LORCA.- El año 2020 arranca con unas
perspectivas menos optimistas que 2019 para el Sindicato Central de
Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), que conmemoró cuarenta años
de esta infraestructura hidraúlica, tras un mes de diciembre muy
negativo para sus intereses.
Primero
fue la intención de la Junta de Castilla-La Mancha de elevar los
caudales ecológicos del Tajo a través de la Red Natura y,
posteriormente, llegó el "trasvase 0" de diciembre, que se sumaba al de
noviembre, un mazazo para los regantes murcianos, almerienses y alicantinos.
Lucas Jiménez, presidente del SCRATS, no ha ocultado su preocupación
en la antena de la Cadena SER por lo que pueda pasar en enero. "Nos
preocupa que los Reyes Magos nos traigan carbón", ironizaba sobre una
decisión que en diciembre levantó grandes críticas desde el 'agro'
murciano.
"Son decisiones políticas que están tomadas y que luego se
intentan argumentar", añade.
Ese carácer de "decisión política" es lo que dice que hay detrás de
la medida del Ministerio de Transición Ecológica de no autorizar agua
para regadío en diciembre por la situación ambiental del Mar Menor.
Destaca JIménez que, en torno al SCRATS y al Círculo del Agua, "hay
unidad en todo el sector para considerar que ha sido un error y que es
un decisión política".
Por eso, apela a recuperar la senda que se venía siguiendo en la que
se cumplía con "exquisitez" todos los puntos marcados en las reglas de
explotación del acueducto y por la ley del Memorándum.
"Los criterios
técnicos han de prevalecer, unas veces será negativo para nosotros y
otras positivo, pero tiene que recuperarse su aplicación", ha
reivindicado Jiménez.
Esto es fundamental, según el presidente del
SCRATS, para el sector agrario, porque "cuando las decisiones no están
claras y no son objetivas, generan inseguridad".
Lucas Jiménez también se ha referido a la investidura de un nuevo
gobierno de coalición entre PSOE y Podemos y las consecuencias que eso
tendría en la política hídrica. Concretamente se ha mostrado preocupado
por las cesiones de agua entre regantes dentro de la propia cuenca.
El SCRATS había planteado en este sentido a la Confederación
Hidrográfica del Segura disponer de una concesión directa de la planta
desaladora de Torrevieja y poder administrarla entre las diferentes
comunidades de regantes, una opción que verían alejarse si se acaba con
la fórmula de cesión de agua entre regantes.
En todo caso, a pesar de la situación de incertidumbre, explica que
los recursos hídricos con los que tenían previsto contar este año les
hacían ser optimistas. En los próximos meses, prevén disponer de 105
hectómetros cúbicos del Trasvase, además del agua desalada y de los
propios recursos de la cuenca.
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