ALMERÍA.- La organización agraria Asaja espera una reducción aproximada del 10% en
la superficie destinada al cultivo de la sandía en la próxima
primavera, con unas 8.100 hectáreas en total, debido especialmente a una
probable reducción del cultivo en la zona del Poniente almeriense.
Según la entidad agraria, en el ámbito de Almería y Níjar, en general, se prevé la misma superficie destinada a este cultivo con respecto a la campaña anterior, con siembra temprana en esta última localidad.
La estabilidad en las cotizaciones de los productos de invierno y el temor a los virus en los cultivos de primavera ha hecho que, indiciariamente, una parte de los agricultores que normalmente cultivan sandía en el Poniente opten por repetir cultivos esta próxima primavera.
"La inestabilidad tradicional de los precios en origen de la sandía está provocando que muchos agricultores continúen con las hortalizas esta primavera", ha explicado la presidenta de Asaja Almería, Adoración Blanque.
Otro factor determinante en estos momentos para los agricultores, según Asaja, es la incidencia de los virus y plagas, que, "si bien en las hortalizas dan la cara antes de la recolección, la incertidumbre que tiene el cultivo de la sandía hace que muchos productores no se arriesguen a esperar el final del ciclo productivo para conocer el estado de sus producciones".
La principal zona productora de sandía --la vega de Almería y el campo de Níjar-- sí continúan con una superficie similar a la pasada campaña, aunque las plantaciones de tomate tardío y las cotizaciones de éste frenan la expansión de la sandía en esta campaña. Por otro lado, los trasplantes extra tempranos y tempranos mantienen la misma superficie que en 2023.
En cuanto al melón, se estima que se dedicará una superficie de 2.500 hectáreas, esto es, un espacio similar al del pasado año. Las variedades 'Piel de sapo' y 'Amarillo' siguen siendo las preferidas por los agricultores, y cada vez son menos recurrentes las plantaciones de los tipos 'Galia' y 'Cantaloup'.
"La falta de precio de las últimas campañas en las especialidades de melón hace que los agricultores se decanten por las variedades tradicionales", según Blanque, quien también ha llamado la atención sobre los altos costes de producción que arrastra el sector, lo que conlleva que los productores quieran "asegurar el valor de sus producciones".
Según la entidad agraria, en el ámbito de Almería y Níjar, en general, se prevé la misma superficie destinada a este cultivo con respecto a la campaña anterior, con siembra temprana en esta última localidad.
La estabilidad en las cotizaciones de los productos de invierno y el temor a los virus en los cultivos de primavera ha hecho que, indiciariamente, una parte de los agricultores que normalmente cultivan sandía en el Poniente opten por repetir cultivos esta próxima primavera.
"La inestabilidad tradicional de los precios en origen de la sandía está provocando que muchos agricultores continúen con las hortalizas esta primavera", ha explicado la presidenta de Asaja Almería, Adoración Blanque.
Otro factor determinante en estos momentos para los agricultores, según Asaja, es la incidencia de los virus y plagas, que, "si bien en las hortalizas dan la cara antes de la recolección, la incertidumbre que tiene el cultivo de la sandía hace que muchos productores no se arriesguen a esperar el final del ciclo productivo para conocer el estado de sus producciones".
La principal zona productora de sandía --la vega de Almería y el campo de Níjar-- sí continúan con una superficie similar a la pasada campaña, aunque las plantaciones de tomate tardío y las cotizaciones de éste frenan la expansión de la sandía en esta campaña. Por otro lado, los trasplantes extra tempranos y tempranos mantienen la misma superficie que en 2023.
En cuanto al melón, se estima que se dedicará una superficie de 2.500 hectáreas, esto es, un espacio similar al del pasado año. Las variedades 'Piel de sapo' y 'Amarillo' siguen siendo las preferidas por los agricultores, y cada vez son menos recurrentes las plantaciones de los tipos 'Galia' y 'Cantaloup'.
"La falta de precio de las últimas campañas en las especialidades de melón hace que los agricultores se decanten por las variedades tradicionales", según Blanque, quien también ha llamado la atención sobre los altos costes de producción que arrastra el sector, lo que conlleva que los productores quieran "asegurar el valor de sus producciones".
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