ALMERÍA.- La subida del salario mínimo interprofesional no
pone de acuerdo a agricultores, productores y sindicatos sobre el
impacto de esta medida en el sector agrícola. Si hace unos días COAG consideraba “inasumible” la subida, también FEPEX,
la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de
Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas, adelantaba que "tendrá un
impacto negativo".
FEPEX
sostiene que la última subida del SMI ha supuesto un aumento de costes
adicionales e incrementos salariales y de Seguridad Social de entre un
7% y un 22%. Esto no se ha trasladado a los precios de venta a la
distribución, "lo que ha provocado una fuerte reducción de la
contratación
de trabajadores en el año 2019".
Es por esto por lo que productores y
exportadores creen que una nueva subida "agudizará esta situación y
cuestionará el futuro de determinados cultivos de interés estratégico
para España".
La subida del salario mínimo interprofesional no
pone de acuerdo a agricultores, productores y sindicatos sobre el
impacto de esta medida en el sector agrícola.Si hace unos días COAG consideraba “inasumible” la subida, también FEPEX,
la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de
Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas, adelantaba que "tendrá un
impacto negativo".
FEPEX sostiene que la última subida del SMI ha supuesto un aumento de costes adicionales e incrementos salariales y de Seguridad Social de entre un 7% y un 22%. Esto no se ha trasladado a los precios de venta a la distribución, "lo que ha provocado una fuerte reducción de la contratación de trabajadores en el año 2019".
Es por esto por lo que productores y exportadores creen que una nueva subida "agudizará esta situación y cuestionará el futuro de determinados cultivos de interés estratégico para España".
Ese impacto de una nueva subida ha sido calculado por COAG: la coordinadora agraria estima que los costes laborales se dispararían un 50%. Según Eduardo López, responsable del Área de Relaciones Laborales de COAG, "la producción agraria y el mantenimiento de las explotaciones será inviable, nos lleva a la ruina, habrá un debilitamiento del empleo agrario".
Cree COAG de igual forma que el Gobierno central emplea la figura del decreto ley para aplicar una subida del SMI, debería emplearse para aplicar un control efectivo sobre los precios agrarios, de forma que se pueda garantizar la rentabilidad del sector.
Sin embargo, desde el sindicato CC.OO. consideran que positiva esta medida. Su secretario general en Murcia, Santiago Navarro, lamenta que aún "hay empresas siempre han tendido a no aplicar el salario del convenio, sino por debajo".
Además, cree que con la aplicación del Salario Mínimo Interprofesional acabaría la competencia desleal dentro del propio sector, ya que los costes laborales serían similares en todas las empresas.
En palabras de Navarro "la competencia será equitativa y no habrá competencias desleal como sucede habiendo distintos convenios con distintos salarios".
Hasta 90.000 personas pueden llegar a desempeñar su trabajo en el sector agrícola en los momentos álgidos de producción, y a ellos hay que sumar todos los contratados en la industria agroalimentaria vinculada a la agricultura. CC.OO. eleva a 110.000 el número de trabajadores a quien beneficiaría esta subida.
FEPEX sostiene que la última subida del SMI ha supuesto un aumento de costes adicionales e incrementos salariales y de Seguridad Social de entre un 7% y un 22%. Esto no se ha trasladado a los precios de venta a la distribución, "lo que ha provocado una fuerte reducción de la contratación de trabajadores en el año 2019".
Es por esto por lo que productores y exportadores creen que una nueva subida "agudizará esta situación y cuestionará el futuro de determinados cultivos de interés estratégico para España".
Ese impacto de una nueva subida ha sido calculado por COAG: la coordinadora agraria estima que los costes laborales se dispararían un 50%. Según Eduardo López, responsable del Área de Relaciones Laborales de COAG, "la producción agraria y el mantenimiento de las explotaciones será inviable, nos lleva a la ruina, habrá un debilitamiento del empleo agrario".
Cree COAG de igual forma que el Gobierno central emplea la figura del decreto ley para aplicar una subida del SMI, debería emplearse para aplicar un control efectivo sobre los precios agrarios, de forma que se pueda garantizar la rentabilidad del sector.
Sin embargo, desde el sindicato CC.OO. consideran que positiva esta medida. Su secretario general en Murcia, Santiago Navarro, lamenta que aún "hay empresas siempre han tendido a no aplicar el salario del convenio, sino por debajo".
Además, cree que con la aplicación del Salario Mínimo Interprofesional acabaría la competencia desleal dentro del propio sector, ya que los costes laborales serían similares en todas las empresas.
En palabras de Navarro "la competencia será equitativa y no habrá competencias desleal como sucede habiendo distintos convenios con distintos salarios".
Hasta 90.000 personas pueden llegar a desempeñar su trabajo en el sector agrícola en los momentos álgidos de producción, y a ellos hay que sumar todos los contratados en la industria agroalimentaria vinculada a la agricultura. CC.OO. eleva a 110.000 el número de trabajadores a quien beneficiaría esta subida.
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