domingo, 7 de enero de 2024

La Apertura del Año Jubilar de la Santisima y Vera Cruz se convierte en el acto más importante de la Región de Murcia en 2024



CARAVACA DE LA CRUZ.- "Caravaca de la Cruz se convierte en un foco de espiritualidad y de peregrinación, será para todos la luz que nos ilumina, el signo más grande del amor entregado. Peregrinar a Caravaca supondrá entrar en el misterio de amor que nos ha ofrecido Jesucristo; vendremos a Caravaca a participar de su misericordia y de su perdón para sentir la fuerza de la alegría y salir de aquí cargados de la esperanza que necesitamos para afrontar el día a día con un corazón cristiano".       

Con estas palabras el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, se dirigía esta mañana a casi el millar de fieles (incluidos una treintena de sacerdotes y medio centenar de seminaristas) que participaban en la Misa de Apertura del Año Jubilar de la Santísima y Vera Cruz, en la celebración que tenía lugar en la basílica menor-santuario de la patrona de Caravaca, que  se convertía así en el acto más importante de la Región en 2024.
 
Un matrimonio ha sido el encargado de llevar la luz de una almena del castillo-fortaleza hasta el altar mayor de la Basílica para dar comienzo a esta celebración. La Luz Jubilar se encendió este domingo poco después de las doce del mediodía en uno de los torreones del Castillo de Caravaca, mientras que en el interior de la basílica se iniciaba la celebración de la Eucaristía.
 
Esa luz no dejará de brillar hasta la clausura del Jubileo de la Vera Cruz el día 12 de enero de 2025. Con este gesto quedaba inaugurado el Año Jubilar 2024, cuarto que se celebra desde la concesión 'In perpetuum'.
 
El 9 de enero de 1998, la Santa Sede concedió al Santuario, y en torno a la devoción a la Vera Cruz de Caravaca, la celebración de un Año Jubilar, para siempre y cada siete años, celebrándose el primero en 2003. 
 
La concesión del Año Jubilar de Caravaca se fundamenta en la existencia de una tradición peregrinante en torno al Santuario y a la Cruz desde la Edad Media. Se trata de un culto y devoción ininterrumpida desde el siglo XIII

La imagen de la reliquia es todavía hoy el símbolo religioso indiscutible de la Diócesis de Cartagena y de todo el antiguo Reino de Murcia.

Presidía la celebración esta vez José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada, acompañado por el obispo de Cartagena, y junto a ellos el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil; el obispo de Jaén, Sebastián Chico; el obispo de Zamora, Fernando Valera; el obispo de Guadix, Francisco Jesús Orozco; y el obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, junto a medio centenar de sacerdotes. Participaban también en la celebración los seminaristas de los tres seminarios diocesanos: San Fulgencio, Redemptoris Mater y Menor de San José.

En su homilía, el arzobispo de Granada ha invitado a los presentes a acercarse a la Sagrada Reliquia en este "año de gracia y de bienes". Ha animado a los creyentes que participaban en la celebración o que la seguían por televisión a no ocultar su fe en la Cruz, tal y como hacen los caravaqueños "que han recibido el testimonio de primera mano de la pasión y muerte del Señor, el símbolo del cristianismo".

Gil Tamayo ha recordado, además, que este Jubilar es un tiempo de conversión, de contemplar a Cristo, para "salir de aquí haciendo el bien".

El comisario del Año Jubilar y párroco de El Salvador de Caravaca, David Martínez, ha leído la carta que en 1998 envió la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede, concediendo al santuario de la Vera Cruz la celebración de un jubilar a perpetuidad a celebrar cada siete años.

En el decreto de concesión se explica que la Penitenciaría Apostólica concede Indulgencia Plenaria cumpliendo los requisitos establecidos (visitar el santuario de la Vera Cruz, comunión eucarística, confesión sacramental y orar por las intenciones del Santo Padre) durante la celebración del Año Jubilar en las misas de apertura y clausura, o en aquellas celebraciones presididas por el obispo de Cartagena.

Al ser un lugar de peregrinación permanente, la Santa Sede concede también Indulgencia Plenaria fuera del Año Jubilar los días 3 de mayo, fiesta de la Aparición de la Vera Cruz, y 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz; siempre que por devoción se peregrine en grupo al santuario caravaqueño; o una vez al año, en el día que libremente se elija por los fieles.

Antes de comenzar la celebración, la Sala de Cabildos ha acogido la firma en el nuevo Libro de Honor de la Cofradía en la que han participado el hermano mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Luis Melgarejo; el alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García; el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras; el obispo de Cartagena y el arzobispo de Granada.
 
El hermano mayor les ha obsequiado a los cuatro con sendas réplicas en madera de la Cruz de Caravaca que Santa Teresa de Jesús llevó en su hábito (y que se conserva en el convento de las Carmelitas Descalzas de Bruselas) desde que se la regalaron las monjas carmelitas descalzas del convento de Caravaca, que fue fundación directa de la santa abulense, e idénticas a las regaladas al papa Francisco en la audiencia privada que mantuvieron con él cofrades en el Vaticano el pasado 4 de marzo.
 
