MADRID.- En el listado de qué servicios se encarecerían en este 2020, los de
telecomunicaciones no aparecían. Pero en la industria ya empiezan los
movimientos que podrían desembocar en una subida en un sector que en los
últimos años, pese a lo que pueda parecer, ha visto resentido su nivel
de ingresos. Ha abierto la veda Telefónica, a través de su marca Movistar, que ha retocado sus primeras tarifas al alza, dejando la pelota en el tejado a Orange y Vodafone, según Economía Digital.
La compañía azul subirá su fibra y su ADSL en tres euros mensuales
(36 al año), sin mejoras asociadas. Es un encarecimiento que ya afectaba
desde 2019 a nuevos clientes, pero que ahora se trasladará a los
antiguos a partir del próximo 14 de febrero.
De acuerdo al portal especializado Xataka, el servicio de
fibra de Movistar es ahora 24 euros más caro que hace cinco años. Se
trataría del octavo encarecimiento de precios que la compañía ha
encadenado desde 2014.
O2 y los paquetes Fusión, sin subidas de momento
Del mismo modo que sucedió el pasado año, y a diferencia de lo que ha
ocurrido en anteriores, la compañía deja fuera de esta subida de
precios a los paquetes convergentes, dejando de lado la política
conocida como "más por más": más dinero a cambio de mejoras, no siempre
solicitadas.
Estos paquetes —Fusión en el argot de
Telefónica— incluyen televisión y móvil, además de fibra y teléfono
fijo, y son vitales en el negocio residencial de la compañía: suponen la
mayoría de accesos contratados y el ingreso medio que llega por usuario
supera los 90 euros, siendo la cifra más elevada en el mercado y la más
alta en la historia de la compañía.
Por supuesto, Telefónica tampoco ha incluido en este encarecimiento
de tarifas de fibra y fijo las de la marca O2, que nació el pasado año
enfocada en el segmento low cost y cuyo máximo responsable es Pedro Serrahima, creador de Pepephone, ahora propiedad de MásMóvil.
Razones para la subida: sector deflacionario, guerra comercial y 5G
Pese a lo que pueda parecer, el sector de telecomunicaciones ha visto
resentidos sus ingresos. El propio presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, durante el discurso inaugural del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, se refirió al sector telco como "el más deflacionario" de Europa.
Una cifra para entender qué situación atraviesa el mercado: desde
2008 se ha producido una caída de los ingresos del 24% (en Telefónica ha
sido del 39%), pese a que los niveles de inversión se han mantenido y
Europa, mercado clave para las compañías españolas, ha pasado de
representar el 24% de los ingresos a ser el 16%.
El mismo mensaje lo trasladó meses antes el consejero delegado de la compañía, Emilio Gayo, quien defendió que las inversiones en el sector, sin un cambio en la regulación, "difícilmente" se podrían sostener.
A este respecto, hay que tener en cuenta las próximas subastas del
5G, especialmente la que se producirá en España en los próximos meses.
Telefónica ya advirtió que quería conocer cuáles serían las reglas del
juego y, sobre todo, que éstas no fueran el reflejo de un afán
recaudatorio por parte del Gobierno.
La compañía ya ha tenido que hacer frente a otras subastas y rascarse
el bolsillo. Alemania o Italia son dos ejemplos de cómo las subastas se
han cerrado con recaudaciones superiores a las previstas por partes de
los distintos Ejecutivos.
Tampoco hay que perder de vista la guerra comercial a la que se ha
visto sometidos los tres principales operadores, con la consolidación de
un cuarto, MásMóvil, como la oferta de bajo coste preferida por los clientes que se mueven buscando el precio más barato.
A la espera de Orange y Vodafone en 2020
Queda por ver si, siguiendo la dinámica establecida en la industria
durante los últimos años, el movimiento de Telefónica será replicado por
la francesa Orange y la británica Vodafone, sus dos competidores
inmediatos. La primera retocó tarifas en julio y la segunda lo ha hecho
recientemente este mes de diciembre.
La compañía naranja ha acusado en los últimos trimestres la guerra de
tarifas y ha reducido su facturación, aunque ha mantenido los niveles
de rentabilidad. Su consejero delegado, Laurent Paillasot,
también ha advertido en diferentes ocasiones a las dificultades de
crecer en el mercado cuando hay cuatro operadores, al igual que ha
lamentado las barreras de los organismos de competencia para bendecir
una concentración.
La británica, por su parte, se ha reposicionado en el mercado tras
abandonar el fútbol, lo que se ha traducido en una pérdida de ingresos
que ha mejorado en los últimos meses gracias a sus tarifas ilimitables. También ha visto como bote salvavidas la oferta de Lowi, su plan de bajo coste ha canibalizado, en parte, a la de la propia Vodafone.
Vodafone no quiso esperar a que empezara un nuevo año y reconfiguró
sus tarifas, dejando como afectados a todos aquellos que tengan
contratados sus planes previos a las ilimitadas presentadas en abril.
MásMóvil, el cuarto operador, tampoco se libró de subidas en
2019. Retocó su servicio "Mi Fijo", un producto pensado para aquellas
personas que no están interesadas en fibra óptica ni un plan de datos,
sino que prefieren llamadas ilimitadas. La cuota mensual de su
lanzamiento se encareció solo un mes después del primer mes de servició,
pasando de 10,90 euros a 12,90 euros.
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