MADRID.- El rey Felipe VI ha instado este martes, durante su tradicional mensaje de Navidad, a las instituciones y a los políticos a que atiendan la "demanda clamorosa de serenidad" ante una "contienda política legítima, pero en ocasiones atronadora", y que el "diálogo" y el "consenso" nutran "la definición de voluntad común y la acción del Estado".
Además, ha llamado a "no permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía" y a la "responsabilidad" de las administraciones públicas para que la "noción del bien común" se refleje "con claridad" en cualquier discurso o decisión política.
Lo ha hecho en un discurso, el undécimo de su reinado, dedicado en gran parte a las víctimas y los daños causados por la dana del pasado 29 de octubre en Valencia y otros lugares, que se cobró más de 230 muertos.
"El consenso en torno a lo esencial, no sólo como resultado, sino también como práctica constante, debe orientar siempre la esfera de lo público. No para evitar la diversidad de opiniones, legitima y necesaria en democracia, sino para impedir que esa diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido", ha apuntado el monarca, en un discurso de 15 minutos que este 2024 se ha grabado en el Palacio Real y no en el Palacio de la Zarzuela, como es habitual. Solo en el año 2015 se usó el Palacio Real para el mensaje de Navidad y en este caso el enclave elegido ha sido el Salón de Columnas.
"Esta Nochebuena me gustaría referirme primero, y seguro que me entendéis, a la terrible dana que hace casi dos meses golpeó con inusual fuerza varias zonas del este y sur de España, especialmente en Valencia. Las personas que perdieron la vida y los desaparecidos merecen todo nuestro respeto y no debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que han dejado en sus familias. Miles de personas vieron cómo lo que hasta hacía poco era su pueblo, su barrio, su trabajo, su casa, su negocio, su escuela, quedaban reducidos a escombros o incluso desaparecían. Un hecho difícil de asumir, pero del que todos deberíamos poder sacar las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer".
Con estas palabras ha arrancado el jefe de Estado su discurso de Navidad, queriendo mostrar así el apoyo de la Corona a los afectados por esta tragedia. La fotografía principal que aparece detrás del rey durante su discurso es precisamente la de una imagen que refleja el esfuerzo conjunto de afectados, voluntarios y las Fuerzas Armadas durante las labores de reconstrucción de esta catástrofe. Un facsímil de la Constitución Española, un nacimiento de su colección privada y un árbol de Navidad completan la escenografía del mensaje tradicional.
Felipe VI ha llamado en su discurso a "no olvidar nunca" las imágenes de la riada "que todo lo arrasó" para poner en valor la solidaridad de "quienes abrían sus casas para acoger a los más vulnerables, oponiendo a la fuerza implacable del agua y del lodo la fuerza abrumadora de la solidaridad y de la humanidad".
Y en este sentido, ha querido destacar el trabajo de "vecinos, voluntarios, equipos de protección civil, bomberos, cuerpos de seguridad, Fuerzas Armadas, ONG, y también empresas que organizaron colectas y donaciones".
"La ayuda y la colaboración de todos está propiciando que, poco a poco, las más de 800.000 personas afectadas recuperen paulatinamente en su vida cierto grado de normalidad", ha destacado.
Ha lanzado un claro mensaje a las administraciones- "que las ayudas lleguen a todos los que lo necesiten, para que puedan reconstruir el futuro por el que tanto han luchado- y ha mostrado su comprensión ante la desesperación de los afectados, en clara referencia al episodio vivido en Paiporta: "Hemos comprobado -y entendido- la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones. Porque todas esas emociones -las que conmueven y reconfortan y las que duelen y apenan- surgen de una misma raíz: la conciencia del bien común, la expresión del bien común, o la exigencia del bien común".
Llamada a la serenidad
El rey ha empezado y terminado su discurso dando todo el protagonismo a los afectados por la dana, que ha usado como hilo conductor para hacer su tradicional llamada al diálogo, al consenso, al entendimiento entre diferentes y a la convivencia de todos.
Todo ello, en un contexto caracterizado, un año más, por el enfrentamiento y la falta de acuerdo y diálogo entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, el PP, y donde el nivel de crispación política no hace más que aumentar.
"Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo. Es algo que la reina y yo hemos podido constatar y valorar aún más a lo largo de esta década de reinado", ha aseverado el monarca, para de nuevo poner en valor, un año más, la "gran referencia en España" que es, a su juicio, la Constitución de 1978 en "su letra y su espíritu".
"Un pacto de convivencia se protege dialogando. Por eso es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad. Serenidad en la esfera pública y en la vida diaria, para afrontar los proyectos colectivos o individuales y familiares, para prosperar, para cuidar y proteger a quienes más lo necesitan", ha afirmado Felipe VI en su discurso en el que ha puesto como ejemplo la reforma del artículo 49 de la Constitución, referido a las personas con discapacidad, como "un buen ejemplo de lo que podemos lograr juntos".
Asuntos que "preocupan"
El jefe del Estado ha querido con su mensaje de Navidad poner el énfasis en otros asuntos que le "preocupan" como la creciente inestabilidad internacional, las dificultades en el acceso a la vivienda o la gestión de la inmigración.
En este sentido y en relación al "fenómeno complejo" y de "gran sensibilidad social" que es la inmigración, ha instado al "esfuerzo de integración", al "respeto" de las leyes y normas básicas "de convivencia y civismo", al "reconocimiento de la dignidad que todo ser humano merece" como "pilares" que deben guiar a la hora de tratar la inmigración.
"Sin olvidar nunca la firmeza que requiere la lucha contra las redes y las mafias que trafican con personas", ha añadido.
Felipe VI ha dedicado otro capítulo a la dificultad para acceder a una vivienda para llamar a todos los actores implicados a que "reflexionen, se escuchen los unos a los otros, examinen las distintas opciones y que ese diálogo conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos".
"Esta es la base para la seguridad, el bienestar de tantos proyectos de vida. Y realmente podemos hacerlo", ha añadido. Mención también del rey a las cifras de paro juvenil en España.
Se ha referido igualmente al "escenario exterior cada vez más complejo y cambiante" para mostrar su preocupación por que "con demasiada frecuencia" se "cuestione el derecho internacional", se "recurra a la violencia", se "niegue la universalidad de los derechos humanos" o se "pongan en duda el multilateralismo para afrontar los desafíos globales de nuestro tiempo, como son las crisis climáticas y medioambientales, las pandemias, la transición energética o el comercio y la escasez de los recursos naturales".
"Vemos también, incluso, cómo se llega a discutir la misma validez de la democracia como sistema de gobierno", ha denunciado. Y en este punto ha instado a defender las bases de la democracia liberal y la idea de Europa como "parte esencial de nuestra identidad compartida".
Ya en la parte final de su discurso ha puesto en valor, como es habitual es sus intervenciones navideñas, que "España es un gran país", una nación "con una historia portentosa" pese a sus "capítulos oscuros" que ha "derrotado incluso el acoso terrorista que tantas víctimas causó".
Ha afirmado que es "prometedor" observar el comportamiento de la economía en términos de crecimiento, empleo o exportaciones "pese a lo mucho que nos queda por hacer, por ejemplo, en materia de pobreza y exclusión social".
El discurso de Felipe VI ha terminado con la felicitación navideña del monarca en las cuatro lenguas cooficiales de España y la proyección, sobre el himno nacional, de una imagen de la Familia Real en este año, con motivo del 20 aniversario de bodas de los reyes.
Versión audiovisual: https://www.youtube.com/live/I4w9tz2uioI?si=svvqNoCtIBSsFuXj
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