Todos agradecieron el obsequio y estamparon sus impresiones en el libro. 
 
Gil Tamayo agradeció la invitación y escribió: «En el comienzo del Año Jubilar de 2024 pido al Señor que derrame abundantes bendiciones sobre las buenas gentes de Caravaca y llene de prosperidad la noble Región de Murcia». 
 
Lorca Planes recordó que vive «su tercer año jubilar en Caravaca y doy gracias por esta maravillosa oportunidad de rezar de nuevo ante la Vera Cruz». 
 
López Miras reflejó en sus palabras que «esta tierra será siempre tierra de fe, casa de Dios, guardiana de la Vera Cruz, protectora del afligido y desamparado». 
 
El regidor caravaqueño anotó que «Caravaca se dispone, como ha hecho siempre a lo largo de la historia, a acoger a todas las personas que lleguen hasta aquí atraídos por la luz de gracias de la Vera Cruz»; y Melgarejo: «Hoy comenzamos a compartir con el mundo la vivencia y el mensaje de esperanza que nos irradia la Cruz de Caravaca».

El hermano mayor de la Cofradía ha destacado que hoy Caravaca comienza "a compartir con el mundo la vivencia y el mensaje de esperanza que nos irradia la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. Nos sentimos privilegiados de vivir bajo su amparo y deseosos de que su luz llegue a los corazones de todos aquellos que nos visiten en este año de gracia".

El presidente de la Comunidad Autónoma ha subrayado que participar en esta celebración era para él "un honor y un orgullo, al ser testigo de un tiempo de gracia, un camino de amor y de espiritualidad que llena a Caravaca de la Cruz y a la Región de Murcia. Caravaca será siempre una tierra de fe, casa de Dios, guardiana de la Vera Cruz, protectora del afligido y del desamparado, hogar del peregrino".

Por su parte, el alcalde de Caravaca ha manifestado que hoy comienza un "periodo de gracia ilusionante que nos va a permitir mostrar parte de la identidad de Caravaca y de la Región de Murcia, recibiendo a los miles de peregrinos que llegarán atraídos por la Vera Cruz".

La jornada comenzó a las 09:00 horas con un repique general de campanas desde todas las parroquias, iglesias y conventos del casco urbano y las pedanías de Caravaca de la Cruz, junto a cohetería desde la explanada del Castillo. Y tras la bendición de la Sagrada Reliquia y la adoración por los fieles y devotos, concluyó la ceremonia de Apertura del Año Jubilar 2024.
 
Se abría así un tiempo de gracia para la que es considerada, junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana, una de las cinco ciudades santas del mundo, y en el que se espera que miles de peregrinos llegados desde diferentes puntos del Mundo recorran los distintos caminos de peregrinación y lleguen a la sagrada reliquia de la 'Vera Cruz'. 

Invitados a la celebración solemne

Entre los invitados que se desplazaron hoy a Caravaca para asistir a la Santa Misa de Apertura del Año Jubilar, se encontraba, el  presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, junto al alcalde de Caravaca, José Francisco García.  

Miguel Pascual de Riquelme, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia; Mariola Guevara, delegada del Gobierno en la Región de Murcia; Visitación Martínez, presidenta de la Asamblea Regional de Murcia; José Ángel Antelo, vicepresidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia; los consejeros Carmen Conesa y Marcos Ortuño; los diputados y/o senadores Miriam Guardiola, Isabel Borrego, Caridad Rives, Joaquín Martínez y José Ramón Díez de Revenga; y los diputados regionales Víctor Martínez-Carrasco y Josefa Carreño.

Entre las autoridades militares, asistieron Alberto José Lens, coronel jefe de la Base Aérea de Alcantarilla y Director de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada; Vicente Gonzalvo, coronel de la Fuerza de Guerra Naval Especial; Enrique Richard, coronel CINET - Unidad de Gestión Económica; Gustavo Gutiérrez de Rubalcaba, delegado de Defensa en la Región de Murcia; Carlos Quijano, jefe del RAAA 73 - Comandante Militar de Murcia; Victoriano Gilabert, almirante jefe de Acción Marítima; Pascual Soria, coronel director de la Academia General del Aire; Julián Alcázar, comandante del Regimiento de Artillería Antiaérea; Enrique García, coronel jefe de Regimiento Zaragoza 5 - Acuartelamiento de Santa Bárbara; Ignacio del Olmo, jefe superior de Policía de la Región de Murcia; Diego Mercader, teniente coronel jefe interino de la 5ª Zona de la Guardia Civil; Antonio Corbalán, capitán-jefe de la III Compañía de la Guardia Civil; y José Alfonso Toral, comisario de la Policía Local de Caravaca.

Otros invitados destacados entre decenas de asistentes que llenaron por completo el templo, eran, entre otros, dos antiguos hermanos mayores de la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz, Pedro Guerrero Quadrado y José Antonio Melgares Guerrero; el alcalde de Murcia, José Ballesta Germán; la presidenta de la UCAM, María Dolores García Mascarell, viuda de Mendoza, y Carlos Egea Krauel, presidente de la Fundación Caja Murcia.

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