SEVILLA.- Luz Belinda Rodríguez, la diputada no adscrita una vez que
ha roto relaciones con Vox, partido con el que llegó al Parlamento
andaluz por la provincia de Almería en las últimas elecciones andaluzas,
ha afirmado este martes que quiere "cerrar capítulo" con la formación
de Santiago Abascal y centrarse en "cumplir el compromiso que tengo con
mis votantes".
Así se ha pronunciado Rodríguez hoy en
los pasillos del Parlamento andaluz, donde ha acudido para presenciar al
presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el transcurso de la
comparecencia que ha realizado para abordar la situación de Andalucía
transcurrido el primer año del ejercicio del gobierno de coalición entre
PP-A y Ciudadanos (Cs) que preside.
La diputada no adscrita ha dicho que quiere "cerrar capítulo" porque
ya no pertenece ni al grupo parlamentario de Vox ni al partido político y
ahora "a seguir trabajando por la misma gente pero desde otro sitio
diferente".
De este modo, ha explicado que seguirá trabajando para "cumplir el
compromiso que tengo con mis votantes" y que la encontrarán para hablar
"de sus problemas y soluciones", pero que con respecto a lo demás
prefiere "cerrar capítulo".
La Mesa de la Diputación Permanente del Parlamento admitió el pasado
viernes el escrito del grupo parlamentario de Vox sobre la expulsión del
mismo de la diputada por Almería Luz Belinda Rodríguez, que a partir de
este momento tiene condición de "no adscrita".
Así, el Grupo de Vox pasa de doce a once diputados, puesto que, pese
a la expulsión, Luz Belinda Rodríguez ha comunicado su intención de
mantener el escaño y quedarse como diputada no adscrita. El escrito de
Vox sobre la expulsión de esa parlamentaria estaba firmado por los once
diputados con los que se queda a partir de ahora.
Aunque Vox presentara dicho escrito de expulsión, Luz Belinda ya
anunció a principios de semana que abandonaba el grupo parlamentario y
solicitaría pasar a ser no adscrita tras interponer una denuncia ante la
Policía Nacional en Sevilla contra sus ya excompañeros y asegurar que
ha sufrido "acoso laboral".
Rodríguez manifestó que ha sido "apartada" de todos los actos y
reuniones sectoriales, y también cesada en la portavocía adjunta del
grupo "con maniobras inapropiadas".
Denunció que la situación de "acoso
laboral" se habría materializado en un veto a todas sus iniciativas, en
"no informarle" sobre los actos del partido y en dejarla "al margen" de
la gestora provincial "hasta invisibilizarla".
Rodríguez explicó que
interpuso denuncia ante la Policía Nacional en Sevilla porque "le abrían
cartas y correspondencia personal sin que ella" lo hubiese
"autorizado".
Sobre este asunto, el portavoz de Vox en el Parlamento, Alejandro
Hernández, restó importancia a la marcha de Rodríguez, apuntando que se
ha ido del grupo un "segundo antes" de que fuera expulsada por Vox, ya
que estaba incursa en un procedimiento en el Comité de Garantías.
"Ni cualitativamente aportaba un trabajo importante y
cuantitativamente tampoco era una persona que destacara por su entrega,
por su trabajo y por su dedicación al grupo parlamentario. Si a eso le
añadimos que su calidad humana dejaba mucho que desear, no lo
contemplamos como una pérdida importante", ha indicado Hernández.
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