lunes, 6 de enero de 2020

El Rey y las Fuerzas Armadas con la Constitución / Pablo Sebastián *

Alta tensión en el PSOE y La Moncloa ante la esperada y ajustada votación en el Congreso de los Diputados en la que, previsiblemente, Pedro Sánchez será investido presidente del Gobierno y podrá formar su Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos, con ayuda y abstención de los partidos separatistas Bildu y ERC.

Y frialdad (en las miradas de Sánchez al Rey) durante la celebración de la Pascua Militar en el Palacio de Oriente, donde el Rey Felipe VI subrayó, ante la cúpula de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil el compromiso de las Fuerzas Armadas con España y la Constitución -que les otorga la defensa de la unidad de España- y el compromiso el de la Guardia Civil con el Estado de Derecho, tan denostado por Sánchez en los últimos días.

Afirmaciones solemnes del Rey en presencia del presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, quien recientemente excluyó toda referencia a la Constitución en el texto de su pacto político y de investidura con ERC. Y se calló ante el infame discurso contra el Rey en el Congreso por parte de la diputada Aizpurua de Bildu.

Partido cuyo líder Oriol Junqueras, condenado por sedición y malversación por el Tribunal Supremo, fue reconocido ‘eurodiputado’ por parte del Parlamento Europeo en compañía de los prófugos de la Justicia española Carles Puigdemont y Toni Comín, los que tienen su definitiva acreditación.

Y todo ello como consecuencia de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo de la UE que reconoció la condición de eurodiputados a los tres, a pesar de la condena de Junqueras, lo que según la Junta Electoral Central española le impide ejercer como eurodiputado.

Cuestión esta de los eurodiputados y de la sentencia del Tribunal de la UE sobre la que muy pronto se pronunciará el Tribunal Supremo. El que también deberá anunciar su veredicto sobre la inmediata inhabilitación del Presidente catalán Quim Torra, quien anunció su disposición a desoír y despreciar las decisiones de la Justicia española.

En suma máxima tensión política y judicial en la esperada investidura de Sánchez y arranque de la legislatura. Siempre y cuando no se produzca, en un último momento, algún cambio de voto en las filas del PSOE o entre sus aliados, porque se espera que Sánchez logre la investidura por un solo voto de diferencia, la mayoría simple más uno, menos las abstenciones, del total de los 350 diputados del Congreso.

Lo que ha provocado en el seno del PSOE medidas especiales para seguir y tener controlados a todos sus diputados ante el riesgo de una ausencia o de un voto contrario en sus filas. Lo que no sería nuevo dentro del Grupo de los socialistas del Congreso porque esa ruptura del mandato de unidad de voto ocurrió en otras ocasiones, como cuando acordaron abstenerse durante la investidura de Rajoy en 2016 y los diputados ‘sanchistas’ votaron en contra.

En cuanto a la Pascua Militar, caras muy serias en todos los presentes con y sin uniforme, frialdad de Pedro Sánchez y pésimo discurso de la ministra de Defensa Margarita Robles, lleno de tópicos, y en el que entre sus muchas carencias se olvidó subrayar con el énfasis que lo merece la que será una consecuencia importante del Brexit: el despegue definitivo de las políticas de Defensa y Seguridad de la UE, las que precisamente va a dirigir el Alto Representante y Vicepresidente de la Comisión Europea Josep Borrell.

La ministra no abordó la pésima situación salarial y habitacional de los militares españoles y de la Guardia Civil (discriminada frente al resto de las policías autonómicas), la que ahora Sánchez va a quitar del control del tráfico en Navarra cómo una parte del pago del PSOE al PNV, por sus votos a la investidura.

Ni ha informado la ministra sobre lo que ocurre con los tanques del Ejército de Tierra, qué pasa con los esperados submarinos de la Armada y el escaso presupuesto para maniobras y reparaciones de los muchos buques que hoy están en dique seco. O que ocurre con la aviación y las modernas armas de vuelos no pilotados de las que España adolece.

Y bueno hubiera sido escuchar de la ministra el anuncio de la retirada de Irak de las tropas y helicópteros españoles aún desplegados en esa zona conflictiva, máxime después del ascenso de la tensión entre EE.UU. e Irán y de la decisión del Gobierno de Bagdad de pedir a USA y sus aliados que salgan de su territorio. Bastantes problemas tenemos en España como para que nuestros soldados se vean inmersos en un nuevo conflicto iraquí.

Y bien hecho por el Rey y su discurso con menciones a la Constitución y al Estado de Derecho que seguramente provocaron el rictus de Pedro Sánchez aunque no será eso lo que mañana le quite el sueño a él y su socio Pablo Iglesias sino la esperada votación.

(*) Periodista


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