En el escrito, se realiza una cronología de los pasos que la Asociación ha seguido hasta ahora con las diferentes administraciones, se detallan todos los escritos, solicitudes de información y cartas a los distintos representantes institucionales.
La Asociación traslada, asimismo, que “en caso de celebrarse el festival, los destrozos y el daño causado al entorno medioambiental serán irreparables”, si bien “lo más grave será la conculcación que, sin duda, se producirá sobre los derechos de los ciudadanos vecinos y visitantes”.
En este sentido, recuerda que en un radio de algo menos de 2 kilómetros, en esa época del año habrá más 20.000 personas que se verán negativamente afectadas (sólo el censo actual de Retamar es de 9.290 personas).
En consecuencia, el colectivo vecinal insiste en su queja en que “los riesgos ya descritos para la salud, servicios públicos, seguridad, protección civil, etc. van a suponer una enorme inversión de recursos públicos y la más que probable necesidad de hacer frente a denuncias e indemnizaciones que presentaríamos los vecinos afectados”.
La Asociación ruega a la institución “que inicie los trámites oportunos para que esta queja llegue a las administraciones afectadas y, tras el análisis de la información correspondiente, se solicite el cambio de ubicación del festival, del que hace ya algunas semanas se encuentran agotadas algunas de las entradas, a pesar de no contar aún con autorización administrativa; salvo para las labores de desbroce” que se iniciaron el 8 de marzo.
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