BRUSELAS.-
La Comisión Europea (CE) dio este martes el primer paso para que en el
futuro todos los países de la Unión Europea (UE) establezcan un salario
mínimo "justo" mediante la apertura de una consulta pública sobre sus
planes con sindicatos y patronales comunitarios.
La
idea, una de las propuestas destacadas del nuevo Ejecutivo comunitario,
no es fijar un salario mínimo común en todos los países -de hecho, la
UE no tiene competencias salariales- sino asegurar que los existentes en cada Estado permiten tener unos ingresos decentes.
Aunque la Comisión no plantea una cifra, el ahora vicepresidente de la institución Frans Timmermans propuso el año pasado que el salario mínimo fuese de al menos el 60 % del sueldo medio del país, que ahora no se alcanza en la mayoría de ellos.
En la mitad de los países, el salario medio no llega al 50 % y, en algunos -como Alemania o Luxemburgo-, no permite evitar el riesgo de pobreza.
La consulta es el primer trámite de un proceso que durará meses hasta elaborar una propuesta que tenga en cuenta las sensibilidades de los Veintiocho, entre los que la situación es muy diferente.
"Nunca se planteó introducir un salario mínimo con una única cifra en la UE. En cambio, trabajamos sobre un marco legal para un salario mínimo en Europa. No todos los Estados miembros lo tienen establecido por ley", comentó en una rueda de prensa el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.
La gran mayoría de países de la UE tiene un salario mínimo, a excepción de Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia y Suecia, dónde se fijan a través de convenios colectivos, y Chipre, que establece importes reglamentarios para diferentes empleos.
Mientras Italia y Chipre están planteándose introducir un salario mínimo general, los países nórdicos y Austria defienden que su sistema de negociación colectiva ha funcionado durante décadas y se niegan a modificarlo.
Aunque la Comisión no plantea una cifra, el ahora vicepresidente de la institución Frans Timmermans propuso el año pasado que el salario mínimo fuese de al menos el 60 % del sueldo medio del país, que ahora no se alcanza en la mayoría de ellos.
En la mitad de los países, el salario medio no llega al 50 % y, en algunos -como Alemania o Luxemburgo-, no permite evitar el riesgo de pobreza.
La consulta es el primer trámite de un proceso que durará meses hasta elaborar una propuesta que tenga en cuenta las sensibilidades de los Veintiocho, entre los que la situación es muy diferente.
"Nunca se planteó introducir un salario mínimo con una única cifra en la UE. En cambio, trabajamos sobre un marco legal para un salario mínimo en Europa. No todos los Estados miembros lo tienen establecido por ley", comentó en una rueda de prensa el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.
La gran mayoría de países de la UE tiene un salario mínimo, a excepción de Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia y Suecia, dónde se fijan a través de convenios colectivos, y Chipre, que establece importes reglamentarios para diferentes empleos.
Mientras Italia y Chipre están planteándose introducir un salario mínimo general, los países nórdicos y Austria defienden que su sistema de negociación colectiva ha funcionado durante décadas y se niegan a modificarlo.
"No
se trata de fijar un salario mínimo europeo uniforme ni de obligar a los
países a introducir un salario mínimo reglamentario. Se respetarán las
tradiciones nacionales de negociación colectiva", insistió el
vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, al
presentar la iniciativa ante la Eurocámara.
De hecho, los ingresos mínimos en esos países se encuentran entre los más altos de la UE, con Dinamarca a la cabeza (27.341 euros netos al año), seguida de Luxemburgo (21.489 euros), mientras que los más bajos se dan en Bulgaria (2.902 euros netos anuales), Rumanía (3.252 euros) y, en general, en el este del continente.
En España, el país que más subió el salario mínimo en 2019, a 900 euros mensuales, los ingresos netos anuales con este sueldo son de 11.573 euros, en la mitad de la tabla en comparación con sus socios europeos, según Eurofound.
La abultada diferencia es explotada por algunas empresas que, usando las normas que permiten a los trabajadores europeos ejercer libremente en todos los países de la UE, emplean en aquellos con salarios más bajos a personas que terminan ejerciendo en Estados con sueldos más altos, causando así el llamado "dumping" social.
Schmit apuntó hoy que espera proponer una nueva garantía juvenil "reforzada" antes del verano, ya que los jóvenes siguen afrontando problemas para acceder al mercado laboral o no cuentan con suficiente preparación.
De hecho, los ingresos mínimos en esos países se encuentran entre los más altos de la UE, con Dinamarca a la cabeza (27.341 euros netos al año), seguida de Luxemburgo (21.489 euros), mientras que los más bajos se dan en Bulgaria (2.902 euros netos anuales), Rumanía (3.252 euros) y, en general, en el este del continente.
En España, el país que más subió el salario mínimo en 2019, a 900 euros mensuales, los ingresos netos anuales con este sueldo son de 11.573 euros, en la mitad de la tabla en comparación con sus socios europeos, según Eurofound.
La abultada diferencia es explotada por algunas empresas que, usando las normas que permiten a los trabajadores europeos ejercer libremente en todos los países de la UE, emplean en aquellos con salarios más bajos a personas que terminan ejerciendo en Estados con sueldos más altos, causando así el llamado "dumping" social.
Schmit apuntó hoy que espera proponer una nueva garantía juvenil "reforzada" antes del verano, ya que los jóvenes siguen afrontando problemas para acceder al mercado laboral o no cuentan con suficiente preparación.
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