ALMERÍA.- El Gobierno ha trasladado de improviso a más de 300 inmigrantes de Canarias al hotel Alegría, de cuatro estrellas, ubicado en El Toyo. Así lo han confirmado fuentes
del consitorio almeriense que, además, muestran su indignación por la
"deslealtad institucional" que supone haberse enterado en el último
momento.
Un total de 320 inmigrantes han aterrizado en las últimas horas en Almería trasladados desde Canarias para aliviar la presión sobre las islas que la llegada masiva de cayucos ha provocado en los últimos días.
"Quiero manifestar mi comprensión y solidaridad plena con la situación actual de las Islas Canarias, pero ante una situación tan sensible, en la que estamos hablando de personas, es fundamental la colaboración entre instituciones. El ayuntamiento receptor no puede enterarse de dicho operativo dos horas antes de que sea efectivo", ha denunciado la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez Agüero, quien ha insistido, no obstante, en que su solidaridad con las personas que vienen de otros países está fuera de toda duda, puesto que en la ciudad "conviven en armonía 117 nacionalidades".
"Es una deslealtad institucional no haber contado con nosotros para formar parte de dicha organización y toma de decisiones, y denota la falta de transparencia y cooperación que mantiene el Gobierno de España con las entidades locales", ha lamentado. No en vano, a pesar de que los inmigrantes llegaron esta pasada madrugada, el Ayuntamiento sigue sin saber la cifra exacta.
Según fuentes del operativo, la mayor parte de los ilegales que han llegado a Almería en las últimas horas son varones, de origen subsahariano y mayores de edad. Todos ellos forman parte del Programa de Atención Humanitaria puesto en marcha por el Ministerio de Migraciones para atender a aquellos sin papeles que, por su situación de especial vulnerabilidad, entran a formar parte del sistema de acogida integral.
Lo curioso de este caso es tanto el oscurantismo con el que se ha producido el traslado como el destino de los ilegales: un hotel de cuatro estrellas ubicado en un complejo diseñado con vistas a convertirse en una villa olímpica. De hecho, allí se alojaron y entrenaron los atletas que participaron en los Juegos del Mediterráneo 2005.
Desde entonces, este destino atrae sobre todo a familias y parejas durante la temporada de verano y a equipos deportivos en temporada baja.
Los 320 inmigrantes llegados por avión a Almería, todos adultos y la mayoría de ellos varones, se han alojado de forma temporal en un hotel de la capital, y ahí permanecerán de forma voluntaria mientras se gestiona su situación, ya que muchos de ellos han presentado una solicitud de asilo.
Por experiencias anteriores se sabe que, con frecuencia, son los propios migrantes los que acaban abandonando el alojamiento que se les ofrece de para trasladarse con familiares y conocidos que tienen en España o incluso continuar su periplo en dirección a otro país europeo.
El Gobierno andaluz expresó, sin embargo, su malestar porque el Ejecutivo central no haya consensuado con la administración autonómica la atención a estas personas y recuerda que ésta es también una región con una importante presión directa de la inmigración que llega a sus playas.
El consejero portavoz de la Junta, el almeriense Ramón Fernández-Pacheco (PP), criticó la «muy mala planificación migratoria» y recriminó al Gobierno que actúe de forma «unilateral» y «sin cooperación» con las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Ramón Fernández-Pacheco explicó que el Gobierno le había comunicado la llegada del grupo desplazado a Almería en la tarde del lunes. Andalucía, recordó el consejero, es «una tierra de acogida»; «lo ha sido siempre, lo es en la actualidad y lo va a seguir siendo en el futuro».
Pero, posteriormente, pidió una «reflexión serena» y consideró que un dispositivo de esta envergadura, que supone el traslado a determinados puntos de Andalucía de tantas personas, «seguro que funcionaría mucho mejor si se gestiona con cooperación, si se hace de manera coordinada con los ayuntamientos y con la Junta de Andalucía.
«Andalucía es una tierra solidaria, una tierra sensible a la realidad de la inmigración porque forma parte de nuestro día a día», ya que «hace unas décadas éramos nosotros los que emigrábamos y, desde hace un tiempo, somos una de las principales comunidades receptoras».
«La predisposición del Gobierno de Andalucía es ayudar» y «colaborar para mitigar las consecuencias que este drama humanitario tiene», añadió
No hay comentarios:
Publicar un comentario