MADRID.- El Ibex 35 ha registrado este jueves la peor caída de su historia, al
sufrir un desplome del 14,06% en la sesión, que le ha llevado a cerrar
en los 6.390,9 puntos, niveles de agosto de 2012.
El desplome de la
Bolsa española se produce en un contexto de caídas generalizadas en los
mercados bursátiles de todo el mundo por el miedo a los efectos de la
pandemia en la economía.
Además, el anuncio de Donald Trump de suspender
los vuelos a EEUU desde Europa y sobre todo las decisiones anunciadas
por el Banco Central Europeo (BCE) decepcionaron a los mercados
incrementando aún más las pérdidas tras la rueda de prensa de su
presidenta Christine Lagarde.
El Ibex ha cerrado en 6.390,9 puntos, el nivel más bajo desde 2012, y
acumula un descenso del 23,7 % en lo que va de semana, que podría
convertirse también en la peor de su historia. Desde ese momento, la
capitalización del Ibex se ha reducido en casi 192.000 millones de
euros.
En cuanto a las plazas europeas, con la cotización del euro a la baja
en 1,11 dólares, Milán ha perdido el 16,92 %; París, el 12,28 %;
Fráncfort, el 12,24 %; y Londres, el 10,87 %.
La peor sesión de la bolsa española en algo más de treinta años
empezó con caídas considerables que se fueron agrandando a medida que
pasaba el día.
Tras comenzar con un descenso del 6 % por la falta de detalle de las
medidas que pretenden implementar EEUU para contrarrestar los perjuicios
económicos de la pandemia de coronavirus, la bolsa española fue
incrementando sus pérdidas.
Los inversores esperaban que el BCE adoptara mayores estímulos que
los anunciados. Por la reacción de los mercados, les ha parecido poco
que vaya a comprar hasta 120.000 millones de euros de deuda y que relaje
las exigencias de capital de la banca.
Además, Wall Street abría con pérdidas considerables, que se
acompañaban de una caída del precio del petróleo de cerca del 8 %, hasta
33 dólares el barril en el caso del Brent .
Todos los valores del IBEX han bajado: Ence, el 18,93 %; ACS, el 18,87 %; y ArcelorMittal, el 18,18 %.
Treinta y dos valores del IBEX han terminado con pérdidas superiores
al 10 %. Las menores caídas han correspondido a Viscofán (-6,85 %),
Grifols (-9,32 %) y MasMóvil (-9,65 %).
Banco Santander ha encabezado las pérdidas de los grandes valores al
caer el 16,86 %. BBVA se ha dejado el 15,08 %; Iberdrola el 14,06 %;
Telefónica el 14 %; Repsol el 13,34 % e Inditex el 10,53 %.
La decepcionante respuesta del BCE
Una respuesta ambiciosa y coordinada, pero “ante todo fiscal”, es
necesaria para abordar el impacto de la propagación del coronavirus
sobre la economía mundial y de la zona euro, ha advertido este jueves la
presidenta del BCE, Christine Lagarde, sin que sus palabras hayan
servido para calmar la ansiedad de los mercados, que aceleraban su
desplome mientras la banquera francesa desgranaba los detalles del plan
del BCE.
Una titubeante e imprecisa Lagarde, que en ocasiones durante la
comparecencia ante los medios se corrigió a sí misma, alertó del
significativo impacto de la epidemia y las medidas de contención
aplicadas sobre la actividad económica, por lo que reclamó “una
respuesta ambiciosa y coordinada para apoyar a las empresas y
trabajadores en peligro por el impacto del coronavirus”. “Consideramos
el actual ‘shock’ como grave, pero temporal si todos los actores adoptan
las medidas correctas”, afirmó la francesa, para quien “la respuesta
debe ser ante todo fiscal”.
Por su parte, el Consejo de Gobierno, por unanimidad, según desveló
Lagarde, aprobó una batería de medidas que, junto a las acciones ya
desplegadas por el banco central, apoyarán la liquidez y la provision de
credito a la economía real.
A pesar de mantener intactos sus tipos de referencia, la entidad
decidió este jueves celebrar una nueva ronda de operaciones de
refinanciación a largo plazo (LTRO, por sus siglas en inglés) de forma
temporal para proporcionar “apoyo de liquidez inmediato” al sistema
financiero de la eurozona, con un tipo fijo que será el aplicado a la
facilidad de depósito, actualmente situado en el -0,5%, por lo que la
banca ganará dinero por pedir prestado al BCE.
Asimismo, el BCE decidió mejorar de nuevo los términos del tercer
programa de operaciones de financiación a largo plazo con objetivo
específico (TLTRO-III) con el objetivo de “apoyar los préstamos
bancarios a aquellos más afectados por la expansión del coronavirus,
especialmente pequeñas y medianas empresas” al situar el interés de las
subastas entre junio de 2020 y junio de 2021 un total de 25 puntos
básicos por debajo del tipo medio aplicado en las operaciones de
refinanciación del BCE. A corto plazo, esto significa que los bancos
obtendrán un interés del 0,25% por el dinero que pidan prestado al BCE
en el marco de estas operaciones, ya que el tipo de interés de
referencia está situado en el 0%.
