lunes, 4 de mayo de 2020

El Gobierno publica el “borrador” del plan climático para la próxima década


MADRID.- El Ministerio para la Transición Ecológica ha publicado el borrador del nuevo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (Pnacc) como “hoja de ruta” de los próximos diez años, para asegurar la adaptación y resiliencia del país frente al calentamiento global y mitigar impactos.

Se trata de una herramienta para la planificación de la acción climática en el país para el período 2021-2030, coordinada desde una perspectiva transversal, multilateral (desde distintos sectores) y multinivel territorial, sin perjuicio de las competencias que correspondan a las diversas administraciones públicas, según el Ministerio.
El borrador del plan publicado este lunes en la web del Ministerio está abierto a “todos aquellos comentarios y opiniones para construir un país, una economía, una sociedad resiliente a los efectos del cambio climático”, cumpliendo con los compromisos tras el Consejo de Ministros en el que se aprobó la Declaración de Emergencia Climática y Ambiental.
Así lo ha explicado en unas declaraciones a los medios la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien ha instado a “reflexionar” sobre el mejor modo de construir “resiliencia frente a los impactos del cambio climático” para construir “una economía sólida y una sociedad inclusiva”.
Este nuevo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que representa la segunda versión del aprobado en 2006, incluye novedades como la definición de un sistema de 27 indicadores de impactos y adaptación y la elaboración de forma periódica de informes para adelantarse a los riesgos climáticos.
Entre otros indicadores, de impacto en la salud, de daños económicos por tormentas costeras, índice de explotación de agua sobre el recurso existente, etc.
La agricultura, la silvicultura, el turismo o el transporte dependen estrechamente del clima, pero también el bienestar social, la salud humana, la biodiversidad o la vivienda, destaca el documento.
Según la ministra, la intención en estos momentos es “enriquecer” al máximo el documento, aunque reconoce que la situación es “extraña” y el momento “doloroso”, en relación con la crisis del coronavirus.
“Estamos descubriendo la dificultad de vivir en un mundo interdependiente que requiere responder sobre la base de la ciencia, pero también de la solidaridad, el esfuerzo, el apoyo y la cooperación multilateral”, ha añadido.
En España, según recuerda el documento, el impacto del cambio climático es cada vez más evidente, con una temperatura media que ha subido alrededor de 1,7 grados desde la época preindustrial, y unos veranos que se han alargado cinco semanas respecto al inicio de la década de los ochenta. Además, las zonas con clima semiárido en el país han aumentado más de 30.000 kilómetros cuadrados en veinte años.
Clima, naturaleza, biodiversidad… se trata de realidades estrechamente conectadas, pero también lo están el modo en que se vive, las infraestructuras, espacios comunes y las ciudades. La economía depende, asimismo, enormemente de “la salud del clima”, ha insistido la ministra.
Con algo más de ochenta líneas de acción para su desarrollo por parte de los diferentes sectores socioeconómicos, el objetivo del próximo plan de adaptación climática no es solo evitar o minimizar daños derivados del calentamiento global, sino también aportar mayor estabilidad económica y social y nuevas oportunidades que reduzcan las incertidumbres asociadas al mismo.
El plan forma parte de una batería de instrumentos de planificación del Ministerio, que también incluyen el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la Estrategia a Largo Plazo para una Economía Moderna, Competitiva y Climáticamente Neutra en 2050 y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

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