Ortofoto que muestra la posición del Cortijo Chiqueras en relación a la playa de Los Genoveses
SEVILLA.- El proyecto para transformar el Cortijo Chiqueras en un hotel de 30 habitaciones a un kilómetro de la playa de los Genoveses (Níjar, Almería)
ha reabierto la polémica y devuelto el foco de la atención a un paraje
natural y una costa siempre amenazada por el turismo masivo o la
especulación inmobiliaria, según reconoce hoy El Mundo.
Pero el Parque Natural de Cabo de Gata no es
un territorio virgen ni el Partido Socialista, que ha sido el
responsable de la conservación del entorno durante 37 años de gobierno
en la Junta, es ajeno a la explotación de los recursos turísticos del
parque, incluido el borrón en su expediente del Algarrobico, una mole de
hormigón que sigue siendo testigo del urbanismo a medida que practicó
durante décadas la administración socialista en este rincón de la costa
mediterránea .
Hasta una decena de hoteles fueron autorizados en los últimos 25 años en suelos de similar nivel de protección
(o mayor) que aquellos en los que se levanta el Cortijo Chiqueras,
catalogado como C1 dentro de la clasificación incluida en el Plan de
Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Cabo de Gata, de 2008,
que regula los usos permitidos en función del mayor o menor grado de
salvaguarda del particular ecosistema del Parque Natural de Cabo de
Gata-Níjar.
El Sotillo, en el núcleo de población de San José,
con hasta dos ampliaciones autorizadas, es uno de ellos. Inicialmente
(1997) estaba protegido con una catalogación C2, pero posteriormente esa
protección se elevó con ocasión de la redacción del nuevo PORN, en
2008, para pasar al nivel B2, pese a lo cual recibió nuevos permisos en
dos ocasiones (2009 y 2010) para reformas y ampliaciones.
También El Paraíso (en La Isleta) fue autorizado mediante un
expediente aprobado en 2001. En ese mismo año se le dio luz verde al
complejo Real de la Joya y La Joya Suites (en Aguamarga). También La
Almendra y el Gitano, en Aguamarga, obtuvo el plácet de la Junta en 2003
pese a encontrarse en suelo catalogado como C1-C2 en el momento de la
autorización, que luego se elevó a B2 en el nuevo PORN. La Junta también
dio luz verde al hotel de Los Escullos o Los Palmitos (en el Pozo de
Los Frailes). Y a las casas rurales del Cortijo Los Malenos (Joya
Aguamarga), El Campillo (Los Martínez) o La Tenada (Fernán Pérez).
La
calificación C1 a la que pertenecen los suelos del Cortijo Chiqueras
engloba a las zonas agrícolas no incluidas en las áreas seminaturales
con usos tradicionales (B2), ni en las zonas de agricultura intensiva
bajo plástico (C2). El criterio de ordenación en esta categoría es el
mantenimiento de la capacidad agrológica de los suelos, así como de las
actividades agrarias y de aquellas otras compatibles. Las zonas C1
representan el 5,7% (2.831 hectáreas) de la superficie total del Parque
Natural, según la información contenida en el PORN de 2008.
Por qué entonces la Junta ha venido dando autorizaciones para usos
turísticos en suelos con este nivel de protección. «La única manera de
que se autorice un establecimiento hotelero en un suelo con calificación
C1 es que se declare de interés social. Y esa declaración
correspondería al Ayuntamiento de Níjar. Si el PSOE tiene tan claro que
no es compatible el uso de un hotel con el nivel de protección del
entorno, basta con que le dé instrucciones al respecto a la alcaldesa,
Esperanza Pérez».
Así se pronuncia Juan Manuel Jerez, secretario de la
Asociación de Amigos del Parque Cabo de Gata-Níjar, una organización
conservacionista que ha presentado ya alegaciones contra el proyecto del
Cortijo Chiqueras, como lo hizo también, no siempre con éxito, cuando
se dio luz verde a aquellos proyectos anteriores impulsados por los
gobiernos socialistas.
De momento, la alcaldesa socialista de Níjar (todo
los núcleos de población del parque pertenecen a este municipio) no
parece por la labor de frenar nada: «Si la ley dice que se puede hacer,
no hay más que hablar; si a quien tiene un derecho la Administración no
se lo reconoce, estaría cometiendo un delito».
La Junta ya
autorizó en 2008 y posteriormente en 2010 la rehabilitación y
transformación del mismo Cortijo Chiqueras para usos museísticos y para
la celebración de eventos y congresos, con lo que ese recorrido de lo
meramente agrícola a lo hostelero ya estaba abierto para estas
instalaciones.
Pero si hay un ejemplo de un proyecto desafortunado
e irrespetuoso con el Cabo de Gata es el hotel Algorrobico, el hito de
mayor impacto paisajístico y ambiental, símbolo por excelencia de la
actuación negligente de las administraciones en su obligación de
proteger y conservar el entorno.
La transformación que se ha
anunciado del Cortijo Chiqueras tiene poco que ver, sin embargo, con el
Algarrobico. «Ni el nuevo hotel estaría en la playa como sí sucede con
el Algarrobico ni sus dimensiones se le parecen», reconoce Juan Manuel Jerez.
«Pero no por eso se ajusta a lo que para esos suelos define el PORN».
«De hecho, el mayor daño puede producirse por la construcción de las
conduccciones para prestar servicios al hotel que, éstas sí, han de
atravesar suelos incluso de mayor protección». «Debido a la ausencia de
lluvias, estamos hablando de un ecosistema muy frágil y difícil de
recuperar», añade el portavoz de la Asociación de Amigos del Parque.
El PSOE de Susana Díaz pretende ahora hacerse perdonar el desastre del
Algarrobico colocándose al frente de la manifestación contra el hotel
del Cortijo Chiqueras: «Quieren ustedes ahora enladrillar el Cabo de Gata»,
le dijo la jefa de la oposición al presidente de la Junta, Juan Manuel
Moreno, hace diez días en el Parlamento.
Como si no hubiese sido su
gobierno el que le dio los primeros impulsos al proyecto. O el que
autorizó e incluso subvencionó otras transformaciones de cortijos en
términos muy similares en el Cabo de Gata.
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