ALMERÍA.- El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, ha presentado este lunes el programa europeo Life 'Conservación de las praderas de Posidonia oceánica en el Mediterráneo andaluz' que cuenta con un presupuesto de 3.562.125 euros y cuyo ámbito de actuación se encuentra en seis Lugares de Interés Comunitario localizados en las provincias de Almería, Granada y Málaga.
Según ha informado el titular de Medio Ambiente andaluz, dicho programa estará en vigor desde enero de 2011 hasta finales de 2013 con el objetivo principal de frenar la regresión experimentada en los últimos años por este importante hábitat marino, cuya relevancia está relacionada tanto con su papel en la conservación ambiental como en el desarrollo de actividades turísticas sostenibles.
Díaz Trillo ha anunciado que este proyecto permitirá "mejorar el conocimiento y la conservación de la biodiversidad marina andaluza mediante el diagnóstico de la situación, la elaboración de un plan de gestión para estos hábitats que promueva la lucha contra sus amenazas, la puesta en valor entre los sectores productivos y el incremento de la participación social en las labores de preservación".
Para lograr estos objetivos, la Consejería de Medio Ambiente aporta 790.779 euros al proyecto, algo más del 22 por cierto del total, como asociado principal, mientras que casi el 70 por ciento de las inversiones corresponden a financiación comunitaria.
El resto de socios del programa son la Consejería de Agricultura y Pesca, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (CIRCE), Federación Andaluza de Cofradía de Pescadores, Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras, Egmasa, DAP y Cepsa.
El consejero ha reseñado algunos de los objetivos fundamentales del programa, como disminuir el 80 por ciento de las amenazas por el fondeo de embarcaciones, evitar en un cien por cien las agresiones por pesca de arrastre incontrolada sobre dos de las praderas andaluzas de mayor interés como son el Monumento Natural de los Bajos de Roquetas y Acantilados de Maro-Cerro Gordo (Málaga) y favorecer una participación mínima de 100 voluntarios al año en la gestión de estos ecosistemas.
En este sentido, desde la Junta se ha precisado que las cofradías de pescadores y armadores de Almería se hallan involucradas en este proyecto, de forma que se les dará formación sobre técnicas de pesca no nocivas que trasladarán a los afiliados. Asimismo, se espera aumentar la detección de actuaciones que incumplen la normativa ambiental que protege estos hábitats y, en general, incrementar la detección temprana de su degradación a fin de poner los medios necesarios para evitarla.
Entre las actuaciones más destacadas contempladas en el proyecto se encuentran la realización de cartografías, estudios demográficos y análisis socioeconómicos, la instalación de 40 boyas de fondeo, sistemas de vigilancia activa y pasiva y de protección mediante arrecifes artificiales, el seguimiento de especies exóticas y la revisión de las figuras de Protección de las zonas con Posidonia oceanica para adecuarlas a las categorías UICN.
También se contempla el impulso de una Red de Monitorización basada en el voluntariado, la celebración de un simposio de expertos, y varias acciones de difusión y divulgación. Estas y otras iniciativas se llevarán a cabo en el marco de los LIC Fondos Marinos del Levante Almeriense, Isla de San Andrés, Cabo de Gata-Níjar, Fondos Marinos de Punta Entinas Sabinar, y los ya mencionados Arrecife Barrera en los Bajos de Roquetas y Acantilados de Maro Cerro-Gordo, que suman un espacio superior a las 17.000 hectáreas.
Las praderas de Posidonia oceánica son consideradas hábitats de interés prioritario por la Unión Europea, incluidas en el anexo I de la Directiva Hábitat. La importancia de estos ecosistemas marinos radica en la gran diversidad de especies que albergan, su contribución a la conservación de los ecosistemas costeros (fijan los fondos y los protegen de la erosión), el atractivo que suponen para el desarrollo de un sector turístico sostenible, o el papel que juegan en la estabilización la línea de costa.
En los últimos años se ha detectado una regresión de estas praderas en los fondos marinos andaluces como resultado del uso público incontrolado, la colonización por parte de especies exóticas y la abrasión por la pesca ilegal de arrastre, entre otros factores.
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