MADRID.- Un documento oficial
del Ministerio de Sanidad, con fecha del pasado 2 de marzo, especifica
el protocolo a seguir y, por tanto, qué hay que hacer y qué no desde el
mismo momento que una persona con coronavirus fallece, en principio, en una sala de aislamiento. Para empezar, nada de tanatoplastias
Por ejemplo, los familiares y amigos que quieran despedirse lo podrán hacer pero sin tocar el cadáver ni las superficies o enseres que pudieran estar contaminados
y siempre, como el personal sanitario que estuviera atendiendo al
enfermo, con el equipo de protección individual puesto (mascarillas,
guantes, bata impermeable...).
El cadáver se ha de llevar cuanto antes al depósito con
personal también debidamente protegido. Allí, como se hace en el resto
de ocasiones, el cadáver se introduce en una bolsa sanitaria que será
«estanca y biodegradable». Si el cierre es de cremallera, se sellará con
pegamento. El objetivo es que la bolsa sea totalmente estanca.
El transporte al tanatorio también
se deberá hacer con medidas de precaución, informando a las personas
que lleven el cadáver y desinfectando después el vehículo y al cadáver
no se le podrá hacer ninguna intervención de tanatoplastia, es decir,
los familiares aunque lo pidan no podrán hacer que se «arregle» al
cadáver para el momento del velatorio que, por otra parte, se hará
siempre con el ataúd cerrado y el cadáver dentro de una bolsa
impermeable y sellada.
Ni el féretro debe ser especial ni se debe optar por la incineración
preferentemente ya que el cadáver también puede ser enterrado. Si se
opta por la incineración, las cenizas pueden ser manipuladas «sin que
supongan ningún riesgo».
El protocolo explicita también que, en principio, no es recomendable hacer autopsia a
las personas que hayan muerto por el Covid-19 aunque la infección no
estuviera totalmente confirmada. Aún así, si se hiciera, el ministerio
establece unas medidas especiales para reducir al
mínimo la posibilidad de contagio de los profesionales con equipos de
protección y solo realizando ciertas técnicas para biopsiar los órganos.
El
director del Centro de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando
Simón, ratificó que no está prohibido hacer autopsias a los fallecidos
por coronavirus o incluso a las personas sospechosas de serlo pero que
el manejo se debía de hacer siguiendo el protocolo. «Los profesionales
sanitarios conocen este protocolo y cómo hacerlo y son muy precavidos», aseguró.
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