MADRID.- En España hay más de dos millones de personas mayores
de 65 años que viven solas; de ellas, el 72 % son mujeres. Esta soledad
puede ser elegida o impuesta por circunstancias de la vida, pero parece
que es en Navidad cuando se hace más patente. Las Navidades están
asociadas a la familia, al reencuentro con los que vuelven a casa, a la
imagen de personas felices en torno a una abundancia de ricos platos.
Pero la realidad no siempre es así. No todo el mundo tiene seres
queridos con los que reunirse para compartir mesa o, si los tiene, puede
que no exista reciprocidad en las ganas de estar juntos.
La
compañía de salvaescaleras Hyssenkrupp Homes Solutions ha realizado una
encuesta entre sus clientes mayores de 65 años para saber con quién
celebrarán la Navidad y uno de cada cinco mayores de 65 años pasará las
Navidades completamente solo.
En cuanto a los motivos por los que la pasarán solos estas fiestas, estas han sido las respuestas más frecuentes:
- No tiene relación con sus familiares (32 %).
- Su familia se va de viaje (21 %).
- No viven aquí (15 %).
- No tienen un familiar directo (12 %).
- Los familiares pasan las fiestas con la familia política (9 %).
- Quieren estar solos (6 %).
Lo
sorprendente es que frente a un 60 % de mayores que dicen sentirse
tristes por la soledad en estas fechas, el 40 % disfrutan estando solos y
no les apetece ver a la familia con la que no se llevan bien, cenar en
demasía, trasnochar...
Sin embargo, está
comprobado que salir de la rutina es bueno para el cerebro, que activa
la memoria, facilita el pensamiento e incrementa las capacidades
generales tanto físicas como psíquicas de la persona. Y todo ello
redunda en una mejor salud. Por eso Thyssenkrupp Home Solutions ofrece
algunas ideas para no estar solo y disfrutar de estas Navidades:
Programar una cita especial
Es
posible programar algo ilusionante para estos días, como acudir a un
concierto o a una obra de teatro. Comprar las entradas y reservar un
coche con conductor puede hacerse con tiempo y así tener en el horizonte
una actividad que rompa la rutina y que se espere con alegría. En el
caso de ser creyente, una opción es acudir a la misa del gallo y
celebrar el sentido cristiano de la Navidad en la iglesia mediante un
acto religioso y social.
Irse de viaje
Balnearios,
hoteles con spa, paradores... son lugares que acogen a multitud de
personas solas en estas fechas. No tienen por qué estar lejos, o sí,
como cada uno prefiera. Salir del espacio habitual es bueno para la
mente y para el corazón. Fuera del entorno conocido hay más estímulos
con los que mantener el pensamiento ocupado y menos tiempo para los
malos recuerdos. Está demostrado que viajar combate la depresión, entre
otras muchas ventajas.
Quedar con amigos, la familia elegida
No
elegimos a los yernos, las nueras, los cuñados... ni siquiera a los
hermanos. Puede que algunos miembros de la familia no sean las personas
con las que nos gustaría compartir la Navidad. Con los amigos no ocurre
eso: son los que cada uno elige, cuida y conserva. El ser humano es
sociable y estar en compañía es bueno para la salud y la longevidad. Por
eso, puede ser buena idea preparar una merienda, una cena o una comida
especial para disfrutar con esa vecina de toda la vida o con esos amigos
que prefieren quedar con amigos a comer con sus sobrinos.
Acudir a un lugar público
Hasta
hace poco, todos los establecimientos cerraban en las fiestas
navideñas, pero cada vez más lugares permanecen abiertos. Una opción
para no sentirse solo es acudir a un lugar público después de la comida o
la cena, quizá un café del barrio o el centro social del pueblo para
verse acompañado por multitud de gente.
Hacer un crucero
Las
agencias de viaje saben que cada año aumentan las contrataciones justo
en estas fechas. Un crucero es una fuente de enorme placer, de
conocimiento, una buena ocasión para relacionarse y no sentirse solo en
ningún momento. Durante la estancia a bordo, todo estará hecho y no
habrá que preocuparse de nada más que de relacionarse y disfrutar,
además, normalmente siempre te sientan con otras personas que van solas
en las comidas y las cenas ¡Es facilísimo hacer amigos!.
Ayudar a los demás, ayudarse a uno mismo
Hay
muchas organizaciones de voluntarios que trabajan en estos días con
personas necesitadas. Ayudar a los demás no es solo bueno para quien
recibe, sino más para quien da, porque permite el bien impagable de
sentirse satisfecho consigo mismo. En la medida de las posibilidades de
cada uno, se pueden hacer acciones voluntarias durante todo el año, más
necesarias en estas fechas. También los mayores pueden colaborar de
muchas formas con ONG y programas de voluntariado y, a la vez,
beneficiarse de la compañía de inmigrantes sin familia y sin amigos en
el país de acogida.
Quererse
Pese
al acoso publicitario en pro del consumo, muchos mayores hacen oídos
sordos a los anuncios de la tele y deciden vivir Nochebuena, Navidad,
Nochevieja... como cualquier otro día del año, sin salir de casa. Estar
solo puede vivirse como una desgracia o lo mejor posible. Sin duda, la
segunda opción es la más inteligente. Se puede preparar una cena
especial para uno mismo, comiendo y bebiendo algo extraordinario y rico.
Y habrá que hacerse un regalo: es una buena ocasión para darse un
capricho.
Iniciar una actividad
La
televisión es una buena compañía para quienes están solos. Ver una
película o una serie es una forma de no pensar demasiado en la soledad.
Lo mismo pasa con la lectura. Pero también es buena idea trabajar en
algo extra: cocinar un bizcocho o unas galletas, crear una decoración
festiva, pintar felicitaciones navideñas, empezar a tejer un jersey,
organizar un álbum de fotos, plantar semillas...
Aprovechar las ventajas de la tecnología
A
veces la gente está sola porque sus seres queridos han tenido que
migrar en busca de una vida mejor. Gracias a las nuevas tecnologías
resulta más fácil mantener el contacto con las personas que a uno le
importan. Por eso es importante saber manejarlas. Skype, WhatsApp,
Hangouts... nos brindan la oportunidad de ver a la familia y mantener
conversaciones gratuitas, enviar y recibir vídeos y fotos. Compensa
esforzarse y aprender a utilizar todas estas ventajas que la tecnología
proporciona para estar en compañía, aunque sea virtualmente.
Prevenir para el futuro
Hay
quien detesta estos días por el recuerdo de las personas que faltan y
porque ponen de manifiesto su soledad. En lugar de comportarse como el
Grinch, ese personaje verde dispuesto a arruinar la felicidad navideña a
los demás, es preferible poner remedio, sino para este año, al menos
para el próximo. Hombres y mujeres de toda condición viven en soledad.
Así que no hay que dramatizar, se puede aceptar la situación con
resignación y buen talante o hacer algo por cambiarla: la soledad no es
un estado inamovible. Hay que trabajar las amistades, los afectos, los
contactos, hablar de los sentimientos y cuidarse cada día, disfrutar de
un paseo y del aire libre, hacer ejercicio, no encerrarse, alegrarse de
estar vivo... Y recordar que hay mucha gente sola esperando a compartir
con alguien su Navidad. Es cuestión de tomar la iniciativa.
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