ALMERÍA.- Tras el revuelo por la
información publicada por Interviu y nuevodiario.es, respecto a la
silicosis como patología derivada del trabajo de las encimeras de
Silestone, este último medio digital entrevista a Raúl Carballedo *,
abogado de algunos de los afectados, de la mano de Gabriel Sánchez.
¿Cuantos afectados conoce Ud.?
Llevo la representación de varios afectados por la silicosis y todos
ellos han trabajado el producto del Silestone, cuya versión más conocida
son las encimeras. Igualmente todos han sido trabajadores de la empresa
Cosentino, y coinciden en afirmar que existe un numero aproximado de
afectados en la comarca del Almanzora que aseguran, ronda las 40
personas. Igualmente, coinciden en afirmar que han fallecido 8
compañeros. El último afectado falleció este mes de agosto, justo al día
siguiente de que terminara la entrevista la periodista de Interviu.
Actualmente la fábrica cuenta con 1770 empleados, y la enfermedad tarda
en manifestarse varios años. Por tanto, en la actualidad no sabemos que
alcance tendrá esta enfermedad en unos años ya que no todos los
trabajadores tienen la misma exposición a las microparticulas de sílice
en su puesto de trabajo, ni los cuerpos reaccionan de la misma manera.
Parece un numero muy amplio de afectados por la enfermedad.
Sin embargo, la fábrica cuenta con alrededor de 1700 empleados. ¿Porqué
la gente elegiría trabajar en la fábrica a riesgo de perder su salud?
Aquí tengo una hipótesis que deriva de conocer algo la zona. La
comarca del Almanzora a pesar de su potencial ha desarrollado en pocos
lugares un tejido productivo suficiente como para mejorar optimamente
las condiciones de vida de sus gentes. En realidad, aquí existe una
oferta de trabajo menor a la demanda existente, lo que deja a una parte
de su gente en una posición de desequilibrio material y laboral al tener
que elegir entre trabajar en sectores menos estables como la
agricultura, servicios, marmolería, transporte en vez de en una
multinacional que garantiza un salario a riesgo de afectarte a la salud.
A mi modo de ver, la clave se encuentra en las relaciones de
desigualdad existentes donde una persona -con su familia- debe de
decidir entre jugarse la salud y tener cierta estabilidad económica o
tener salud en tanto su seguridad económica puede ser más precaria.
Claro, esto no pasa con todos, hay buenos trabajos y empresas solventes
pero a nivel de contexto general creo que esto que le digo es una
realidad. Si la gente de la fábrica pudiera elegir seguro que habría
cambios de preferencia.
Si como afirma, en la zona la silicosis se encuentra tan
relacionada con Cosentino ¿porqué cree que no ha trascendido a la
opinión publica?
La empresa lleva a cabo diversas estrategias y tácticas procesales
para evitar el pago de indemnizaciones y sanciones (recargos de
prestaciones) a extrabajadores. Hace un tiempo uno de mis representados
me propuso romper la dinámica del silencio, y dar a conocer su
situación, ya que para él resultaba especialmente duro, ver como la
empresa trataba de hacer valer cualquier argucia legal, con el fin de
evitar el pago de las indemnizaciones a las que por ley está obligada.
En definitiva, se trataba de romper la barrera de la invisibilidad que
recae sobre sus víctimas debido al poder que Cosentino tiene en la zona y
su capacidad para copar los medios con informaciones que les son
favorables. Me pareció interesante que las verdaderas víctimas de esta
situación, pudieran dar visibilidad a su problema, sobre todo, teniendo
en cuenta la beligerancia legal que ha mostrado Cosentino con sus
extrabajadores a la hora de negociar las indemnizaciones, negándose en
todo momento a asumir la más mínima responsabilidad en los hechos
acontecidos. Utilizando por el contrario, una política de imagen pública
corporativa supuestamente inmaculada y limpia, muy lejos de la triste
realidad.
