SEVILLA.- La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), tras unos meses de noviembre y diciembre con escasas lluvias, ha hecho un llamamiento a las instituciones ante la extrema gravedad que viven los embalses andaluces de cara a las inminentes campañas de riego.
En un comunicado, ha señalado que, aunque la percepción general pueda ser que la sequía ha remitido, "la realidad es muy distinta" porque la reserva hídrica de la región apenas ha pasado del 33% al 33,5%, un incremento de solo medio punto que evidencia que la sequía está lejos de haber terminado.
"Las restricciones para el riego ya alcanzan niveles críticos y la falta de acción de las administraciones pone en peligro la próxima campaña agrícola", explica José Manuel Cepeda, presidente de Feragua.
A pesar de que los sistemas de abastecimiento urbano se encuentran en situación de normalidad, el panorama para el regadío es "desolador", añade.
"Para el riego, la situación es de enorme gravedad", advierte Cepeda.
En el sistema Tinto-Odiel-Piedras, los embalses han pasado del 37,5% al 39,8% y empiezan a bajar sus niveles de embalse; en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, del 28,5% al 29%, e igualmente disminuyen sus reservas embalsadas, en el Guadalete-Barbate, del 27,7% al 28,5%, una mejora mínima del 0,8%.
Y en el Guadalquivir, apenas se ha registrado movimiento, manteniéndose en torno al 35%.
Esta situación ha obligado ya a imponer restricciones significativas en las zonas de regadío.
En el sistema Tinto-Odiel-Piedras, las limitaciones alcanzan el 25%; en el Guadalete-Barbate, llegan al 50%; en las Cuencas Mediterráneas, oscilan hasta el 100% de aguas superficiales en zonas como la Axarquía.
En el Guadalquivir, se esperan restricciones de entre el 60% y el 75%, cifras que se confirmarán en la próxima Comisión de Desembalse en febrero.
Ante esta situación, Feragua alerta de que esta crisis hídrica, lejos de resolverse, podría agravarse si no se toman medidas urgentes. La asociación denuncia la "parálisis de las administraciones", que "no han impulsado ni acelerado obras de regulación ni proyectos de balsas que permitan mitigar la situación a medio y largo plazo".
"Es imprescindible que las autoridades y los medios de comunicación mantengan el foco en la sequía, porque la situación sigue siendo crítica", insta Feragua.
El mapa hídrico regional refleja esta gravedad: mientras los sistemas de abastecimiento están mayoritariamente en situación de normalidad o prealerta (colores verde y amarillo), los sistemas de regadío se encuentran en niveles de alerta y emergencia (naranja y rojo) en todas las provincias y cuencas.
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