martes, 5 de julio de 2022

Ciudadanos de Finlandia, Suecia, Alemania y Austria hacen acopio de bienes básicos

 


HELSINKI/ESTOCOLMO.- Varios países europeos hacen acopio de bienes básicos en previsión de posible escasez de suministros. «En términos de alimentos y combustible, la preparación del país es excepcionalmente buena«, asegura Jaakko Pekki, director de la Agencia Nacional de Suministros de Emergencia de Finlandia (NESA).

El país produce alrededor del 80% de los alimentos que consume, un nivel de autoabastecimiento que facilita la garantía de provisión. «La gente en Finlandia come una cantidad excepcional de alimentos domésticos, lo cual es bueno en términos de preparación. No dependemos tanto de otros países», explica Pekki, «pero estamos almacenando materias primas para fertilizantes, así como granos que pueden usarse para cultivar alimentos en una situación de crisis«. 

La cantidad de granos almacenados corresponde a unos seis meses de consumo normal. La situación de las reservas de combustible de Finlandia es también «excepcionalmente buena», según Pekki, pero los precios del petróleo se han disparado desde el ataque de Rusia , y si las sanciones restringen aún más la capacidad del país para exportar productos derivados del petróleo, los precios seguirán aumentando. 

Las reservas de combustible de Finlandia equivalen a cinco meses de uso normal y que se están buscando fuentes alternativas de petróleo y combustible. «Los suministros de emergencia no están destinados a durar 10 años», señala, y apunta que las reservas están destinadas a servir como un amortiguador mientras se organizan otras fuentes de bienes, al igual que ocurre con la reserva de productos farmacéuticos.

 «Los importadores o fabricantes de medicamentos en Finlandia están obligados a mantener una cierta cantidad para el suministro de emergencia», explica y agrega que, según el medicamento, los productos farmacéuticos en la reserva equivalen a 3-10 meses de consumo normal.

Aún así, aconseja a los ciudadanos finlandeses que se aseguren de estar preparados para circunstancias excepcionales. «Ha habido crisis menores en el pasado, como las relacionadas con los sistemas de pago o las condiciones climáticas. La gente tampoco ha podido ir a la tienda porque tenía Covid. Por eso es una buena idea mantener un suministro de artículos necesarios en casa que dure al menos 72 horas», recomienda. Y sus consejos son fielmente seguidos por la población, que en las últimas semanas ha hecho acopio de pilas, combustibles, agua, medicamentos y alimentos de larga duración.

En Suecia, esta acumulación de productos de supervivencia se ha producido de forma más espontánea. Ya después de la anexión de Crimea el gobierno de Estocolmo envió un correo a todos los hogares con un folleto que detallaba las medidas aconsejables para prepararse, tanto en caso de conflicto bélico como de desastre natural, y los suecos siguen ahora mayoritariamente esas instrucciones, según la Agencia Sueca de Seguridad civil MSB.

  «En realidad con protocolos que datan de los años sesenta, de la Guerra Fría» , dice Christina Anderson, una de las responsables de aquel folleto, que confirma que ahora se repite el acopio de alimentos de larga duración, generadores de electricidad y combustible, así como medicamentos y agua potable.

Los gobiernos de Alemania y de Austria han realizado por su parte sendos llamados a la población a pertrecharse para un posible gran apagón que podría ser causado tanto por la interrupción de suministro energético como por un ciberataque. 

Sin alarmismos, pero recordando que más vale prevenir, hace ya un mes que Protección Civil aconsejó a los alemanes hacer acopio de todo lo necesario para dos semanas de aislamiento, concretando que son necesarias 2.200 kilocalorías y al menos dos litros de agua por persona y día, además de una red organizada de apoyo entre vecinos, conocidos o familiares que pueda ser activada en situación de crisis.

 Y la ministra de Defensa de Austria, Klaudia Tanner, ya advirtió en abril que «la cuestión no es si habrá un apagón, sino cuándo», y lanzó una campaña informativa en los medios de comunicación en la que se explicaba a la ciudadanía «qué hacer cuando todo se detiene».

Este nivel de alerta ha aumentado desde la solicitud de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, dado que Putin advirtió reiteradamente que un paso de este tipo conllevaría «consecuencias económicas y militares».

 La agencia finlandesa de transportes y comunicaciones Traficom ha advertido que es muy probable que Rusia intente responder a la adhesión a la Alianza con ciberataques y su portavoz, Mari Aro, ha destacado que esas ofensivas podrían resolverse «por ejemplo, con métodos de pago alternativos en caso de que los rusos pirateen los sistemas de pago electrónico y con almacenamiento de los productos de consumo diario». «Hay que estar preparado» , ha resaltado Aro.

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