El instituto emisor ha aprobado, a su vez, un paquete de compras
netas de activos especial de 120.000 millones de euros hasta final de
año, que procederán eminentemente del programa de compras del sector
privado. El BCE repartirá esta cuantía según considere durante los
próximos meses y se sumará a los 20.000 millones de euros de compras
netas mensuales que ya está en marcha.
Sin embargo, a pesar de las numerosas medidas adoptadas por el
Consejo de Gobierno y la unanimidad de sus miembros para aplicarlas, el
mercado ha dado claras muestras de decepción ante las explicaciones de
la presidenta del BCE, quien no ha dudado en señalar que los inversores
necesitan tiempo para analizar y valorar lo que está haciendo el banco
central. “No le corresponde al BCE cerrar los diferenciales, hay otras
herramientas y otros actores que deben abordar esos problemas”,
sentenció la francesa en medio del desplome de las bolsas europeas.
Por otro lado, la presidenta del BCE admitió que las nuevas
previsiones macroeconómicas de la institución han nacido “parcialmente
obsoletas” debido a la rapidez de la propagación del COVID-19 y la
incertidumbre sobre su impacto y las respuesta de los gobiernos. En este
sentido, el BCE contempla un crecimiento del PIB de la eurozona del
0,8% en 2020 y del 1,3% en 2021, lo que implica una “notable revisión a
la baja” para este año respecto al pronóstico del pasado mes de
diciembre y un ligero empeoramiento para el próximo año, mientras que
para 2022 la entidad anticipa una expansión del 1,4% .
“Los riesgos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona
del euro se inclinan claramente a la baja”, ha afirmado Lagarde, para
quien, además de los riesgos previamente identificados relacionados con
factores geopolíticos, el proteccionismo y las vulnerabilidades en
mercados emergentes, la propagación del coronavirus “agrega una fuente
nueva y sustancial de riesgo a la baja a las perspectivas”.
En cuanto a la evolución de los precios, el BCE prevé una inflación
del 1,1% en 2020 y del 1,4% en 2021, que se acelerará al 1,6% en 2020,
cuando la tasa de inflación aún continuaría por debajo del objetivo de
estabilidad del banco central. En este sentido, Lagarde ha apuntado que,
además de la incertidumbre vinculada al coronavirus, las recientes
caídas en el mercado petrolero suponen un “significativo riesgo a la
baja”.
Trump suspende los vuelos desde Europa
Tampoco ha ayudado a los mercados, la decisión de suspender durante
30 días los vuelos a EEUU procedentes de Europa que anunció anoche el
presidente Donald Trump para frenar la expansión del coronavirus. Las
principales aerolíneas de Estados Unidos sufrían un batacazo este jueves
en Wall Street, reaccionando con pérdidas de valor de hasta el 16 %, en
el caso de United Airlines.
En medio de una jornada de drásticas caídas en la Bolsa de Nueva
York, que tuvo que interrumpir durante quince minutos sus operaciones
esta mañana, el índice ARCA, que reúne a las aerolíneas estadounidenses
de alta capitalización, retrocedía alrededor del 15 % cerca de las 12.15
hora local (17.15 GMT). En lo que va de año, ese indicador ha perdido
casi un 47 % de su valor conjunto. Está compuesto por grandes compañías
como United (que baja un 15,9 %), SouthWest (14,4 %), Delta (14,4 %),
JetBlue (13,7 %) y American Airlines (8,2 %).
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicó tras el discurso
de Trump una orden que prohíbe la entrada a EEUU de todas las personas
extranjeras que hayan estado en el espacio Shengen (que permite la libre
circulación entre 26 países europeos), durante los 14 días previos al
viaje.
Con más de 125.000 casos en todo el mundo y propagándose rápidamente
por EEUU, el coronavirus ha impactado con fuerza en el sector del
turismo y especialmente en empresas como las aerolíneas, a medida que
las instituciones y empresas cancelaban o aplazaban viajes que no fueran
esenciales, lo que ha afectado a la demanda del sector y les ha
obligado a recortar o suspender rutas.
Este mismo jueves, United comunicó que ha obtenido un préstamo de
2.000 millones de dólares para hacer frente a pagos por transacciones y
otros costes, mientras sus rivales toman medidas.
El martes, Delta dijo que sacará algunos aviones de circulación y
reducirá su capacidad hasta un 25 % en rutas internacionales y hasta un
15 % en las domésticas, mientras que American recortará un 7,5 % de su
capacidad doméstica reduciendo la frecuencia en algunas de sus rutas con
más servicio, y un 10 % en los trayectos internacionales durante el
verano.
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