MADRID.-
El Gobierno ha
aprobado hoy en Consejo de Ministros un Real Decreto con una serie de
medidas para paliar la falta de mano de obra en el campo. En concreto,
flexibilizará la contratación de inmigrantes y parados para que puedan
incorporarse a estos trabajos
(en el caso de los desempleados, podrán seguir cobrando el paro) y
ampliará el permiso de residencia a los temporeros que ya están aquí.
Según el ministro de Agricultura, Luis Planas, la restricción de movimientos "ha afectado a la actividad del mundo agrario",
pues hay actividades que son estacionales, como la recogida de la fruta
de hueso y hortalizas. Esto "se hace en base a la disponibilidad de
trabajadores, pues se hace de manera manual", según la crónica de El Mundo.
La campaña de recogida de la fruta de hueso (melocotones, cerezas, nectarinas...) comienza en una semana y faltan entre 100.000 y 150.000 personas para cubrir esta recolección,
según reconoció el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, la
semana pasada. Es una cantidad "inferior a la del resto de países
europeos", ha dicho hoy el ministro, que ha cifrado nuestras necesidades
actuales en alrededor de 75.000 trabajadores.
El Real Decreto aprobado hoy permite la incorporación de determinados
colectivos a estos trabajos y establece medidas "de proximidad". Los trabajadores contratados lo serán en el término municipal o los colindantes, "para evitar desplazamientos", según ha dicho el ministro.
Estas medidas se dirigen, ha anunciado Planas,
"a los parados, a los que se encuentran ahora cobrando un subsidio
agrario o una renta agraria o prestación con desempleo, que podrán
compatibilizar con el trabajo agrario".
Además, a los
trabajadores extranjeros residentes en España, pero cuyo permiso acaba
el 30 de junio, así como a los jóvenes extranjeros de 18 a 21 años, se
les facilitará el permiso (o la prórroga del mismo) para que se
incorporen a estas tareas.
"De manera excepcional", ha dicho Planas, desde ahora y hasta el 30 de junio, "se podrá compatibilizar estas prestaciones con la posibilidad de obtener ingresos a través de estas tareas agrarias". A los trabajadores afectados por un Erte, lo vinculado al coronavirus, "no es aplicable en este contexto".
"Respondemos
a una demanda, de manera mesurada y concreta, dando la posibilidad,
dentro del espacio, a recurrir a estos trabajadores. Aseguramos abastecimiento, que no haya un incremento de precios y damos oportunidad de empleo y salario", ha dicho.
Recolección manual
Las organizaciones agrarias llevan semanas advirtiendo de que esta campaña puede echarse a perder
si no hay gente suficiente para ejecutarla. A diferencia de otros
productos agrarios, la recolección de fruta y las hortalizas no está
mecanizada, son labores muy manuales, que requieren de personal.
El
problema es que las personas que suelen hacer estos trabajos son
inmigrantes que vienen a nuestro país a hacer estas labores y luego se
van. Ahora, con las restricciones de movilidad que hay como consecuencia
de la pandemia del coronavirus, no pueden entrar en España.
"Hemos
tenido que adoptar decisiones para responder a esta situación, para
proveer de trabajadores a este sector. Hay una necesidad y esto
significa que si no se efectuara esta recogida, disminuiría el
abastecimiento a los mercados y al bajar la oferta podría suponer un
incremento de precios", ha reconocido Planas.
Dos terceras partes
de nuestra producción va a la UE y "también y que abastecer a estos
mercados, porque son una parte importante de nuestra renta".
En su comparecencia ante los medios hace una semana,
Planas ya habló de esta posibilidad de utilizar "mano de obra de
proximidad". Puso como ejemplo la recogida de frutos rojos en Huelva,
que, según dijo el propio ministro, se ha podido hacer porque se ha prolongado el contrato a unas 6.000 temporeras procedentes de Marruecos que ya estaban en la zona trabajando.
Las organizaciones agrarias habían advertido que, si no se suma mano de obra a esta recolección, podría haber una escasez de estos frutos en los supermercados,
pues habrá menos oferta de la que demanda el mercado. Lo que más
peligra es la cereza, pues hay que recolectarla a mano y cuando toca, no
se puede esperar una semana más.
También están bajo amenaza el
resto de frutas de hueso: nectarinas, albaricoques, melocotones... A
esto se añade que la recolección se ha adelantado este año porque el mes
de febrero fue muy caluroso y la fruta madura antes, por lo que la
recolecta también es antes.
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