ALMERÍA.- Con una entrevista a la viuda de José Araque,
un extrabajador de Cosentino, la revista Interviú ha publicado esta semana el
cuarto de los reportajes dedicados a las muertes provocadas por la
silicosis, la enfermedad derivada de la manipulación del polvo de sícile
con el que se fabrican las encimeras de Silestone, Compac y otras
marcas, aunque en el caso publicado por la revista de tirada nacional se
centran en la multinacional con sede en la comarca del mármol de
Almería, como recuerda Teleprensa.
El enlace al reportaje se ha convertido en un hecho viral entre
los usuarios almerienses de redes sociales como Facebook o Whatsapp,
entre otras, generando una considerable alarma social por lo que era
hasta hoy un secreto a voces.
Según la información de Interviú
Cosentino ha negado que ningún trabajador suyo haya muerto de
silicosis, pero en el reportaje publicado con los relatos de afectados y
ex colaboradores de la compañía relatan los acuerdos millonarios que se
habrían hecho firmar a aquellos que diagnosticados de la enfermedad de
las encimeras aceptaron cláusulas de confidencialidad, a cambio de
importantes sumas de dinero con las que hacer frente a su retiro de la
actividad profesional. Sobre este aspecto, y según lo publicado por
Interviú, Cosentino circunscribre el contenido de esos acuerdos a la
esfera privada de la empresa con los trabajadores.
La silicosis, una enfermedad que se daba principalmente entre
los trabajadores de las minas irrumpió nuevamente entre los empleados de
talleres que manipulaban tablas fabricadas con cuarzo compactado, el
popular Silestone que posteriormente derivó en otros productos, aunque
también zonas en las que se trabaja con pizarra se han detectado un
importante número de casos.
La escasa información pública que hay al
respecto, ya que no está aún catalogada como una enfermedad laboral, ha
convertido el introvertido asunto de la silicosis en un tema tabú, pero
no por ello desconocido, de la comarca del mármol de Almería si bien la
mayor parte de los casos se circunscriben a un entorno concreto de
fabricación.
La proliferación de los casos se produjo, según los escasos
estudios que hay hasta la fecha, debido a la utilización de materiales
de protección que no estaban preparados para retener las micropartículas
que se desprendía al manipular estos materiales, polvo de sílice que
llegaba a los pulmones de los afectados.
A día de hoy los enfermos
empiezan a organizarse en entidades sin ánimo de lucro como la
Asociación Nacional de Afectados y Enfermos de Silicosis (Anaes).
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