Hablé con diferentes periodistas de algún periódico de la zona y
también nacionales, para exponerles la situación sin que obtuviéramos
resultado alguno. Por el contrario a día de hoy, puedo afirmar que la
relación con los varios medios de comunicación es muy fluida y positiva,
y en próximas fechas seguirán saliendo noticias sobre el tema. Aunque
en ocasiones he llegado a pensar que alguna de las noticias o
entrevistas que se han realizado, no han visto la luz por que hayan
podido ser vetadas.
La fábrica comenzó a producir Silestone desde aproximadamente 1990 ¿el número de afectados, a su juicio, podría ser muy alto?
No existen registros oficiales, y solo podemos barajar cálculos
aproximados ya que no se pueden acreditar con exactitud por falta de
medios y la poca implicación de las Administraciones. Como le decía, no
puedo concretar el número exacto ya que no existe registro de control
eficiente por parte de las Administraciones, pero lo que sí puedo
asegurar es que hasta el 2002 la fábrica no invirtió lo necesario en
prevención para evitar que sus trabajadores cayeran enfermos. Esto no lo
digo yo, lo afirma un Inspector de Trabajo en un acta de infracción
levantada en el 2002 en la que se señala literalmente que “en la
época que el referido trabajador prestaba sus servicios en la empresa
Cosentino S.A y hasta el año 2002 la fábrica consistía en una sola nave
donde quedaba interconectada la zona de almacenaje de materias primas a
granel con el resto de la planta viéndose afectados los trabajadores a
grandes concentraciones de polvo de sílice en el ambiente debido a la
ausencia de medidas de protección colectiva y falta de uso de equipos de
protección individual por parte de los trabajadores al no serles
facilitados por la empresa” ” y continua en otra parte del escrito “
La empresa no justifica la realización de reconocimientos médicos ni de
entrega de equipos de protección individual a dicho trabajador”.
Como sabe las manifestaciones expresadas en un acta de infracción
levantada por un inspector de trabajo, se presumen ciertas y viene a
afirmar que todo aquel que trabajó entre 1990 y 2002 estuvo expuesto a
densas cantidades de polvo de sílice, depositados en el ambiente sin que
se tomaran aparentemente las medidas preventivas necesarias. Los
testimonios a este respecto son extraordinarios y escalofriantes, ya que
según se nos narra los trabajadores realizaban jornadas de 10 y 12
horas, y en muchas ocasiones comían en su puesto de trabajo para no
retrasar la producción.
Según nos cuentan, imagínese, se encontraban en un ambiente donde no
se veía al compañero a 4 y 5 metros de distancia debido a la ingente
cantidad de polvo existente en el ambiente. Este hecho es contado por la
generalidad de los trabajadores con los que he hablado. Tenga en cuenta
que este polvo, según nos dicen los especialistas en la materia, son
como microcuhillos afilados que se incrustan en los alvéolos pulmonares
provocando nódulos que no disuelve el cuerpo. Esta situación puede
invalidar de por vida y producir la muerte.
Por contra, la empresa afirma que no ha muerto ningún empleado por la
silicosis, sin embargo, en agosto falleció otro extrabajador de
Cosentino, en muy malas condiciones, afectado por la enfermedad. Este
hombre es uno de los tres mencionados que aparecen en el acta de
infracción como trabajador afectado en aquel momento.
Y del 2002 hasta la actualidad, ¿la empresa no ha erradicado con medidas correctoras el riesgo para los trabajadores?
Yo por suerte, no estoy en la fábrica, pero a la vista de lo que me
relatan las personas con la que me he entrevistado, han ido
progresivamente implementando algunas medidas nuevas de seguridad en las
instalaciones de la fábrica, aunque no se puede descartar que continúe
existiendo riesgo para la salud de sus trabajadores. En el artículo
publicado por Interviu se incluyeron algunas fotografías actuales, y
aparentemente el ambiente es nocivo tal como se puede apreciar en las
mismas.
