ALMERÍA.- La Estación Experimental de la Fundación
Cajamar acoge las pruebas de una nueva máquina diseñada en España para
procesar restos vegetales provenientes de la agricultura protegida, ya
que a la hora de procesar los restos vegetales de la agricultura es
necesario su picado para reducir el volumen y hacer más sencillo
cualquier proceso posterior.
Según informa la Fundación Cajamar en una nota, los restos
vegetales de final de la campaña agrícola suelen ir acompañados de unas
cuerdas plásticas o biodegradables que dan soporte a la planta, grapas y
clips plásticos o metálicos que sirven de sujeción.
Hasta ahora no existía la maquinaria adecuada que procese este
tipo de residuos con garantías, ya que la mayoría de ellas están
pensadas para restos vegetales forestales y no específicamente para el
tipo de resto vegetal que se genera asociado a la producción intensiva
bajo plástico. Esto hace que dichas máquinas se atranquen con facilidad o
no sean ni siquiera capaces de procesar el resto vegetal.
Las pruebas realizadas en la Estación Experimental de la
Fundación Cajamar, a las que han asistido representantes municipales,
comercializadoras del sector, empresas de gestión de residuos y
agricultores, con un prototipo de picadora que es capaz de procesar sin
problemas este tipo de materiales ofrecen resultados satisfactorios.
La máquina diseñada y fabricada por los Talleres Guillen, de
Archena, en la Región de Murcia, está pensada para trabajar con los
diversos tipos de restos vegetales que genera la agricultura bajo
plástico al final de cada campaña. Las pruebas se han realizado con
melón, pimiento y tomate de ciclo largo, estas dos últimos con distintos
tipos de rafias, biodegradables y plásticas.
Los cultivos de sandía, melón, calabacín, pepino, berenjena,
tomate, pimiento y judías verdes centran la producción de la agricultura
protegida española. Anualmente estas 62.594 hectáreas de agricultura
protegida existentes generan 1.734.420 toneladas de residuos vegetales,
que se pueden aprovechar para biomasa y generación de compost natural.
Según los fabricantes, la picadora es capaz de procesar una
hectárea de invernadero en una hora de trabajo y puede reducir el
volumen hasta un 60 por ciento, dependiendo del material de origen. El
uso de este tipo de maquinaria en las explotaciones agrícolas puede
repercutir de manera positiva en el agricultor que necesitará de menos
portes para retirar el residuo y por lo tanto realizará una gestión más
eficiente.
Aunque la prueba ha sido un éxito, y ha picado los restos
vegetales tanto con rafia plástica como sin ella, la presencia de rafia
plástica es aún el principal problema en la gestión de los restos
vegetales ya que dificulta su uso en compostaje o en alimentación
ganadera.
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