CÁDIZ.- La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a dos funcionarios de la cárcel Puerto II en El Puerto de Santa María a penas de tres y un año de prisión por haber torturado y lesionado en 2017 a un interno que había ingresado por violencia de género y por matar a su hijo de ocho meses.
En una sentencia fechada del 30 de enero, se considera culpable de torturas a uno de los dos funcionarios, condenado a tres años de prisión
por haber agredido al interno, con la colaboración del otro compañero.
La sentencia considera probado que sobre las 21.30 horas de del 8 de
junio de 2017, el funcionario condenado a tres años se acercó hasta la
celda en la que se encontraba el interno y le dijo: "Esta noche vas a dormir calentito".
Posteriormente,
volvió a la celda en compañía del otro acusado y encontraron durmiendo a
la víctima junto con su interno de apoyo, al que ordenaron que saliese
de la celda al pasillo. Con el objetivo de "aplicarle un severo castigo por los hechos
que presuntamente habría cometido", el primero de los funcionarios
comenzó a propinarle patadas y puñetazos por todo el cuerpo "mientras le gritaba 'hijo de puta, has matado a un niño de ocho meses,
has pegado a una mujer inválida y le has matado al bebé que llevaba en
el vientre'", según recoge la sentencia. Mientras tanto, el segundo
funcionario se quedó vigilando en la puerta de la celda.
Según el tribunal, los acusados se mantuvieron en la celda durante unos dos minutos hasta que "lo dejaron semiinconsciente tumbado en el suelo y ensangrentado", instante en que ordenaron al interno de apoyo "que entrase en la celda y se hiciese cargo de él.
Horas
después, el funcionario condenado a tres años de prisión regresó a la
celda, tumbó al preso en el suelo y comenzó a propinarle de nuevo
puñetazos y patadas por todo el cuerpo.
La
Audiencia indica que, ya en la mañana del día 9 de junio, el educador y
la psicóloga de la prisión encontraron al interno descalzo "deambulando
con la mirada perdida y cubierto" de hematomas y heridas en el rostro,
por lo que le llevaron a la enfermería, para ser trasladado después al Hospital de Puerto Real.
La
condena contempla, además de la penas de tres y un año de prisión, 10 y
ocho años inhabilitación para el ejercicio de la profesión,
respectivamente, además de indemnizaciones todavía por concretar para el
interno.
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