En relación a esto me consta que existen más actas de infracción
recientes, que vuelven a sancionar a la empresa con el recargo de
prestaciones, y que han derivado en el desarrollo de la patología de la
silicosis. Esto hace suponer que en Cosentino la inversión en prevención
en riesgos laborales, para tratar de proteger la salud de sus
trabajadores, no es la que debiera, y no estamos tratando de una
actividad que sea inocua sino altamente nociva para la salud.
Tenemos que tener en cuenta que no es precisamente una empresa con
pocos recursos, que no pueda asumir sus responsabilidades por falta de
liquidez. Estamos tratando de una empresa solvente que en el 2016, según
se ha publicado en la prensa, alcanzó una cifra de facturación de 834
millones de euros, y por lo visto se ha puesto como meta facturar 1.000
millones. Si esta es la situación de la empresa ¿porqué no quiere
indemnizar a un trabajador que se encuentra gravemente enfermo por hacer
que su fábrica produzca millones de euros de beneficios? Sinceramente,
no encuentro ni una sola razón que justifique esta conducta.
Por la información que se maneja hasta el 2009, con la ampliación de
las 2ª y 3ª prensa, las mascarillas eran de papel tipo FP2 en toda la
cadena de producción incluso en las lineas más contaminantes como la de
elaborado y en la zona de corte en seco y lijado de canto. Esto es
sencillamente una mascarilla de papel, es decir, se trata de una
protección casi nula si de lo que se trata es de proteger al trabajador
de microparticulas suspendidas en el aire. Según nos cuentan los
testigos, no es hasta 2010 cuando se entregaron las primeras mascarillas
de carbono, al mismo tiempo que en las naves se colocaban ventiladoras
para sacar el polvo ambiente. Medidas que según los especialistas
también son insuficientes, y en modo alguno sirven para proteger a sus
trabajadores.
Tenga en cuenta que los trabajadores debieran utilizar mascarillas
autoventiladas -estilo buzo- que aíslen del ambiente contaminado en el
exterior. Por otro lado, los extractores parecen ser poco eficientes ya
que los ventiladores están colocados en el techo a más de 8 metros de
altura, es decir, al estar instalados en altura, no evitan que los
trabajadores respiren las sustancias cuando están en sus puestos de
trabajo. O al menos eso es lo que nos cuentan los testigos y los
especialistas que hemos consultado.
Por lo que parece, trabajar en la fábrica podría ser bastante peligroso.
Fíjese que lo expresado por el Inspector de Trabajo se refiere a que,
en aquel momento se trataba de una única nave donde quedaban
interconectadas las diferentes fases de la producción. Es decir, que las
más contaminantes trasladaban su nocividad a las zonas menos
contaminadas lo que debía de provocar un ambiente denso y nocivo en toda
la fábrica. Ésta estaba dividida en 3 naves, la primera de fabricación;
la segunda de terminación de tablas, compuesta por calibrado, pulido,
corte; y la tercera de elaborado y almacenamiento de tablas.
Tal y como nos han detallado, en la primera, la de fabricación el
sílice llega como materia prima triturada y se descarga con camiones
volquetes. Cuenta con seis atroces de una capacidad de 150 toneladas de
material cada uno. Este material es movido con una pala para cargar el
mismo.
Posteriormente, se realiza el cribado para seleccionarlo antes de
acabar en las torbas de fabricación. Imagínese la cantidad de polvo que
debe generarse al moverse tantas toneladas de material. Según se nos ha
explicado por los extrabajadores de la fábrica, tras esta selección los
triturados más finos, esto es, de granumetria de menos de 0,6
milímetros, se almacena en silos dentro de la nave a través de cisternas
por aire comprimido.
La carga de los materiales se realiza en cintas de pesaje y
transporte a hacia las dos mezcladoras. Una de 1200 kg y otra de 800 kg.
