Hacía tiempo que el terrible "niño vicente", nuestro actual
ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, no daba la nota con alguna
opinión contraria a la corriente del Partido Popular. Y ahora, cuando
el nivel de corrupción apesta, nos sorprende con su opinión de que sólo
deberían estar aforados veintidós altos cargos. Vamos, que aparte de la
familia real, sólo el presidente del Gobierno, del Congreso, del Senado y
de las diecisiete autonomías deberían gozar de ese privilegio.
Porque
por si no los han contado, en nuestra España de pandereta tenemos nada
más y nada menos que 17.621 políticos blindados, que sólo pueden ser
juzgados por tribunales superiores o por el propio Tribunal Supremo.
Tamaño despropósito fue idea del magnate expresidente Felipe González,
ese que viaja en jet privado y viste trajes de varios miles de euros
excepto cuando se deja ver en algún acto popular del pesoe, no sea que
lo critiquen. Ya saben, cuando llegaron al poder en el año ochenta y
dos, se inició un nivel de corrupción que el cinco por ciento de Pujol
se quedaba corto. Y claro, necesitaban blindarse para evitar que los
jueces les encerraran entre rejas por ladrones.
Y
entonces, con mayorías absolutas, en vez de salir de la OTAN como
anunció cuando estaba en la oposición, legislaron y legislaron
terminando con la independencia del poder judicial y blindando a la
mayoría de los políticos con la figura del "aforado". Una vergüenza que
no le sirvió para evitar que la cúpula de Interior fuera a la cárcel
por los crímenes del Gal. Aunque su figura quedó a salvo y ni siquiera
como testigo, ya que el juez Enrique Bacigalupo Zapater, nacido en
Argentina y rescatado por los socialistas para que moldeara el alto
Tribunal en España, se opuso rabiosamente porque "quedaría
estigmatizado".
Bueno,
sólo tenemos que esperar a ver como los socialistas y los populares,
los que están blindados, claro, se toman la iniciativa del ministro
Gallardón. Aunque me temo que se opondrán con uñas y dientes y hasta que
otros no gobiernen, seguiremos teniendo el nivel de políticos aforados
más alto del mundo. Eso seguro. 17.621 es una cifra escandalosa.
(*) Periodista, ex director de 'La Crónica de Almería' y editor de www.muyconfidencial.com
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