Fuentes penitenciarias destacaron la "celeridad y contundencia" de la respuesta ante las supuestas irregularidades, la inspección adoptó el pasado día 26 la medida que podría prolongarse por un máximo de seis meses hasta que se resuelva en firme el procedimiento con archivo o sanción para el funcionario, que ejerce el cargo en El Acebuche desde hace aproximadamente cuatro años.
En su denuncia, el interno apuntaba a que el jefe de servicio suspendido había intentado practicarle "tocamientos" aunque, de momento, sólo ha quedado "acreditado", entre otras por sus propias manifestaciones, que acudió a la celda del preso "a una hora y en una forma" en que no está permitido, lo que supone una infracción al contravenir las normas de régimen interior que regulan este tipo de situaciones al poner en "riesgo como mínimo" la seguridad del centro.
De la investigación iniciada a raíz del expediente disciplinario incoado por la Inspección de la Secretaria General de Instituciones Penitenciaras, adscrita al Ministerio del Interior, que desplazó de "inmediato" a un equipo a la prisión almeriense, y de la toma de declaraciones tanto a funcionarios como a internos, no se desprende que se produjera el citado intento de "tocamientos", caso que debería derivarse entonces a la vía penal, precisaron las mismas fuentes.
El jefe de servicio, que fue absuelto en un procedimiento anterior en el que estaba acusado de un presunto delito de abuso de autoridad a un compañero, explicó en su declaración que escuchó de madrugada "ruidos sospechosos" procedentes de la celda del denunciante y que decidió actuar dado que se había producido recientemente la evasión de dos presos del centro de Sevilla I.
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