Todo el material, con la resina y los colorantes que correspondan se
deja caer en la mezcladora produciéndose la mezcla en seco durante un
minuto. En el momento de la caída del material, se produce una gran
cantidad de polvo micronizado (por debajo de 60 micras). Este proceso en
la cadena de producción es repetido según me describen los testigos
cada 15 minutos.
En la segunda nave, esto es, la de calibrado, pulido y cortes, las
tablas se fabrican con un papel de protección que cubre las dos caras de
la tabla para evitar que el material se fije en la maquinaria. Este
papel pesa unos 90gr por metro cuadrado. Una vez endurecida la tabla,
esta debe de ser alienada y el papel quitado. Este proceso de modular la
tabla era realizado en la arenadora donde se impacta granaya de 0,5
milímetros a gran velocidad y fuerza rebajando el producto. Tal y como
los relatan los testigos, no es difícil hacerse una idea de la gran
cantidad de polvo que crea esta fase de la producción donde el ambiente
queda invadido de granaya, polvo de sílice y papel.
Es importarte señalar que los extrabajadores cuentan que esta
arenadora tenia una chimenea hacia el techo de la nave para captar el
polvo, y sacarlo de la nave, pero que es tal la densidad que los filtros
acababan permanentemente siendo ineficientes por obsturación, lo que
provocaba la caída de polvo otra vez hacia el ambiente. Según nos
cuentan, esta ineficiencia del sistema produce una niebla densa de
partículas en suspensión. Esta situación provocaba, que en ocasiones no
se viera al compañero a más de 3 metros de distancia, tal y como nos han
relatado.
Finalizada esta fase se inicia la de calibrado que es donde se rebaja
más finamente la tabla. Para ello, se usa 5 rodillos que quitan
aproximadamente 5 mm de espesor a cada tabla. Este proceso se realiza
con agua, sin embargo, las altas temperaturas que alcanza el ambiente en
la fábrica y el agua en suspensión que arrastra las partículas deja por
evaporación las micropartículas, que según nos narran, son las más
peligrosas suspendidas en el ambiente. En esta fase me relatan que no
existe ningún sistema de captación de polvo.
Seguidamente se inicia la zona de pulido que constaba de dos máquinas
con 18 cabezales cada una para rebajar 2 mm, más de tabla dejándolas
con el aspecto con que se conocen las encimeras de Silestone. Este polvo
es el más peligroso, por ser el más fino y dañino. También me aseguran
que esta zona carece de captación de polvo.
Como he comentado parte del proceso se realiza con agua de
refrigeración, que recircula en un circuito cerrado atravesando una
decantadora. Este sistema cuenta con unos 700.000 litros de agua en
movimiento que a lo largo del día sufre una perdida por el calor y
movimiento del 10%. Parece ser que la producción es tan ingente que las
tuberías de conducción de agua hacia las maquinas se obstruyen
continuamente y minora su eficiencia hasta provocar polvo seco. Dicho
esto, me afirman que solo se limpiaba el circuito una vez al año.
Tal como nos comentan los especialistas a los que hemos consultado
por medio de un cálculo sencillo se puede sacar una idea del polvo que
debe de generarse en la producción. Cada tabla desde que sale del molde
hasta que llega a la zona de almacenaje para ser comercializada sufre
una perdida de al menos de 5mm. Esto supone aproximadamente 50 kg de
perdida de materia por cada una. El cálculo de fabricación de tablas por
día -también aproximado- asciende a 300. Haga números y se sorprenderá,
esto supone, un estimado de 15.000 kg de polvo generado a diario en la
fábrica.
Le voy a dar otra pincelada para que se haga una idea de la
situación. Me comentaban dos mujeres de extrabajadores que cuando sus
maridos llegaban por la noche de la jornada de trabajo sabían que
estaban cerca por el olor que desprendía desde la calle, ya que llegaban
absolutamente blancos inundados de polvo y la ropa no quedaba limpia
con un solo lavado. Si esto era así en lo externo, que no habrá quedado
internamente los cuerpos de estos extrabajadores.
¿Y cual es la actitud de Cosentino frente a las personas que padecen silicosis derivada de la actividad en su empresa?
