiscal aprobada en el mes
de mayo por el Gobierno del PP y Ciudadanos en Andalucía.
El decreto ley convalidado en el Parlamento andaluz, que respondía a un compromiso electoral,
contemplaba la rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones en un 99
por ciento para cónyuges, hijos, nietos y padres; la reducción
progresiva del tramo autonómico del IRPF entre medio y tres puntos
porcentuales para equiparar la cuota autonómica a la estatal, y la
bajada del impuesto de transmisiones patrimoniales para familias
numerosas y el de actos jurídicos documentados.
La
idea de armonizar impuestos entre distintas comunidades ha sido una
demanda recurrente de Montero al anterior Gobierno de Mariano Rajoy
cuando
era consejera andaluza de Hacienda. La ministra siempre ha sido
partidaria de establecer márgenes para evitar que las comunidades
compitan entre ellas por resultar más atractivas fiscalmente.
La campaña de la Asociación Stop Impuesto Sucesiones —que
reunió más de 150.000 firmas para tumbarlo—, agitada en las redes
sociales, y la presión de Ciudadanos obligaron al anterior Ejecutivo
socialista a ceder.
Para contentar al partido naranja y sacar adelante
los presupuestos, elevó a un millón de euros el tope exento de pagar el
tributo desde enero de 2018. Con la llegada del PP y Cs al Gobierno
andaluz en enero de 2019, se mantiene esa reducción ampliando la
bonificación del 99 por ciento para todos los familiares directos,
independientemente de la herencia que reciban.
La
rebaja aplicada
por el nuevo Ejecutivo autonómico también afecta a las donaciones. A
modo de ejemplo, si un padre decide donarle a su hijo 8.000 euros, hasta
ahora abonaba a la Agencia Tributaria de Andalucía el 8,5 por ciento
(680 euros). Con la entrada en vigor de la reforma, sólo pagarán 6,8
euros.
Dentro de su ofensiva contra los que reclamaban bajar el tributo, la entonces consejera de Hacienda, María Jesús Montero,
lanzó un simulador «online» con el fin de que los ciudadanos pudieran
conocer con antelación el hipotético importe de la liquidación al que
tendrían que hacer frente en el caso de heredar de parientes directos
con el objetivo de «derribar falsos mitos».
A pesar de
que siempre defendió que el impuesto sólo lo pagaban los ricos, cediendo
a la presión de Ciudadanos, acabó eximiendo del pago a los familiares
directos que heredasen menos de un millón de euros.
Para acallar la presión social generada en 2017 para que bajara el tributo que grava las herencias en Andalucía,
cuando era consejera planteó limitar el margen normativo de las
comunidades para diseñar este impuesto y aplicar una ensalada de
bonificaciones diferentes.
La hoy diputada socialista por Sevilla
defendió que este y otros impuestos sirven para «redistribuir la
riqueza» porque «los que más tienen que pagar más». Desde la Junta retó
al Gobierno de Mariano Rajoy a eliminar este impuesto estatal a cambio
de compensar a la comunidad por los casi 400 millones que dejaría de
ingresar.
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