jueves, 25 de julio de 2024

El Cielo es el límite / Guillermo Herrera *


La visión de Michael Dargaville para ayudar a cambiar el planeta es crear un modelo para una comunidad internacional perfecta. Las comunidades ofrecen una solución como oasis y santuario lejos de las corporaciones multinacionales que gobiernan el planeta y destruyen la soberanía de las naciones. 

En las décadas de 1960, 1970 y 1980, florecieron decenas de miles de comunas hippies que han dado mucha información sobre sus aciertos y errores.

Las comunidades tienen la capacidad de cambiar la estructura de nuestro planeta en muchos niveles positivos. Ofrecen seguridad alimentaria, vivienda y comida gratuita, democracia descentralizada, alimentos orgánicos y libertad. Su visión es que la Tierra sea de propiedad comunitaria, de modo que no se pueda comprar ni vender. 

Alternativamente, habría opciones en las que la Tierra podría ser propiedad privada de un fideicomiso colectivo y esto, de hecho, ya está sucediendo ampliamente en todo el Mundo.

Lo fundamental para el espíritu comunitario sería la paz, la no violencia, el amor, el compartir, la libertad de vivir sin necesidades, un sentido de comunidad, la solidaridad espiritual hippie, la familia extendida, un sentido de autoestima y la libre expresión de ideas. 

La comida sería gratis a cambio de un mínimo de trabajo físico. Para los ancianos, los enfermos o los discapacitados todo sería gratis. Estas comunas también pueden ser importantes santuarios artísticos y tener parques zen, piscinas de olas para surfistas, cafés veganos y mucho más.

Todo el mundo tendría una oportunidad en cada comunidad. El problema de las personas sin hogar se resolvería de la noche a la mañana. Todo aquel que quisiera empezar de nuevo en la vida y vivir en contacto con la naturaleza, y vivir la experiencia sagrada de la agricultura orgánica, podría abandonar la ciudad y empezar de nuevo.

JUNTOS PERO NO REVUELTOS

La frase "juntos pero no revueltos" destaca la importancia de la diversidad y la individualidad dentro de la unión. Es un recordatorio de que la colaboración y la cercanía no implica necesariamente la homogeneización. Se utiliza para describir una situación en la que diferentes elementos, personas o grupos están agrupados o asociados, pero mantienen su individualidad y no se mezclan de modo indiscriminado. Esta frase sugiere una coexistencia armoniosa sin que se pierdan las características o identidades propias de cada parte.

En el ámbito de las relaciones, puede referirse a amigos o parejas que disfrutan de la compañía mutua sin necesidad de fusionar completamente su vida o personalidad. En un entorno laboral, puede aludir a un equipo donde cada miembro aporta sus habilidades únicas, colaborando en un proyecto sin que se diluyan sus aportes individuales. En un contexto más amplio, puede describir la convivencia de diferentes culturas o grupos sociales que, aunque interactúan, mantienen sus tradiciones y costumbres.

AGRICULTURA ORGÁNICA

La clave para estas comunidades sería la producción de frutas y verduras absolutamente orgánicas. Se podrían cultivar frutas y hortalizas orgánicas de todas las variedades para cada miembro de la comunidad. La gente podría tener sus propias parcelas individuales mezcladas con parcelas colectivas más grandes. El cielo es el límite.

Las frutas y hortalizas producidas por la comunidad podrían venderse en el exterior para aumentar los ingresos de la comunidad, mantener la logística de la infraestructura, y brindar a la gente un ingreso independiente. Y, por supuesto, la gente podría tener sus propios trabajos fuera de la comunidad, incluso cualquiera que reciba una pensión.

Además de este sistema comunal, podrían existir santuarios artísticos ubicados dentro de cada comunidad para escritores, filósofos, poetas, músicos, artistas visuales, cineastas y otros tipos de creadores. Se podría desarrollar cualquier tipo de industria en las tierras comunales, ya sea para utilizarlas o intercambiarlas o venderlas en el exterior para crear una economía independiente.

FAMILIA ARCO IRIS

La mundialmente famosa Familia Arco Iris, que organiza periódicamente grandes reuniones colectivas temporales en los bosques, sigue una política de no tener líderes, porque todos son iguales. Estas comunidades estarían compuestas por granjas orgánicas brillantes que producen frutas y hortalizas que se pueden vender en el exterior. 

La vivienda sería gratuita. Todo lo que se necesitaría es una mini casa, una yurta, un tipi, una tienda de campaña, una furgoneta, un autobús, un remolque, una autocaravana, una roulotte etc.

La Familia Arco Iris, también conocida como Rainbow Family, es un grupo de seres humanos comprometidos con valores de no violencia e igualitarismo. Fundada en 1972 en EEUU, la Familia Arco Iris se ha replicado en muchos otros países, organizándose por regiones, y realiza encuentros anuales la primera semana de julio en diferentes lugares del mundo.

Estos encuentros, llamados Rainbow Gatherings, son eventos no comerciales donde se comparte la experiencia de convivencia comunitaria en comunión con la naturaleza. Los liderazgos son autogestionados y compartidos, con un enfoque en el bien común.

La Familia Arco Iris promueve la expresión de toda forma de espiritualidad y fe, en la tolerancia y el respeto a las diferencias. Cualquier ser humano se puede considerar miembro y es "bienvenido a casa" a cualquier encuentro o comunidad. 

Los encuentros se realizan por un ciclo lunar, con un enfoque especial en el día de luna llena. Abogan por la no violencia, el amor libre y la conexión con la naturaleza, y tienen su origen en el movimiento hippie de los años 70, inspirado por Woodstock y otros eventos.

https://operationdisclosureofficial.com/2024/06/30/overview-of-the-perfect-commune-and-intentional-community/

 

(*) Periodista 

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