SEVILLA.- La
administración pública tiene la obligación de custodiar los documentos
oficiales originales a pesar de que estamos en la era digital. Los
funcionarios públicos son los responsables de su custodia porque
legalmente tienen potestades para ello y, dependiendo de su rango, se
les encomiendan unas tareas u otras. Entra dentro de la lógica que todas las administraciones, como sucede con muchas empresas,
tengan archivos de seguridad, cajas fuertes o incluso cámaras
acorazadas, elementos que protegen a la documentación de manos ajenas
pero también del agua y del fuego.
Lo que
no parece tan claro es que cuando se produce un cambio de Gobierno no se
entreguen las llaves o, en su caso, los códigos de seguridad a quien
hace el relevo. El traspaso de poderes del PSOE al Gobierno del PP y Ciudadanos en la Junta no ha sido, desde luego, ejemplar.
El
nuevo consejero de la Presidencia recibió un pen drive con información
sobre el personal y las cuentas de la Junta pero poco más. Desde luego, niegan que se les haya trasladado ninguna información sobre los archivos de seguridad y mucho menos sus claves.
Es más. La mayoría de los viceconsejeros están buscando si hay cajas
fuertes en sus departamentos o empresas públicas. El de Hacienda, Juan
Bravo, sabe que hay una caja fuerte (lo informaron el miércoles) pero
todavía no ha encontrado las llaves.
Igual
ha sucedido con la revelación de Abc de que existe una cámara acorazada
en el Palacio de San Telmo. En el Gobierno andaluz trataban de ser
cautelosos y preferían no comentar el asunto. «No me consta», le
dijo en voz baja el consejo de la Presidencia Elías Bendodo a dos
periodistas de radio que se acercaron a preguntarle micrófono en mano.
El PSOE también lo negaba hasta que la web de Abc publicó las
fotografías de la citada cámara acorazada, unas fotografías no
facilitadas por el conducto oficial del Gobierno andaluz.
El
exvicepresidente de la Junta, el socialista Manuel Jiménez Barrios,
desmentía «tajantemente» su existencia. Aunque, en realidad, sus
palabras decían lo contrario: «Hay una habitación de seguridad
donde se guardan las actas originales de los Consejos de Gobierno,
custodiados por la misma jefatura de servicio que antes».
«No
es más que la habitación de seguridad donde se guardan las actas
originales de los Consejos de Gobierno de toda la autonomía andaluza,
como hacen en todos los gobiernos, para proteger dicha documentación de
gran valor histórico de posibles daños», insistía.
La
número dos del PP andaluz, Loles López, echaba más leña al fuego
asegurando que veía al PSOE andaluz «desnortado» ante el caso de los ERE
y las «cajas fuertes», y le aconsejó una «regeneración» que empiece por la secretaria general y expresidenta, Susana Díaz.
No
quedó ahí la cosa porque el PSOE siguió adelante y envió a los medios
una nota de prensa firmada por su número dos, Juan Cornejo, en la que
rechazaba «lecciones» de la secretaria general de los populares
andaluces, Loles López, a la que recomendó que «comience por regenerar
la corrupción en su propio partido y en su propia casa, ya que el PP
carece de credibilidad para dar consejos éticos a nadie al haber sido
condenado por financiación ilegal».
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