Según la estación meteorológica 'Almería aeropuerto', que cuenta con registros de más de medio siglo. Como se puede comprobar, desde 1968 -momento en el que se instaló la estación en el aeródromo-, lo que se ha vivido este verano ha sido de récord. El valor medio entre los meses de junio y agosto ha sido de unos 27,35 grados centígrados.
La cifra es un poco más elevada que el récord previo registrado en 2015. Aquel verano, el promedio de las temperaturas agregadas durante el conjunto de la jornada se había quedado en 27,23 grados.
Sin embargo, el hito del estío, también se repitió en 2022, donde volvieron a subir los registros pero no logró posicionarse por encima de 2015. Los valores medios de la estación meteorológica destacaron que la media del año pasado quedó en 27,14 grados, por debajo de la media pero, aun así, dentro del podio de récord.
Ahora bien, para poder entender este sofocante calor que ha azotado a Almería durante el verano, hay que remontarse a la primavera cuando llegó la primera ola de calor: el suelo almeriense sufrió en abril este fenómeno meteorológico producido por la intensa radiación solar, añadido a la escasa presencia de nubes, lo que contribuye a un calentamiento progresivo de la atmósfera.
El azote del calor son la muestra de que estos registros vaticinan un cambio en el planeta que habitamos. Los registros de 2015, 2022 y 2023 son un ejemplo de que esta situación se está volviendo rutinaria en los meses de verano.
Por su parte, la subida de las temperaturas vienen cogidas de la mano de las mínimas. Que, como se ha comprobado, durante los meses de verano se han superado. Establecidas en 23,25 grados centígrados, han dejado atrás los 23 grados marcados de media de la estación del aeródromo de Almería. Esto viene a poner en cuestión el cambio climático en el planeta.
Las altísimas temperaturas de Almería han marcado nuevos récords en el mercurio y, según el historial de Aemet, se ha podido comprobar que se trata de la sexta vez en su historia que las máximas se han alzado por encima de los 31ºC, y por primera vez, ha ocurrido durante dos veranos seguidos.
Esto es, en cifras, que se han notificado máximas de 31,46 grados. De hecho, la Feria de Almería supuso un punto de inflexión a esta ola de calor que estaba derritiendo, de manera literal, a los almerienses que, apenas podían salir a la calle durante el día.
Por ejemplo, el verano tan caluroso que se ha vivido ha conseguido enlazar once días donde no se bajaban de los 25 grados. Esto, agregado a la humedad típica de Almería ha provocado que la sensación térmica sea igual que «vivir en el infierno».
Desde 1968, Almería ha vivido, también, otros veranos más calurosos con valores medios asfixiantes sin bajar de los 26ºC. El cambio climático sigue presente y la actuación del ser humano es vital para cuidar el planeta.
Según la serie de la Agencia Estatal de Meteorología, en 'Almería aeropuerto' el verano de 1989 alcanzó los 26,6 grados centígrados; en 2015, tal y cómo se ha mencionado previamente, se llegó a los 27,2 grados; dos años después, en 2017, volvió a bajar a los 26,8ºC. El verano de 2022 volvió a sorprender con cifras de 27,1 grados hasta ser superadas este año por los 27,35.
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