Este estudio constituye un proyecto de investigación de excelencia, que la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha financiado con 200.000 euros, según indicó Andalucía Innova en una nota.
Así, afirmó que se está produciendo el paso de una agricultura intensiva a otra de manejo integrado de cultivos, en la que los fitosanitarios autorizados se reducen y restringen a épocas concretas del desarrollo de la planta, en concreto, en los primeros estadios. Sin embargo, en este proceso los agricultores necesitan conocer si ya existen contaminantes en los suelos que están transformando al método integrado de cultivo.
Este proyecto de excelencia permitirá a los agricultores conocer los niveles de plaguicidas y compuestos que contienen sus terrenos. Asimismo, la información podrá ser empleada por las administraciones públicas para una valoración de riesgos en los suelos y, posteriormente, para describir los mecanismos de transporte de la contaminación.
En concreto, los expertos están evaluando la contaminación de suelos agrícolas de invernadero, por residuos de plaguicidas y contaminantes orgánicos, de la provincia de Almería dedicados a agricultura intensiva, así como en su caso el seguimiento de la evolución de estos compuestos en el suelo, la planta y el fruto, durante las dos primeras campañas tras aplicar prácticas de control integrado de cultivos.
Según destacan los investigadores de la UAL, no hay ningún estudio sobre la caracterización de la contaminación por compuestos orgánicos en los suelos de la provincia de Almería. "Tampoco existen datos relativos a tiempos de permanencia de estos contaminantes en los terrenos", subrayó la investigadora responsable del proyecto, Antonia Garrido Frenich.
Los expertos aplicarán técnicas avanzadas de análisis que presenten unos bajos límites de detección, para así detectar pequeñas cantidades de compuestos, así como una gran selectividad dada la complejidad de la matriz del suelo. Estos métodos, basados en técnicas cromatográficas acopladas a detectores de espectrometría de masas, identifican, cuantifican y confirman la presencia de un compuesto por lo que, según los investigadores ofrecen una gran fiabilidad.
En concreto, se analizarán muestras compuestas de suelo de 40 parcelas invernadas seleccionadas en la zona del poniente almeriense, en las que se controlará además la presencia de residuos de plaguicidas en el agua de riego, así como en las enmiendas orgánicas como el compost adicionadas al suelo, una vez implantadas las nuevas prácticas de cultivo.
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