El presidente de la Fundación Cajamar, Juan del Águila Molina, y el director de la Estación Experimental de Cajamar, Roberto García Torrente, presentaron hoy los resultados de estos ensayos, que han sido especialmente significativos al comparar productividades y rentabilidad económica, ya que el nuevo sistema ha permitido obtener producciones superiores a los 24 kilogramos por metro cuadrado, informó Cajamar en un comunicado.
Según García Torrente, desde el punto de vista económico, ese incremento de producción "ha compensado los mayores costes generando una diferencia de rentabilidad de más de 25.000 euros por hectárea".
El área de Innovación Agroalimentaria que se desarrolla en la Estación Experimental de la Fundación Cajamar centra su trabajo en la tecnología de invernaderos, la biotecnología y la fruticultura mediante el desarrollo de trabajos científicos, seminarios, visitas y la edición de documentos divulgativos.
El objetivo de los investigadores es mejorar la rentabilidad de los invernaderos realizando un uso eficiente y sostenible de los recursos, aumentando la producción y mejorando la calidad. Asimismo, trabajan en la mejora tecnológica de los invernaderos mediante estructuras de producción, control y gestión del clima, uso y gestión del agua o prácticas culturales y nuevas variedades.
En este sentido, el invernadero denominado 'Inversos' es el nuevo prototipo desarrollado por la Fundación Cajamar. 'Inversos' aumenta la producción, mejora la calidad y permite cultivar todo el año optimizando la eficiencia en el uso del agua, energía y mano de obra.
Junto a la nueva estructura de producción se ha estado trabajando en diversos sistemas de gestión de los cultivos, ya que invernaderos altamente tecnificados requieren de un complejo manejo de las plantas para llegar a alcanzar su potencial productivo.
De esta forma, dentro del 'Inversos' se ha comparado la respuesta productiva de un ciclo largo de tomate, frente a un doble ciclo e 'interplanting'. Este último sistema es el que está ofreciendo unos mejores resultados ya que al final del primer año de ensayo se superará un rendimiento de 40 kilogramos de tomate por metro cuadrado. Lo que representa un 25 por ciento más frente al ciclo largo.
Según los datos expuestos por García Torrente relativos a las investigaciones de fruticultura subtropical mediterránea, se desarrollan trabajos para obtener dos cosechas anuales de uva de mesa sobre una misma plantación, o para retrasar la maduración de variedades de uva apirena, para la polinización artificial del chirimoyo, la introducción de nuevas especies de mango, y la optimización del cultivo del caqui variedad sharoni y el aguacate y para mejorar la precocidad y calidad del níspero japonés.
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