SEVILLA.- El responsable del grupo de delincuencia económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha descrito este lunes el descontrol del sistema de ayudas de los ERE
al no existir solicitudes, requisitos, norma reguladora y omitirse "no
sólo la fiscalización previa sino el control posterior de la ayuda".
El
juicio contra 22 ex altos cargos de la Junta acusados de prevaricación y
malversación por crear o mantener un procedimiento específico con el
que durante una década se repartieron 850 millones en ayudas sociolaborales y
a empresas en crisis, según la Fiscalía, de forma arbitraria y
eludiendo los controles ha entrado hoy en una nueva fase con el inicio
de la comparecencia de los casi 150 testigos previstos.
El
primero de ellos ha sido el responsable de la unidad de delincuencia
económica de la UCO al frente de la investigación desarrollada desde el
2011, quien ha señalado que fue "muy difícil" realizar dicha tarea
porque "faltaba mucha documentación" relativa a la concesión de las
ayudas de los ERE.
Y es que según ha declarado el agente, durante dicha investigación la Guardia Civil constató que no había "solicitudes" de las ayudas ni "ninguna motivación",
"no había requisitos" para acceder a las mismas, "no hay norma
reguladora por parte de la administración" y no constaba fiscalización
de las ayudas.
"Este procedimiento no solamente omitía la fiscalización previa sino el control posterior de las ayudas",
ha defendido, ya que no se crearon las comisiones de seguimiento
previstas en el convenio marco del 2001 entre la Consejería de Empleo y
la agencia pública IFA/IDEA a partir del cual se utilizó a dicha agencia
como "caja pagadora" de las ayudas con fondos que Empleo le hacía
llegar mediante transferencias de financiación.
No
obstante, ha señalado que dicho sistema comenzó a usarse en 1999 ante
un problema planteado por la Intervención respecto a unas ayudas a la
empresa Cárnicas Molina con el fin de "agilizar todo, y dentro de la
agilidad entra la discrecionalidad y como había problemas con la
fiscalización crítica, van a este procedimiento".
Un sistema que "no lo idea el señor Guerrero",
en alusión al ex director general de Trabajo Javier Guerrero, sino que
"le viene dado" por sus "superiores" y en el que aparecen desde el
principio "una pluralidad de conseguidores" que buscaban a comités de
empresa, sindicalistas y empresas a las que les ofrecían reajustes de
plantilla financiados por la Junta.
Las mediadoras Vitalia y Uniter, el bufete Villasís o el exsindicalista Juan Lanzas son algunos de esos "conseguidores" que aparecen desde los primeros ERE subvencionados y se repiten en muchos de ellos.
Según
el agente de la UCO, constan en la investigación declaraciones que
coinciden en indicar que "Uniter entra de la mano de Antonio Fernández y
Vitalia de la mano de Guerrero" así como transferencias de dinero de
Vitalia a Guerrero o "listas de regalos" para políticos de la Junta.
Preguntado
sobre el conocimiento de ese sistema por parte de todo el Gobierno
andaluz, el guardia civil ha dicho entender que de la existencia de las
ayudas "eran conscientes" y del "procedimiento exacto"
ha defendido que en las modificaciones presupuestarias para incrementar
la partida del programa, el Consejo de Gobierno puede ver "que se están
cambiando partidas de un tipo de fiscalización a otro tipo y se
especificaba para qué eran" dichas modificaciones.
Para este testigo, "detectan un problema y el Gobierno toma una decisión que se ve refrendada a través de las modificaciones presupuestarias" que pasan diferentes vistos buenos.
Por
ello, a su juicio, el sistema de pago de las ayudas vía IDEA mediante
transferencias de financiación -sin fiscalización previa y cuyo uso era
"inadecuado" según la Intervención- "el Gobierno en general debería saberlo"
cuando además viene reflejado en las modificaciones presupuestarias que
"pasan demasiados filtros y se perpetúa a lo largo de tantos años".
Además, según el agente, las declaraciones tomadas a Guerrero dejan claro que los diferentes consejeros se interesaban por las ayudas a empresas de sus respectivas provincias como en el caso del exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, que "participaba en reuniones con colectivos de trabajadores y empresas" de Jaén.
La declaración de este testigo continuará este martes, ya que este lunes sólo le han preguntado el fiscal, el abogado del PP-A y los letrados que defienden al expresidente José Antonio Griñán y al exconsejero de Empleo Antonio Fernández.
Además, según el agente, las declaraciones tomadas a Guerrero dejan claro que los diferentes consejeros se interesaban por las ayudas a empresas de sus respectivas provincias como en el caso del exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, que "participaba en reuniones con colectivos de trabajadores y empresas" de Jaén.
La declaración de este testigo continuará este martes, ya que este lunes sólo le han preguntado el fiscal, el abogado del PP-A y los letrados que defienden al expresidente José Antonio Griñán y al exconsejero de Empleo Antonio Fernández.
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