Le voy a ser claro. Me consta que la empresa procura llegar a
acuerdos con trabajadores protegiéndose con claúsulas de
confidencialidad y siempre individualmente. Estos acuerdos se dan cuando
existe disposición del trabajador a guardar silencio, y entre otras
materias negociables se encuentra seguir trabajando en la fábrica en
puestos con exposición mínima. Por la información que tengo en la
mayoría de los casos prescindiendo de asesoramiento legal adecuado, lo
que empeora notablemente el alcance de la negociación.
Por otro lado, su estrategia procedimental y procesal es la de
dilatar los procedimientos con dilaciones y tácticas procesales,
recurrir todos los actos administrativos de reconocimiento del recargo
de prestaciones, que es una indemnización al trabajador y una sanción a
la empresa. En definitiva, se niega a asumir las indemnizaciones que
nunca compensara ni devolverá la salud de sus victimas.
Uno de los casos más sangrantes es el que afecta a uno de mis
representados. La empresa es sancionada por no implementar ni una sola
medida de protección para el trabajador, y este se tira 10 años expuesto
al polvo en los lugares de más contaminación de la fábrica, es decir,
una victima segura. Cuando llega a mi llevaba varios años cobrando la
mitad de su pensión, la regularizamos y procedimos a reclamar el recargo
de prestaciones, la Seguridad social sanciona a la empresa y esta
recurre sin negar los hechos, es decir, reconociéndolos tacitamente pero
agarrándose a una supuesta prescripción. Es decir, que reconoce la
patología que le ha provocado a su extrabajador y acto seguido se niega a
reparar económicamente el daño que nunca llegara a reparar en su salud.
Es un hecho que a pesar de mi experiencia profesional no he visto nunca
practicas de esta naturaleza No se si el Sr. D. Francisco Cosentino
fundador y propietario de la marca desconoce o dirige las estrategias de
sus servicios jurídicos, pero desde luego lo considero personalmente
responsable moral de sus decisiones ya sea por acción u omisión.
Sin embargo, de cara al público Cosentino tiene muestras de
desarrollar políticas de responsabilidad social corporativa y da incluso
formación de prevención de riesgos laborales para los clientes que
trabajan las encimeras de Silestone.
Es cierto. De hecho debe de estar invirtiendo una gran cantidad de
miles de euros, sino más, en sus campañas de publicidad para darse una
imagen limpia hacia el exterior. Además es una empresa que ha recibido
millones de euros en subvenciones, es una de las más subvencionadas de
la Junta de Andalucía y simultáneamente la inspección de trabajo acude a
su fábrica y le sanciona por no implementar las medidas correctoras que
le exige la normativa. Me pregunto que control debe tener la Junta para
continuar otorgando subvenciones a quien no cumple con las medidas
necesarias para evitar que sus trabajadores puedan enfermar y finalmente
morir.
Tengo el convencimiento de que es más costoso la inversión en
publicidad para lavarse la imagen que hacerse responsable de sus
negligencias productivas haciéndose cargo de las indemnizaciones
económicas de sus victimas.
Gabriel Sánchez
(*) Abogado colegiado en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
* Máster en el ejercicio de la Abogacía. Universidad de Salamanca.(2002)
* Máster en Cooperación Internacional y Relaciones Exteriores. IECS
(2012)
* Cursando estudios de Máster Universitario en Derechos Humanos. EEES de
la UNED(2014/2015)
Siempre ha trabajado y colaborado en proyectos sociales, en concreto,
con colectivos en riesgo de exclusión social y pobreza, en España y en
Mozambique.
Y desde diferentes perspectivas, ya fuera como educador,
consultor, jurista o abogado.
Hay varios factores que le unieron a este proyecto, la idea de una
sociedad incluyente y solidaria, combatir la desigualdad social y
apoyar la implementación de políticas que ayuden a eliminar la
precariedad laboral que tanto se está padeciendo.
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